Capítulo 4

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El espionaje

Edward escuchó atento una de las tantas clases que debía ver aquel lunes, el cual comenzó con una llamada de Emmett a las tres de la madrugada, notificándole a su hermano como estaban las cosas en Forks y sobre todo, los últimos acontecimientos con los lobos, lo cual, era de lo único que el atolondrado vampiro sabía hablar, quejándose de todos los Quileutes, aunque aquella vez, una de sus tantas historias con ellos, había sido a cerca de un jovencito de la manada que estuvo a punto de morir a causa de un cazador furtivo.

Más tarde Jasper había llamado a su hermano a eso de las cuatro y media de la madrugada, notificándole que en el transcurso de la mañana, llegaría a su correo lo que le había pedido; averiguar todo lo relacionado con Christian Grey y su familia.

El profesor de aquella clase, hablaba sobre los diferentes traumas que podían aflorar durante la infancia, elucubrando nuevamente acerca del magnate, imaginando que todos sus problemas mentales podrían provenir de una niñez traumada, al recordar los pensamientos que Christian tenía constantemente con su difunta madre.

Edward no recordaba muy bien a la suya, hacía más de cien años de su muerte, manteniendo guardado en su subconsciente pequeños fragmentos de su madre Elizabeth y de su padre Edward, con el cual tenía poca comunicación debido a su carrera de abogado, aquella que le había dado a su hijo la oportunidad de estudiar en buenos colegios y haber disfrutado de un profesor particular de música.

Pero Christian parecía haber salido de una familia pobre y disfuncional, ya que mientras dormía, el vampiro pudo husmear un poco en su inconsciencia, percatándose del intranquilo sueño que padecía, a causa de diversas pesadillas que lo agobiaban, a pesar de haber visto tan solo el final de una de ellas, ya que el magnate había despertado sobresaltado esa mañana del domingo, teniendo que regresar a su alcoba y hacerse el dormido.

"¿Qué te hicieron, Christian" Pensó, jugando inconscientemente con el lápiz de grafito que giraba entre sus dedos, escuchando al profesor llamar la atención de uno de los estudiantes, el cual se disculpó con el docente, retomando compostura. "¿Qué pudieron haber hecho contigo para que ahora te gusten esas cosas tan extrañas que te existan?" Por un momento pensó en violación infantil, pero imaginó que más que gustarle el sexo con violencia lo odiaría, aunque muchos afirmaban que el trastorno del rey del pop, Michael Jackson, de quien aseguraban que era un pedófilo, había sido consecuencia de los abusos sexuales padecidos a temprana edad, repitiendo aquel patrón de conducta en su adultez. "No creo que ese sea tu caso" Elucubró sobre aquel asunto, sintiendo como el Android vibró dentro del bolsillo de su pantalón, sacándolo rápidamente.

[No intento presionarte, solo quiero saber si has estado leyendo el contrato]

Edward sonrió dejando el celular sobre el soporte de madera frente a él, donde tenía abierta una libreta de apuntes, y sobre esta, el contrato que Christian le había dado ayer antes de volver a su departamento, observado los tildes que había colocado sobre la hoja, accediendo a varias cláusulas menores, siendo la de los actos sexuales y los límites entre el amo y su sumiso, lo que lo mantuvieron pensativo a pesar de ser solo un juego "hipotético", respondiéndole al multimillonario.

[Una que otra clausula me ha parecido inofensiva, las demás temo echarles una hojeada y terminar con un derrame cerebral]

Por alguna extraña razón Edward lo imaginó sonriendo, sin poder tener la certeza de ello, ya que lo más seguro era que el acaudalado hombre de negocios, fuese de esos que jamás habían usado las caritas de los emoticones, respondiendo tan solo lo que pensaban sin hacer visibles por medio de mensajes de texto, sus acciones o sentimientos.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Where stories live. Discover now