Capítulo 38: Necroty

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Me da igual colocar fecha en este diario. Perdí la cuenta de cuántos días, horas y minutos he estado en Necrotia encarcelado. Pero todo comenzó a cambiar. Necroty dijo que era hora de mi juicio final y solo espero que me mate. Aunque no lo haré sin exponer mis ideas. Los guardias del palacio me tomaron de manera brusca, como si fuera un perro y me arrojaron a una jaula helada. 

La Santa Muerte me esperaba con sus ojos llenos de decepción, esperando a que le rogara por mi vida. Decidí no hacerlo. Mi mirada era firme, al punto que llegaba a ser irritante. Como tantos humanos idiotas que creían en esas estupideces típicas de tener el mundo a sus pies, solo por tener altos cargos. Les irritaba mi mirada calma, pensaba que me darían miedo. No obstante, sólo veía a una persona que estaba perdiendo el juicio.  

Sin embargo, eso no me daba miedo. Me daba igual y sé que es algo que nunca debería decir de una reina tan poderosa. Solo quiero salir de este lugar o morir. No sé si valga la pena salir de aquí o valga para algo. Pero no quiero quedarme acostado en una celda toda la vida, como un maldito prisionero por no cumplir un capricho detestable y egoísta para traer a la vida al guardián de este lugar. No lo merezco.

Ni siquiera el peor de mis pecados merece que esté aquí. Por lo que, al mirarla a los ojos lo hice con seriedad. Como si jugara la última de mis cartas de póker a sabiendas de que podía perderlo todo. Mi vida, mis recuerdos, mis aciertos y mis errores. Todo por lo que trabajé, luché y conseguí. 

A pesar de haberlo perdido todo, no me quedaré aquí para lamentar todo lo que sucedió, lo que dije y lo que no. Me da bastante igual y eso es lo que refleja mi mirada. Una mirada que no mata, pero que sí está llena de orgullo, de dar el siguiente paso hasta la muerte más vil e injusta.

Sin embargo, ella quitó mis cadenas y dijo que me liberaría, demostrando que podía ser un guardián alejado de los sentimientos humanos. No quiere que Necrotk reviva, aunque pudiera hacerlo contra mi voluntad. Quiere que descanse en paz y no involucrarlo en una guerra más que podría perder. Es mejor que el pasado quede atrás y comience una nueva batalla con personas capaces de dar su vida por el equilibrio de este mundo. 

Vincent Peterson

Diario de un Gato Negro: Las desventuras de VincentWhere stories live. Discover now