CAPÍTULO XVII

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¿Y SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA?

La lluvia de meteoritos destruyó las ilusiones de la especie humana. En menos de 24 horas superó el 60% de muertos e infectados en su población mundial. Los científicos experimentaron buscando una cura y los creyentes religiosos hincaron sus rodillas rogando misericordia, pero Dios no respondió. Dejaron de luchar anhelando el paraíso tras el fin de los tiempos, aquel que la biblia anunció como el tan temido apocalipsis.

En la casa cerca al aeropuerto, Seudimar logró sacar la hoja de acero del muslo de su amigo, con suma delicadeza, y continuó cociendo la herida mientras él soportaba el dolor, mordiendo un pedazo de tela que envolvieron. Prosiguió a vendar la herida y solicitó los antibióticos que Brayhan entregó luego de tomarlos del botiquín de la casa. Informó que la lesión no fue grave y que tuvo mucha suerte al no lastimar ningún nervio importante. Se aliviaron al escuchar la noticia, al igual que Danna, pero luego se retiró lejos de ellos.

   —Debe sentirse culpable, porque fue su arma la que lo lastimó —dijo Shayna y frotó sus brazos con miedo—. Además, perdimos a tres desde que empezó el viaje.

   —¿Hubo muchos extranjeros en la boda? ¿Recuerdas sus nombres?

   —Lo siento, no soy buena para recordar las cosas. Incluso podría olvidar mi propio nombre.

   —¿Tampoco de los que viajaron con ustedes?

   —¡Oh!, a ellos sí los recuerdo. Uno de ellos murió por mi cobardía, su nombre era Oscar —bajó su mirada—. También hubo una pareja que se quedó en el centro comercial, Ronaldo y Teresa.

La mayoría de los extranjeros se hicieron amigos virtuales durante la pandemia del Covid-19 a través de un grupo llamado "Desconocidos en línea". Posteriormente, se unieron más, gracias a su amigo e hicieron reuniones en videollamadas para conocerse antes del día de la boda, por lo tanto, fue fácil para Seudimar reconocer los nombres mencionados. Además, la pusieron al tanto de la situación hasta el momento donde se encontraron, dejándole claro que estaban de camino a buscar a Brisa y que iban a la ciudad de Casma luego de haber recibido un mensaje de ella.

   —Ir a Casma no es buena idea —interrumpió Marisol uniéndose a la conversación —. No quiero apagar sus esperanzas, pero vengo de allá y la situación en esa ciudad no es tan distinta a la de Chimbote.

   —Pero todos sabemos que no abandonará a su hermana —levantó su mano e hizo el gesto de un arma apuntando en su cien—. Incluso cuando el soldado lo amenazó, dijo que no daría la vuelta... ¿Perdió la cabeza?, yo tenía mucho miedo. Estaba segura de que dispararía en cualquier momento.

   —¿Por qué no lo convencemos de ir al norte? Escuché que la zona segura está en la ciudad de Trujillo.

Fue lo mismo que dijo el soldado, por lo que Shayna encogió en un rincón y reveló lo sucedido antes del accidente. Resultó que después de la amenaza para cambiar de dirección, los celulares timbraron con la alerta mundial y el regreso temporal de la señal. Sin temor a un disparo, revisó las notificaciones de Claudia y Lizzy, señalando el punto de encuentro y la zona segura, respectivamente.

Al ver su osadía, el soldado lo golpeó con su arma y reclamó el celular, provocando la reacción que nadie esperó de Danna, porque fue sigilosa y cortó la mano derecha del sujeto desde la muñeca. Así provocó que disparase dentro de la cabina e hiriera en el hombro al conductor, que perdió el control temporalmente y preocupado por los disparos, dejo de ver la carretera. Siendo esta la razón por la que no distinguió el sonido de la bocina acercándose e impactó con el bus que cruzaba a la vía principal. El girar por los aires dando vueltas de campana hizo que la katana terminara en el muslo de Scott.

PROYECTO APOCALIPSIS ©Where stories live. Discover now