Capítulo 9| Cortina de humo

448 102 124
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Era lógico pensar que aquel era un paso indispensable en la rutina de limpieza de Levi, uno que habíamos omitido por completo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Era lógico pensar que aquel era un paso indispensable en la rutina de limpieza de Levi, uno que habíamos omitido por completo.

De haberme ocurrido lo mismo, habría reaccionado como él. Nada me vendría mejor que un relajante baño de agua tibia después de sufrir un aparatoso accidente. Era la metáfora con la que se simbolizaba el deshacerse de las penas, observándolas cayendo debajo de nuestros pies, evitándonos llorar un océano.

El rubor en mis mejillas no tardó en aparecer al contemplar la posibilidad de meterlo en la ducha, estaba al tanto de lo comprometedor que resultaría. A temprana edad me di cuenta de que yo no tenía madera de enfermera, que era demasiado pudorosa, sin embargo, me reconfortaba saber que mi mejor amiga sí contaba con dicha actitud. Después de todo, Hange fue quien se encargó de cuidarme cuando me lastimé el tobillo. La paciencia que me mostró no poseía nivel de comparación, sobre todo cuando le dificultaba las labores.

Puesto que había empezado a considerar a Levi como una especie de amigo, sabía que era el momento de comprometerme a cooperar. Había aprendido a no retener el bien cuando estaba en mis manos ofrecerlo. Esa era la única forma de ganarse la confianza de una persona que es del tipo de las que no creen a ciegas en palabras efímeras que se dispersan con el viento.

El dilema actual consistía en elegir entre las posibles alternativas: o metíamos de contrabando a Levi en el de mujeres, o nosotras volvíamos a irrumpir en el de los varones. Dado que este día no había resultado normal en lo absoluto, supuse que una insólita decisión más en la lista no marcaría una gran diferencia.

Ambas nos miramos con escepticismo ante la petición de Levi.

Hange estaba considerándolo con prudencia, pues quizá ya había tomado suficientes riesgos. Empero, la seriedad en su rostro se desvaneció casi de inmediato. Fue reemplazada con una sonrisa que dejaba entrever los altos niveles de empatía y comprensión que eran parte de ella. Yo aspiraba a demostrar la misma seguridad, se lo merecía. Se merecía todas las atenciones que estábamos intentando concederle.

Así fue como terminamos yendo rumbo a los baños, con la esperanza creciente de que no hubiera nadie rondando por ahí a esas horas.

Fuimos a sabiendas de que nos estábamos propasando del horario en que se suponía ya debíamos estar encerrados en las habitaciones. Claro que el miedo a ser descubierta estaba implícito, pero este suceso se había convertido en una emergencia por la que no me importaría asumir las consecuencias junto a Levi y Hange. Si era el caso, probablemente se convertiría en una anécdota graciosa de la que nos burlaríamos en un par de días.

A FOUR LETTER NAME© [VOL. 1]Where stories live. Discover now