CAPÍTULO XIV

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EL FESTÍN DE LOS MUERTOS

Durante la madrugada, en el salón donde ocurrió la fiesta, Tatiana lloró la muerte de su hermano y los demás estaban inseguros por lo sucedido con el infectado de la cocina. Por tal razón, Amaype tomó la iniciativa de verificar el estado de cada uno de los presentes, logrando descartar posibles heridas o mordeduras. Todos cooperaron, pero al llegar el turno del padre de Tatiana, este arremetió con duras palabras en contra de su yerno ausente.

   —¿Qué tipo de pecado están pagando? Toda su familia debe estar maldita, ¡¿verdad?! —caminó al hasta el medio—. ¿No se dan cuenta de que es culpa suya? De todos los días disponibles escogió este. Como si su felicidad estuviera por encima del propio destino y ahora pagamos las consecuencias.

Su esposa se acercó a detenerlo.

   —Cariño, por favor. Acabamos de perder a nuestro hijo —sujetó su mano y lo invitó a regresar—. No hagas esto. Respira un poco y vuelve a sentarte.

   —¿Respirar? —la empujó para continuar su descargo—. En el momento que se unió en matrimonio, su deber era con su esposa, pero ¿qué hizo? La dejó aquí y no conforme con eso, se llevó a otra de mis hijas. Si algo malo le pasa...

El discurso causó el enojo del padre de Scott, pero su hijo Erik fue quien intentó calmar la situación del frustrado hombre que siguió con su actitud acusadora. Cansado de ello, Erik lo tildó de ignorante y en respuesta, Kelly lo abofeteó generando la reacción de su esposa.

   —Debería dejar de hablar mal del hombre que ama a su hija y mejor cuestiónese lo difícil que fue para él dejarla aquí —dijo Erik extendiendo su mano entre las mujeres para que el teatro terminara.

   —Si fue tan difícil, ¿por qué se fue? —replicó.

Erik llegó a su límite y levantó la voz.

   —Porque es su hermana la que está allí afuera. Su responsabilidad como hermano mayor es cuidar de los pequeños. ¡De la misma forma que lo hizo su hijo al sacrificarse por ustedes! —dio la vuelta y dejó una última frase—. Además, no la dejó sola. Tatiana nos tiene a nosotros para protegerla.

   —¡¿Cómo te atreves a mencionar a mi hijo?! —respondió iracundo y persiguiendo a quien decidió terminar la conversación.

En medio del conflicto, una mujer junto a su pequeña hija, alejó a Hans y Grey ... «Porque la violencia no debe ser ejemplo para los niños». Asimismo, Tatiana se levantó y detuvo a su padre con la confesión de su gran secreto; en honor a la última petición de su hermano.

   —¡Para ya, papá! No juzgues a mi esposo, porque lo hubiera acompañado si no estuviera esperando a mi bebé.

Soltó la noticia de golpe y sorprendió a todos. Los extranjeros murmuraron emocionados y la familia de su esposo quedó conmovida. Todas, emociones contrarias a la de su padre, que se cogió el corazón sin procesar lo escuchado.

   —¿Estás embarazada? —señaló furioso—. Dime que no es verdad y no te atrevas a defenderlo cuando te abandonó en una situación como esta.

   —Él no lo sabe. Se supone que se lo diría hoy, como una sorpresa de nuestro primer día de casados.

   —¿Y qué harás con ese bebé? ¡En este mundo que se fue a la mierda!

   —Detente, papá. No puedes decirle algo tan cruel a tu hija —reclamó Kelly y abrazó a su hermana—. Este mundo ya es un infierno. Por favor, no lo hagas sentir peor.

Mientras esto ocurrió, Fátima se percató de un sospechoso aumento de zombis sobre la puerta principal e intentó avisarles, pero su voz no resaltó entre la discusión. Los zombis golpearon sus cabezas contra el cristal en repetidas ocasiones, sin importar la potencia del impacto que destrozaba sus frentes. Finalmente, la secuencia de golpes logró debilitar al máximo la puerta.

PROYECTO APOCALIPSIS ©Where stories live. Discover now