50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)

Epílogo parte 1

Epilogo

Parte 1

10 años después

Taylor se paseaba de un lado a otro en la confortable casa que Elijah le había comprado en Italia, la cual era una de las miles de propiedades que poseía el milenario vampiro alrededor del mundo, complaciendo a su amado esposo en vivir por un tiempo en la ciudad de Verona.

Su andar de un lado a otro mientras mecía a "Kol" entre sus brazos, mantenía a Elijah completamente cautivo de aquel hermoso momento. Un pequeño infante de aproximadamente una semana de nacido le sonreía al embelesado hombre de cabellos cobrizos y mirada penetrante, el cual justo ahora intentaba suavizarla lo más posible delante del niño.

—Felicidades papá... —La media sonrisa que en aquel momento mostraba Jason, se ensanchó el doble, iluminando su cara.

—Gracias... —El hibrido en el que se había convertido Taylor, gracias a la biogenética de los laboratorios Grey Enterprise, le lanzó un beso volador a su pareja, retomando su andar, meciendo de un lado a otro al pequeño niño, justo cuando un auto se estacionaba en frente de la lujosa villa—. Creo que el teniente Garrett y Charlie al fin han llegado. —Ambos habían decido invitar a los esposos Hampshire/Swan a pasar unas vacaciones en Italia, recibiendo la gratificante respuesta de un -sí- por parte de los dos vampiros, arribando ese día a la ciudad italiana.

Entraron al lugar, siendo Elijah quien los recibiera en la puerta, mientras Taylor seguía cautivado por el hermoso pequeño de tez pálida y rizados cabellos naranja, el cual se chupaba el dedo y parpadeaba un tanto somnoliento.

—Bienvenidos, bienvenidos... —Elijah les abrazó a ambos y les incitó a pasar, siendo Charlie el primero en acercarse a Taylor y el pequeño Kol.

—¡Oh mi Dios!... ¿Entonces si era cierto?... Te convertiste en padre. —Taylor asintió, recibiendo el abrazo de su amigo el Sheriff, el cual contemplaba al hermoso niño entre los brazos de Jason.

—Así es... te presento a Kol T. Mikaelson. —Mientras ambos hombres se derretían de amor por el pequeño infante, Garrett y Elijah se saludaban con un fuerte abrazo y un beso doble en ambas mejillas.

—No puedo creerlo... ¿Le pusiste Kol al niño? —Preguntó el teniente, un tanto consternado.

—¿Qué tiene de malo? —Preguntó Elijah en un tono de voz algo indignado, al escuchar a su amado rufián, decir aquello con total horror—. Mi hermanito Kol era toda una ternura.

—Hasta que enloqueció y mató a cientos de miles tan solo por un berrinche absurdo e infantil que lo llevó a la muerte. —Tanto Taylor como Charlie miraron al teniente, para luego enfocar sus molestos ojos en Elijah.

—No le hagas caso a Garrett, Tay mi amor... Kol era solo un incomprendido. —Justo en aquel momento Alistair y Demetri bajaban de la segunda planta, siendo el antiguo Guardia Vulturi, quien lo hiciera hablando por teléfono.

—Está bien, mi señor Nahuel... llegaremos mañana a primera hora, vamos saliendo al aeropuerto y antes del amanecer nos encontraremos en el punto acordado. —Demetri culminó la llamada, siendo Alistair quien bajara a velocidad sobrehumana, abrazando a su hermano del alma, Garrett.

—¿A dónde van? —Preguntó Elijah al haber escuchado a medias, la conversación del griego con el nuevo amo y señor de ambas razas.

—Nuestro señor Nahuel nos necesita... creo que irá a visitar a Klaus. —Aquello sorprendió a los cuatro seres en la acogedora estancia.

—No estamos seguro, Dem... solo especulamos sobre el porque nos necesita en semejante lugar. —Elijah preguntó hacía donde se dirigían—. Lo siento, pero no podemos revelar nada. —Ambos se despidieron tanto de los recién llegados como de los dueños de casa, agradeciéndoles los días de hospedaje en su elegante villa italiana.