50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)

Capítulo 64

Las grandes ligas

Una semana después del lanzamiento de "True blood" los preparativos para la boda más esperada de año habían comenzado. Carrick, Alice y Rosalie eran quienes se encargaban de todos los preparativos y sobre todo de conseguir el tema apropiado para que a ambos novios estuviesen satisfechos, discutiendo entre los tres en cada nueva reunión entre familiares y amigos, en la que Katrina parecía querer imponerse por sobre la pitonisa y la Barbie Malibú.

—Tiene que ser algo con máscaras. —Acotó el padre de Christian, haciendo enfadar nuevamente a Rosalie, la cual se cruzó de brazos, poniendo los ojos en blanco.

—¿Otra vez con eso?... usted no puede ser un poco más creativo y dejar de hacer fiestas con esas tontas mascaras que... —Alice le interrumpió.

—No seas tan grosera con el señor Carrick, Rose... —Miró de refilón al molesto hombre que había sido transformado hacía tan solo una semana atrás, y el cual parecía haber despertado aún más su lado femenino ante el vampirismo, vistiendo con una extraña mezcla entre lo masculino y lo femenino sin pasar a ser chocante y ridículo ante los ojos de los que aún no podían entender su forma única de ser— ...O con Katrina, lo siento.... —Se disculpó con una tímida sonrisa—. Me parece divertido lo de las máscaras, pero no quiero que solo sea una fiesta de máscaras, quiero que tenga realmente un motivo para usarlas.

Alice miró hacia donde Christian y Edward se encontraban apostados en el claro donde la familia Cullen solía jugar al beisbol cuando el clima amenazaba con tormentas eléctricas que lograban cubrir los estruendosos batazos que ejecutaban los inmortales, pasando desapercibidos por los mortales que circundaban los alrededores de las tierras de los Cullen.

—No Alice. —Respondió Edward a la pregunta no verbal de su hermana, sin dejar de estar atento a lo que Christian hacía, ordenándoles a un variopinto de vampiros que ahora trabajan para el magnate, como debían de colocar las gradas y la imponente tarima que ensamblaban a velocidad sobre humana, siendo Seth y Emmett quienes le ayudaran con la ardua tarea de organizar el partido que ambos muchachos habían estado planeado como despedida de soltero para los futuros novios—. No pienso inmiscuirme en tus decisiones, eso sería contraproducente para mi salud mental y la de Christian. —Aquello no solo hizo reír al magnate, la mayoría de los presentes rió ante las certeras palabra del apuesto vampiro de cabello cobrizo, el cual sabía de antemano lo quisquillosa que solía ser Alice para realizar un festejo, sumando a Katrina y a Rosalie en un paquete poco agradable de problemas y quejas.

—Sus palabras tienen una verdad indiscutible que no puedes refutar, mi amor. —Alegó Sam abriendo una de las cajas que Christian había traído, sacando de su interior unos cuantos guantes de Beisbol recién comprados, mostrándoselos a Taylor, el cual asintió mientras destapaba otra de las cajas que habían llegado.

—No me ayudas poniéndote de su lado, Sami... —Alice le sacó la lengua a su esposo, el cual no pudo evitar soltar una risotada, mientras atrapaba lo que Taylor había extraído de la caja más pequeña, la cual era una considerable cantidad de pelotas de beisbol, pulcramente empaquetadas.

—Lo siento amor, pero es mejor que Rosalie, el señor Carrick y tú, se pongan de acuerdo de una vez por todas. —Rosalie miró de mala gana al padre de Christian, pretendiendo decir algo en su contra, lo que por supuesto Alice interrumpió al ver la cara agria de su hermana al abrir su ponzoñosa boca.

—¿Por qué no le preguntamos a los demás a ver qué opinan?... tal vez uno de ellos tenga una buena idea que nos ayude a materializar un tema que se ajuste tanto a Christian como a Edward y que podamos incluir las máscaras. —Las tres personas comenzaron a hacer sus respectivas preguntas a cada uno de los que ahora se encontraban en aquel claro en el bosque, en el que Jacob ya disfrutaba de su nuevo hijo junto a Leila Black, la cual había decidido cambiar su apellido por el de su esposo.