Capítulo 3: Humanidad

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27 de Noviembre de 2014.
Londres, Inglarerra.

¿Qué es la humanidad? ¿Qué es ser humano, si nosotros mismos no lo somos? Cada día, sentimos y pensamos menos, en vez de ser un verdadero aporte a nuestro mundo. Me doy cuenta que las creencias religiosas no sirven de nada. La conciencia humana está externalizada a una institución que juega con nuestras mentes. No somos capaces de hacer algo por nuestra voluntad propia, sino por los cánones creados en la antigüedad.

¿De qué me sirvió creer en Dios, desde que estoy con vida? Sólo para ser castigado, en vez de morir como cualquier alma normal. La arbitrariedad del falso Dios sólo hace que sea uno de tantos dictadores que ha tenido la humanidad, en lo que conocemos como "Historia Universal". Pero, no es la mínima parte de ella, ya que existen diversos agujeros negros que se han llevado una gran parte de ella, desde los desastres naturales hasta las tragedias realizadas por los seres humanos.

Seguramente, no sabes cómo estoy escribiendo las palabras del diario que tienes en tus manos. Pronto, conocerás la realidad del mundo en que vives, aunque te parezca una distopía de mierda o sólo algo fantasioso.

Lo más probable, es que no me creas. Pero, es humano no creer todo lo que lees, hasta ser ciego de lo que conoces y crees que lo sabes todo. Te darás cuenta de que no sabes nada, que debes cuestionar todo y no es malo pensar más allá de la cuenta. La superficialidad es para los que no desean entender el mundo que les rodea, por lo que no viven al máximo.

Me he dado cuenta de tantas cosas, gracias a mi propia muerte. Perdí las esperanzas de volver a ser humano y sé que el dictador del Paraíso no hará nada al respecto. No escucha a nadie, sólo realiza lo que es mejor para su beneficio, sin que los seres humanos puedan conocer los secretos y sólo estén centrados en sus propios problemas. Pocos son capaces de ver más allá.

Una mujer de ojos rojos me observa desde la ventana. No siento miedo, pero estoy alerta. Me han dicho que es la maldad reflejada y que no me acerque, ya que puedo convertirme en un demonio. Creo que soy un demonio de cierta forma, no obstante, conservo mi parte humana. He cometido varios errores en mi vida, pero no he hecho cosas tan horribles como otros seres humanos.

¡No merezco esto! ¡No soporto estar tan cerca de mis hijas y no poder abrazarlas! ¡Maldito Dios de mierda! ¡Estoy harto de que me hagas sufrir y no poder decírtelo a tu puta cara!

Diario de un Gato Negro: Las desventuras de VincentWhere stories live. Discover now