Entre Mares

Cap. 24 - Quédate

-"Vente conmigo Amelia, te necesito" dijo a punto de estallar.

-"Espérame amor" contestó la morena a esa petición.

Y así, ambos cuerpos se compenetraban. Ambas almas se fusionaban. Ambos corazones palpitaban a la vez. Un solo suspiro, un solo aliento, un solo grito de éxtasis y placer. Una entrega, en cuerpo y alma. Un te encontré. Un no te vayas nunca...un quédate aquí...conmigo...para siempre.

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Fue una noche muy intensa. Querían grabar en su memoria y en su piel todas las emociones y sensaciones. Era la despedida, y lo hicieron por todo lo alto.

Ya había amanecido, era casi media mañana ya. Luisita estaba de lado con su brazo bordeando la cintura y el costado de Amelia, y una de sus piernas entrelazadas a las de ella. Amelia, en cambio estaba boca arriba. Ya había despertado. Su cabeza corría a mil por horas. Todo el viaje, Luisita, los días, las noches, el trabajo. Ay, el trabajo! Enfrentarse a la realidad. El día a día. Madrid. Su corazón. Tenía que irse y no quería. Solo quedaba llenarse de fuerza para lo que le venía y aprender a lidiar con ello.

Miró hacia el lado, ya que sentía que la rubia había despertado.

-"Muy buenos días Rapunzel"

-"Rapunzel? No tengo la melena larga" cuestionó tratando de entender la comparación.

-"Es verdad. Buenos días rizos de oro?"

-Amelia...no tengo rizos. Bastante lacio que es mi pelo"

-"Oh! Cierto. Bueno, tienen en común que son rubias como tú, ese era el punto. Y que eres mi rubia favorita" le dijo dándole beso suave.

-"Mmmmmm...que rico levantarse y que te levanten así"

-"Hhmmmjmmm" dijo ronrroneando la morena.

-"Quieres que pida algo de desayuno?" preguntó Amelia mientras buscaba el menú en la mesita de noche.

-"Bueno, se me estaba ocurriendo que como ya mismo tienes que hacer el check out de la habitación, te invitaba al restaurant antes de llevarte al aeropuerto. Y...podemos brincar el desayuno porque eres como un rico bagel de queso crema con guayaba que me comería ahora mismo" dijo la rubia colocándose encima de la morena y llenándola de besos y gestos provocativos.

-"Cómeme todo lo que quieras amor"

Y así volvieron a dar rienda suelta a la pasión, al descontrol y al amor bonito. Ya no encontraban la forma de separarse.

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-"Tienes todo Amelia? Verificaste que no dejaras nada tirado por ahí?"

-"Sí cariño, te dije que sí" le contestó mientras cerraba la puerta de la habitación y caminaba hacia el elevador.

-"Vale, pues mientras haces el check out, me adelanto a buscar el auto y nos vamos al restaurant.

-"Ok, besito volador" dijo mientras lanzaba uno al aire.

Mientras Luisita se dirigía a buscar su auto, llamó a Naya para notificarle que iba para allá...con acompañante.

-"Hola! Naya?"