Capítulo 19| Las cosas fáciles no valen la pena

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OMNISCIENTE

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OMNISCIENTE

—¿Y por qué no simplemente vas y se lo preguntas a ella? No creo que tenga algún reparo en decírtelo —aconsejó la castaña ante el repentino interés de su amigo por recabar información acerca de Kiomy.

Dentro de la lógica de Hange, carecía de sentido que no hubieran llegado todavía a esa parte de la amistad en la que compartían sus gustos, aunque ni Levi ni Kiomy eran de los que se sentían cómodos hablando sobre temas personales.

Pero eso sí, estaba al tanto de que ellos solían entablar conversaciones bajo circunstancias muy específicas, que ambos esperaban con el mismo anhelo de que llegara la época de lluvia luego de un terrible año de sequía.

Sus dos amigos habían demostrado que la profundidad de un intercambio de opiniones era inversamente proporcional al tiempo que uno pasaba meditando.

La naturalidad con la que se dirigían el uno al otro resultaba impresionante. Cualquiera podía atisbar en el brillo que iluminaba sus rostros cuando esto sucedía y, por lo menos en Kiomy, se notaba con mayor intensidad ya que el suyo era conocido por mantenerse taciturno durante la mayor parte del tiempo.

Hange la había atrapado sonriendo frecuentemente y suspirando en silencio. Siempre optaba por no interrumpirla mientras hacía anotaciones que prolongaban sus periodos de buen humor. Llegó un punto en el que ya no hacía falta poseer una inteligencia descomunal para darse cuenta de que había algo más allí.

Debido a lo anterior, la curiosidad de Levi le parecía sospechosa, y no dudaría en hacérselo saber a Kiomy en cuanto pudiera, mas optó por mantener la boca cerrada hasta no ver indicios claros de sus intenciones.

En aquel instante, tuvo el presentimiento de que la marea estaba cambiando de rumbo, y eso le entusiasmaba de una forma que no se imaginarían ni en un millón de años, en especial porque ella había puesto su granito de arena desde el principio.

—Acudo a ti en mi preocupación de evitar que la mocosa se haga una idea errónea de lo que planeo hacer. ¿Acaso no son mejores amigas desde que se conocieron? —planteó con recelo una vez que se inclinó hacia atrás, cruzando los brazos.

—Tú mismo lo dijiste —afirmó, contenta. Ella nunca prestaba atención al tono empleado por Levi, sino al contenido del mensaje—. Y por eso me veo en la necesidad de averiguar qué pretendes hacer con los datos que estás reuniendo.

—No es de tu incumbencia. —La fulminó con la mirada.

—Bien. Déjame ver si te estoy entendiendo. —Colocó el índice sobre la barbilla y entrecerró los ojos como cuando analizaba una muestra en el laboratorio—. Quieres obtener información sobre de mi amiga a través de la fuente más confiable que existe —presumió—, pero te niegas a decirme qué vas a hacer con ella. ¿Qué tal que la empleas con el fin de causarle daño? —No le dio espacio para rebatir—. Jamás me perdonaría de conspirar en su contra.

A FOUR LETTER NAME© [VOL. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora