Epílogo parte 2... final

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Epilogo

10 años después

Parte dos

El inclemente sol de Karnak, al norte de Luxon, comenzaba a esconderse en el horizonte, despidiendo la tarde y anunciando la llegada de la noche, mientras los picos y palas seguían su arduo trabajo de arqueología, o eso les hacían creer a los recién transformados lacayos de Nahuel, los cuales habían sido llevados a aquella zona de Egipto por Benjamín, transformándolos recientemente en vampiros.

—¿Aún falta mucho? —Preguntó Anthony, el cual se acariciaba su abultado vientre de aproximadamente siete meses y medio de gestación.

—Creo que estamos próximos a encontrar lo que buscamos, cielo. —Nahuel, quien había alcanzado su edad adulta, abrazó a su pareja depositando en su sudorosa frente un dulce beso—. Te dije que te quedaras en el palacio de Amún haciéndole compañía a Irinna. —Anthony le abrazó con todas sus fuerzas.

—Sabes que no te dejaré solo ni a sol ni a sombras. —Nahuel sonrió y correspondió el beso que su amado lobo le entregaba, el cual sudaba a mares, rogando porque la noche llegara y el ambiente refrescara un poco—. Eres demasiado guapo como para dejarte solo... además... necesitas sangre humana... ¿No? —Justo en aquel momento un sonido metálico les indicó a todos que los excavadores habían llegado hasta la cámara funesta donde el sarcófago del faraón Amón-ra se encontraba encriptado entre los escombros del templo de Karnak.

—¿Mi señor Nahuel? —Llamó Alistair a su nuevo amo y señor—. Lo encontramos.

—Sigan escavando y ábranlo lo antes posible. —Demetri dio la orden a todos de que no serían alimentados hasta que no abrieran la cámara funeraria del faraón, apresurándoles a abrir el oculto lugar.

—Me siento mareado. —Notificó Anthony, activando las alarmas de Benjamín, el cual se encontraba al comienzo de las destruidas columnas del templo, tomando al sudoroso muchacho entre sus brazos, justo cuando Nahuel tomaba una botella de agua helada de la hielera portátil.

—Te dije que te quedaras en el palacio, Tony.

—No lo regañes, sabes que en su estado eso no es bueno... además, sabes cómo es Anthony, no puede estar tranquilo si no sabe en donde estas. —Mientras el embarazado metamorfo abrazaba el frio cuerpo de Benjamín para refrescarse, Nahuel le da daba agua helada.

—Tienes razón Ben... —Se disculpó—. Lo siento Tony... es solo que me preocupa que algo malo te pueda llegar a pasar. —Benjamín tomó la botella desechable de agua con una mano, mientras que con la otra sostenía el cuerpo de Anthony como si se tratase de un bebé pequeño.

—Está bien, Nanu... pero Ben tiene razón, no puedo estar sin ti. —Nahuel besó nuevamente su frente, apartando sus cabellos, los cuales se adherían a su piel ante el sudor—. Te amo demasiado. —Justo cuando ambos pretendían besarse, un fuerte estallido los sorprendió a todos y un nauseabundo olor a putrefacción y descomposición golpeó sus fosas nasales, haciéndoles sentir nauseas.

—¡Por Anubis y Osiris!... ¿Por qué huele tan espantoso?... —La nube de polvo poco a poco se fue disipando y la retórica pregunta que había dejado Benjamín en el aire, tuvo respuestas con un espantoso escenario de cadáveres y cuerpos en descomposición que saturaban el aroma de carroña y muerte por todos lados.

—No puede ser. —Nahuel se incorporó de su inclinada postura junto a Anthony y Benjamín, observando la macabra escena—. Se ha escapado. —Justo en aquel momento un par de ojos color ámbar se dejaron apreciar en el interior de la recamara egipcia, mientras se apreciaba auditivamente como la piel era desgarrada del hueso y el masticar de unos caninos les indicaron a todos que Niklaus seguía en el interior de aquella especie de cripta, subsistiendo de la carne podrida acumulada a su alrededor.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Where stories live. Discover now