Capítulo 54

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Puntos sobre las íes

Damon observaba el aterrado rostro de Kate Kavanagh, el cual se encontraba surcado por las lágrimas, intentando gritar con total desesperación un "ayúdenme" que jamás salió de su amordazada boca, quedándose atorado en su garganta, mientras una nueva oleada de llanto la embargaba.

—Vamos pequeña... ¿Por qué simplemente no cooperas y me dices en donde se encuentra Klaus Mikaelson? —Damon creía que Kate sabía todo a cerca del inframundo que rodeaba al mundo de los humanos, al tener parientes licántropos—. Voy a quitarte nuevamente la venda y si vuelves a gritar te juro que voy a drenarte la maldita sangre... ¿Has entendido? —La chica siguió llorando sin poder comprender lo que estaba sucediendo, bajando la cabeza—. Está bien... ¿No quieres cooperar? —Se acercó a uno de las tantas estanterías que adornaban el lujoso hogar de la adinerada familia, tomando la foto de Ethan—. Mataré a tu maldito hermano y luego te despellejaré viva a ti. —La chica volvió a alterarse, desgarrando sus cuerdas bucales en un nuevo intento por gritar, sintiendo que se ahogada ante el llanto y sus intentos por pedir auxilio.

—Busquen a la hermana de Ethan... —Se escuchó decir desde la sala, después de un inesperado portazo—. Si algo traerá de regreso al hermano de Christian es que sepa que tenemos secuestrada a su prometida—. Damon miró a todos lados, sin saber qué hacer, ya que la voz de Cayo le indicaba que los Vulturi habían irrumpido en la mansión Kavanagh con toda la intención de llevarse a la chica.

—Maldita sea... —Comenzó a desatar a la chica—. Escúchame atentamente, Kate... si crees que yo soy cruel, espera a caer en manos de los Vulturi. —Al desatarla por completo, la chica pretendió correr hacia la salida del despacho de su difunto padre con toda la intención de escapar—. Ven acá pequeña estúpida. —Corrió a velocidad vampírica, interceptándola en la puerta, justo cuando la joven se arrebató la mordaza.

—AUXILIO... —Gritó, golpeando una y otra vez la espalda del vampiro, el cual la había tomado como si fuese un simple saco de patatas, arrojándosela sobre los hombros.

—Arriba... esos gritos provienen de arriba... —Gritó Cayo, consiguiendo que los guardias que le acompañaban, corrieran hacia las escaleras, mientras Damon se acercaba al balcón del despacho, pretendiendo saltar.

—Ellos son los que quieren matar a la familia de tu noviecito, niña tonta... cállate. —Saltó del balcón, cayendo como un felino sobre el jardín lateral, corriendo a velocidad sobrehumana con la joven sobre sus hombros, la cual no paró de gritar y de pedir auxilio, logrando que los secuaces de Klaus los siguieran, mientras el hermano menor de Aro salió a toda velocidad hacia las rejas que dividían la calle del resto de la enorme vivienda, interceptando a Damon.

—Entrégala Salvatore. —El apuesto vampiro de ojos grises giro sobre sus pies, intentando buscar otra vía de escape, pero tanto Santiago como Demetri se encontraban detrás de él, a la espera de que les diera algún motivo para atacarle.

—Aquí la tienes, maldito chupamedias. —Colocó a la chica en el suelo, siendo Santiago quien la tomara entre sus brazos, llevándosela hasta el auto que habían dejado a las afueras de la residencia—. Ahora déjame ir. —Cayo rió con total ironía, mirando a Demetri, el cual comenzó a acercársele.

—No mi estimado, Salvatore... tu vienes con nosotros. —Ambos vampiros comenzaron a pelear, y aunque Damon era todo un chico busca pleitos y buen boxeador, los vampiros creados por ponzoña solía ser mucho más fuertes y resistentes a las batallas que los transformados por la sangre de alguno de los Mikaelson, cayendo al suelo como un simple muñeco de trapo, al recibir de parte de Demetri un golpe en la nuca que rompió su cuello, dejándole completamente inconsciente, siendo el modo más fácil de dominar a un inmortal de su clase—. Trae a esa basura. —El griego levantó el inanimado cuerpo de Damon, el cual dejó caer la estaca de roble blanco al suelo, siendo Cayo quien abriera desmesuradamente los ojos.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt