Capítulo 26: Quiero parar de llorar

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11 de marzo de 2015.
Espejo de Celeste

Las palabras de Celeste me estremecieron. No quiero vivir más. Deseo estar en paz. Anhelo que jamás se va a cumplir. No veo la hora de que todo termine de la mejor manera. Aunque, sé que ese final nunca llegará o no estaré vivo para presenciarlo. Desconozco cuál es mi lugar. He vagado por las calles para encontrar la respuesta, pensar en los tejados de las casas, sobrevivir a las peleas con gatos de distinta especie que se meten en mi territorio e incluso pensé en marcharme a otro lugar, donde nadie pueda encontrarme. 

Estoy harto de que me mientan. Es cierto. No soy el ejemplo para nadie. Tampoco era mi intención ser un sacerdote, porque lo más interesante que viven es la visita del Papa. Algo que sucede una vez a las quinientas. Además, de los bautizos y los matrimonios. Un cura come mejor que un mendigo y cualquier otra persona de nuestra sociedad. Algo que debería ser al revés. Sobre todo, después de todas las atrocidades que la Iglesia Católica ha hecho.

Al conocer la realidad que viven las almas en pena, logré comprender cómo funciona el sistema y por qué debemos cambiarlo. Temo por mi ex esposa y por mis hijos. No quiero que mueran y lleguen a un ente castigador que se hace pasar por un Dios, para que los haga sufrir o luchar en una guerra contra Necrotia y el Averno. ¡No quiero!

Pero, no sé qué hacer. Quiero estar con mi familia, todo el tiempo que pueda. Celeste, por favor. Comprende mis miedos, mis llantos y mi impotencia. Me siento inútil. Vulnerable por lo que pueda pasar. Te escucho entre lágrimas, porque sé que debo cumplir mi misión. No estoy en una posición de que no tenga nada que perder, ya que todo lo que amo puede desaparecer.

Quiero parar de llorar... 

Vincent Peterson.


Diario de un Gato Negro: Las desventuras de VincentWhere stories live. Discover now