A FOUR LETTER NAME© [VOL. 1]

PARTE II. LA PUNTA DEL ICEBERG

La parte que sobresale de un iceberg es insignificante comparada con la que se esconde debajo del agua. Partiendo de esta analogía, es posible explicar la forma en la que nos relacionamos con el mundo.

Por un lado, se encuentran aquellos pensamientos y acciones representados por la parte externa del hielo: lo que se ve a simple vista. Por el otro, se ubican aquellos relacionados con el inconsciente, que no dependen de nuestra voluntad. Se puede decir entonces que la imagen que proyectamos al entorno no siempre corresponde a lo que somos en el interior, ya que se trata de una combinación de ambos factores, en la que uno tiende a ejercer dominio sobre el otro.

Debido a lo anterior, resulta imposible conocer a una persona en su totalidad. Sin embargo, me inclino a creer que la pequeña porción que emerge hacia el exterior es suficiente para decidir si queremos adentrarnos en las profundidades.

Era una apuesta que requería de un salto de fe literal, lo admito. Siempre dicen que el que no arriesga no gana, y ya no quería que el miedo fuera un obstáculo para conseguir aquello que siempre había deseado.

Una vez que me demostró que no quería permanecer fuera de mi vida, la dinámica entre nosotros cambió radicalmente. En ese momento, supe que él significaría todo para mí, y con justa razón esperaba que me correspondiera del mismo modo. 

Pero ¿ya mencioné que mientras más te alejas de la superficie, todo se vuelve cada vez más oscuro? Nunca antes estuve tan ansiosa por comprobar la veracidad de dicha teoría, en especial cuando yo me convertí en el sujeto de prueba.