6 de marzo de 2015.
Londres, Inglaterra.
Celeste. Tranquila. No tengo rencor, pero entiende que necesitaba saber la verdad. Todo es tan extraño y confuso. Lo que no significa que vaya a dejar de quererte. Eres la única mujer que me ha comprendido, aunque sea un reverendo imbécil y tenga pensamientos machistas. Quiero tener la oportunidad de cambiar mis actitudes, aunque sea difícil. Pues, los hombres hemos sido criados en una caja llena de mentiras que la sociedad ha impuesto.
"No puedes llorar", "no puedes ser sensible", "debes ser el protector y el padre de familia", "debes ser rudo", "debes ser un semental o serás menos hombre", "debes ser agresivo y controlarlo todo". Todas esas frases de mierda nos han impuesto, limitándonos a ser prospectos y etiquetas, en vez de ser distintos, tener respeto por las mujeres y quienes sean distintos a nosotros.
Por esa razón, no puedo tener rencor. No soy quien para juzgarte. El sistema impone ciertas leyes, pero los seres humanos no son los adecuados, como para juzgar a otros de su misma especie. Es una estupidez, creada sólo para mantener el orden. Orden que beneficia a unos y perjudica a otros. Nadie debería creer en un "poder judicial" que está corrupto, en todas partes del mundo.
La desconfianza es legítima, pero peligrosa para los gobiernos. Quieren mantener el ganado ordenado, manteniendo lo que conocen y temiendo a lo desconocido o diferente. Vaya mierda de la que estamos hechos. Es absurdo, pero nadie realizará algo para cambiarlo todo. Porque el temor es el arma más fuerte y la mayoría de las almas humanas son frágiles, débiles e inconscientes.
Es lamentable que la sociedad sea tan involucionada, en vez de evolucionar la consciencia y redimir las equivocaciones históricas. La historia es cíclica y las lecciones del pasado no sirven en el presente, ni serán tomadas en cuenta de cara al futuro. No existe la esperanza y, por esa razón, nuestro mensaje deberá marcar a la humanidad... Para siempre...
Vincent Peterson
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Diario de un Gato Negro: Las desventuras de Vincent
HorrorVincent Peterson sufre un grave accidente y el dictador del Paraíso lo condena a vagar como un gato negro, para que continúe viendo a su familia.
