CAPÍTULO I

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Agosto, 27

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Agosto, 27. Año 2025. Ciudad de Chimbote, Perú.

En un día esperado por todos, el tiempo era perfecto. ¿A dónde vamos? La respuesta está en un gran evento a celebrar. Por ello, todo se aceleró en casa de cierta mujer, con sus hermanas mayores, Ana y Kelly, ayudándola con su vestido blanco y el maquillaje para la ocasión. Cuando terminaron, se vio en el espejo e intentó mantenerse tranquila; respiró hondo y sonrió con brillos en los ojos evitando el llanto. No obstante, aun con sus manos temblorosas, sostuvo el bouquet de girasoles que le entregó una de sus hermanas.

En el primer piso, Luis, el hermano mayor, arreglaba su corbata cuando recibió una llamada informando que los invitados empezaron a llegar a la iglesia. Por otro lado, Ana regañó a Kelly por haber fotografiado a la novia, sabiendo que era un acto de mala suerte. De pronto, Hans, el más pequeño de la familia, interrumpió después de haberse escabullido de sus padres e ingresó emocionado para resaltar la belleza de su hermana y compararla con una princesa.

Detrás, llegaron sus padres para disculparse por lo sucedido y conmovidos, admiraron en silencio la escena frente a sus ojos; sintiendo sus sueños y deseos, hechos realidad. Luis llegó también para informar que el auto estaba listo y tuvo la misma reacción emocional, pero en su confianza se dirigió a ella para molestarla un poco.

   —No está fea como de costumbre, hoy se ve radiante —agarró su cabeza y dramatizó angustia—. Aunque, temo por quién se casará contigo. Soportarte de novia debe ser complicado y, aun así, quiso casarse. No estoy seguro si es un héroe o un suicida.

   —Es un gran hombre —dijo Ana, admirando a su cuñado. Seguido arregló sus lentes sosteniendo una sonrisa—. Ahora debemos irnos. No puedo ocultar mi emoción, ¡Siempre quise estar en una boda!

   —Tú deberías ser la siguiente, ¿acaso esperas un Apocalipsis? —agregó su padre.

Su mejor respuesta fue salir de la habitación y dirigirse al auto. Al mismo tiempo, en un baño público de la ciudad, un hombre vomitaba acompañado de sus amigos que reían recordando lo que hicieron por la noche. Se amanecieron en una fiesta y lograron embriagarlo por primera vez, sin embargo, tenían que asistir a una boda y no estaban en condiciones para presentarse. Su mejor amigo, Brayhan, intentó ayudarlo y le dio de beber agua. Luego le entregó su traje y cerró la puerta.

   —Menudo espectáculo montaste anoche —dijo Brayhan viéndose en el espejo del baño—. No creo que tus vómitos sean producto de la borrachera. Estás nervioso, eso es todo.

Se las arreglaron para estar listos y elegantes, pero era casi medio día e iban con retraso. El grupo de cinco amigos se dirigió a su vehículo y de repente, lo vieron llorar.

   —¿Por qué lloras? —preguntó Brayhan—. Levanta el ánimo y no dudes. Te llevaremos con la mujer que amas y la verás ser feliz.

   —Por eso no me enamoro —agregó Nicolás—. Los hombres nos vemos miserables cuando lo hacemos. Es mejor estar soltero y pasar el rato.

PROYECTO APOCALIPSIS ©Where stories live. Discover now