Cap. 4 - Está Bien

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Dentro del restaurant ya habían varias mesas con clientes ordenando. Un playlist de música tropical sonaba de fondo. Naya caminaba de un lado a otro recibiendo a las personas y acomodándolas en las mesas con una agradable sonrisa y cordialidad.

-"Buenas noches y bienvenidos a L'Cuisine, cómo les atendemos?" pregunto Naya, repitiendo el saludo una y otra vez con cada persona o grupo que llegaba.
-"Gracias, buenas noches, tenemos reserva para las siete de la noche a nombre de Ignacio Solano" contestó María.
Ignacio, con cara de extrañado, preguntaba a María:
-"Pero en qué momento hice yo una reservación, que es que ahora me vengo a enterar?"
-"Desde el momento en que te casaste conmigo y te toca pagar la cuenta, amor mío" le respondió María con una sonrisa de oreja a oreja viendo la cara de su marido dando señales de derrota en esa conversación.
-"Yo tú no vuelvo jamás a cuestionar algo así!" remató Amelia a su amigo soltando una carcajada llena de burla.
-"De verdad es que ustedes dos son el rabo y los cuernos de Satanás. No se como estoy aquí, me lo estoy cuestionando seriamente" dijo Ignacio con resignación. María y Amelia no paraban de vacilarse el momento.
-"Acompáñenme por aquí, por favor, que su mesa está lista" les indicó Naya, tomando tres menús y guiándolos hasta llevarlos a la mesa asignada.

El interior del restaurant estaba decorado sencillo pero con muy buen gusto. Los colores de las paredes eran en tono pastel, brindando así un ambiente cálido y acogedor, y en alguna de ellas tenían obras de arte de artesanos locales y de su España natal. Dentro del local, en la parte de atrás, estaba el almacén y una pequeña oficina, que era de Luisita, donde tenía un escritorio, su laptop, el equipo de música, un archivo de tres gavetas, printer, y una silla para la visita. Allí ella hacía los cuadres del día, hablaba con los suplidores, y trabajaba todo lo administrativo relacionado al negocio. En una esquina tenía una foto de sus padres y su querido y recordado abuelo Pelayo.

Los amigos tomaron el menú y la carta de vinos, tragos y cervezas para ordenar unos aperitivos en lo que decidían que ordenar de plato principal.

-"Su mesero de esta noche es Miguel y estará con ustedes en un minuto. Bienvenidos nuevamente y disfruten la velada. Estamos a la orden" les indicó Naya.
-"Muchas gracias señorita" respondió Amelia, procediendo a ojear las opciones de aperitivos.
-"Yo quiero probar ese coctel de camarones, por aquello del fósforo" dijo Ignacio con intenciones mirando a María.
-"Nos jodimos con el hombre antorcha" dijo Amelia y María por poco se ahoga con el vaso de agua que Naya les había servido. Ignacio la miró con ganas de insultarla.
-"Amelia, ya van dos y muy seguiditas, eh! Que te las estoy contando" le contestó Ignacio como avisando que en cualquier momento él tomaría venganza.
-"Por qué no pedimos la bandeja que tiene un poco de todo y así probamos diferentes cositas?" sugirió María.
-"Me parece súper" confirmó Amelia e Ignació aprobó con su cabeza también.
-"Buenas noches damas y caballero, bienvenidos. Soy Miguel, su mesero en la noche de hoy", se presentó el mesero al llegar a la mesa. "Si tienen alguna duda con el menú con gusto les explico. Desean ordenar algo de tomar o de aperitivo?" preguntó muy amablemente Miguel.
-"Yo me pido de tomar un Sex on the Beach" le ordenó Amelia al mesero.
-"Eso es lo que realmente tienes que hacer en este viaje. No es beberlo, es hacerlo!" soltó Ignacio. Su venganza ya comenzó. Amelia no esperaba ese golpe bajo de su amigo.
-"No vengo en esas Ignacio, así que cállate y ordena lo tuyo" le respondió Amelia siguiéndole el juego a Ignacio.
-"Queremos ordenar la bandeja que tiene un poco de todo" dijo María cortando un poco el dime y direte entre Ignacio y Amelia. "Y de tomar me pido un mojito de parcha y fresas"
-"Claro que sí" anotó Miguel en su tableta. "La bandeja trae mini alcapurrias, sorullitos de maíz, tostones rellenos de ropa vieja, arepitas de coco y queso de cabra, y croquetas de jamón serrano, con tres salsas especiales de la casa que son: guayaba con miel y gengibre, mayoketchup con ajo y albahaca, y aioli con cilantrillo"
-"Dios, que rico suena todo o es el hambre que tengo, o las dos!" exclamó Ignacio. "Cuál es la cerveza local?"preguntó Ignacio.
-"Es Medalla, pero si gusta, tenemos artesanales y de otras marcas también" respondió Miguel.
-"Pues dame una Medalla bien bien fría" le ordenó Ignacio.
-"Perfecto" indicó Miguel. "En unos minutos regreso para traerles sus bebidas y aperitivos, y tomo la orden de los platos principales" dijo retirándose.
-"El sitio está muy nice! María, no te equivocaste, muy buena elección" dijo Amelia a su amiga.
-"Y eso, que desconfías de mí, pero bueno, ya estoy acostumbrada, es lo que me toca contigo" le respondió con una guiñada de ojos.
-"Pues si hablamos de eso, parece que mi misión en la vida es estar pendiente de ti y acordarte las cosas. Que parece que naciste de una mata de despiste, y no del vientre de tu madre! Jajajaa!" le respondió Amelia, prococando la risa entre los tres por semejante comparación.
-"Confirmo, confirmo" dijo Ignacio dejando un beso en el cachete a su esposa y dándole un abrazo.
-"Tienes que ir al baño? Tengo que ir, me acompañas?" preguntó Amelia a María.
-"No cariño, ve tú, yo estoy bien por el momento" respondió María.
-"Vengo ahora. Me esperan para brindar! No se lo beban todo!".
~~~~~~
Luisita salió de su oficina. Pasó un momento a la cocina verificando por vez número diez que todo estaba en orden, y no había inconvenientes a la hora de preparar y confeccionar los platos. Titi Lucy la miró desde su estación, donde preparaba su especialidad y varios guisos, dejándole saber que todo iba bien, que todo estaría bien, y que no se preocupara. Luisita le sonrió entendiendo perfectamente lo que decían esos ojos color aceitunas, y sintió en esa mirada cargada de ternura un poco de alivio al estrés que tenía. Todo estaría bien.

Salió de la cocina y se dirigía a la parte del frente del restaurant para dar un vistazo a la clientela que visitaba esa noche, y saludar personalmente a alguno que otro conocido. Sus pasos fueron interrumpidos por alguien que se acercaba.

-"Permiso, usted sabe donde está el baño?"

Entre MaresWhere stories live. Discover now