Desconocía que Gea tenía una hija con un plan devastador para el planeta Tierra. Miles de almas van a llegar a Necrotia poblano cada rincón y debemos preparar todo para su llegada. La humanidad no tiene vuelta atrás y debemos eliminarlos a todos sin excepción. No podemos seguir más con la guerra de desgaste entre Necrotia, el Limbo y el Averno, para ver quién puede desafiar al falso Paraíso.
Necroty está feliz con la idea porque recuperaría a Necrotk y se desharía de un lastre de larga data, pero el Averno haría lo posible para impedirlo. No iba a permitir que una semi-diosa acabara con la guerra, ya que eso significaría el fin de toda su existencia. La aniquilación de la humanidad debía seguir un curso natural y no artificial. Estipulan que los humanos debían sufrir poco a poco, generación tras generación, los efectos de sus ambiciones, avaricia, soberbia, gula y estupidez, en vez de que una semi-diosa acelerara el proceso.
El despertar de Ra-Kimera no debe ser mirado como la solución final. Los humanos merecen la muerte por todo lo que han hecho, ya que no han actuado como una civilización próspera y unida. No podemos ignorar la historia, de su origen y sus acciones. Tampoco debemos ignorar que no todos los seres son inhumanos, despiadados y viles.
Es un dilema complejo y vale la pena pensar, en vez de reiniciar todo y esperar a que exista una nueva raza que cumpla con las expectativas del ciclo de la vida, antes del Paraíso y del Averno. Todo era más simple, feliz y pacífico, antes de la llegada de los humanos. No queríamos civilizaciones, solo que permaneciera el ciclo de la vida y tener calma. Los animales no tienen rencores, ni tienen ansias de poder, ni de guerra. Solo buscan sobrevivir en un mundo que les ha dado todo y ellos forman parte de su ecosistema, algo que no tienen los humanos.
Al menos, yo no quiero que El Reinicio sea la única solución. Debe existir un matiz o solo nos vamos a quedar con vestigios de lo que juramos proteger.
Celeste Blake
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Diario de un Gato Negro: Las desventuras de Vincent
HorrorVincent Peterson sufre un grave accidente y el dictador del Paraíso lo condena a vagar como un gato negro, para que continúe viendo a su familia.
