A FOUR LETTER NAME© [VOL. 1]

PARTE I. ROMPER EL HIELO

En ocasiones, el universo confabula a favor tuyo, o en su defecto termina yéndose en tu contra. De cada uno depende comprender las señales. Si no es conveniente, cabe la posibilidad de ignorarlas. Se cual fuere la decisión, no quedaría oportunidad alguna de decir: «Yo no lo sabía».

Siempre hay un motivo detrás de cada acción que se realiza. Siempre. Que no pretendamos admitirlo desde el comienzo es cosa de cada quien.

Cometí el error de proyectarme un futuro distinto al que creía que me aguardaba. Difícilmente podré salirme de la senda que ya me había establecido. No obstante, es mi deseo lograrlo, solo que... no sabía cómo. No es un secreto a voces que no deseaba quedarme para siempre en la oscuridad.

Crecí con la idea de que existen personas que llegan a tu vida para enseñarte a verla de un modo distinto, que te motivan a ser la mejor versión de ti mismo, y que son capaces de unir todas esas piezas rotas de tu alma en una sola noche. 

Pero también estaba al tanto de que no llegan cuando lo deseas, sino cuando las circunstancias son favorables para ambos, y con favorables no me refiero a que estén en nuestro favor.

Más bien, lo digo en el sentido de que ya se han superado ciertos impedimentos, tanto internos como externos, y, por lo tanto, ya ambos podíamos seguros de lo que queríamos, y de lo que estábamos dispuestos a dar a cambio. 

No pedía un acto milagroso, sino real. Por eso dudé cientos de veces en aceptarlo cuando se me presentó como la intempestiva respuesta.