CAPÍTULO IX

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ZONA SEGURA

Los representantes del mundo tenían conocimiento de las posibles consecuencias que traería el acercamiento del cometa, pero no informaron a los ciudadanos, porque sabían que, si se cumplía lo expuesto, no todos sobrevivirían. En sus pensamientos egoístas, solo los que gozaban de estatus y poder merecían ser protegidos. Por esa razón, los últimos meses algunos gobiernos camuflaron construcciones específicas, con el fin de usarlos ante un próximo desastre.

Los reportes sobre Polaris iniciaron semanas antes de su máximo acercamiento y desde entonces se registró catástrofes naturales en algunos países. Convirtiéndose en el centro de atención de noticieros que ocultaron la caída de los primeros meteoritos en las distintas partes del mundo. Estos tuvieron una dimensión tres o cuatro veces más grandes que los caídos el 27 de agosto.

La mañana previa a la boda, los primeros zombis aparecieron en ciudades donde impactaron los meteoritos, no obstante, ninguna nación expuso información fuera de sus fronteras por miedo a convertirse en un blanco vulnerable. Esta situación generó problemas, como en Perú, donde algunos de los amigos del recién casado quedaron atrapados en Trujillo, una ciudad ubicada al norte de Chimbote. Allí, los militares detuvieron un bus y enviaron a los pasajeros hacia unas carpas donde el personal médico haría su trabajo. 

Dato: Mapa para ayudarse en la ubicación de lugares mencionados y la ruta que están tomando los personajes

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Dato: Mapa para ayudarse en la ubicación de lugares mencionados y la ruta que están tomando los personajes.

La mayoría vestía uniformes de protección similares a los que se usó durante la pandemia del Covid 19. Detuvieron a todo bus que llegaba y con preguntas básicas, camuflaron sus intenciones de encontrar algún infectado. De pronto, un militar se fijó en una señorita e interesado fue personalmente a efectuar su labor. Se veía tímida esperando su turno, con ese cabello negro, largo y lacio, que combinaba muy bien con sus ojos oscuros. Era de pequeña, de buena figura y buen vestir.

   —Nombre y lugar de destino —dijo acercándose más de la cuenta.

   —Lizbeth —respondió retrocediendo—. Me dirijo a la capital.

   —Déjame contarte un secreto —la rodeó como un animal asechando a su presa—. Estamos en medio de un evento peligro, posiblemente un nivel 4 y tú te ves indefensa. Seré sincero... —acarició el rostro de Lizzy—. Si me acompañas esta noche pienso recompensarte.

Ella siguió su camino sin dar respuesta. En consecuencia, el militar, cuyo ego fue lastimado, la detuvo sujetando su brazo.

   —Eres una perra arrogante. Estoy seguro de que morirás pronto.

   —Quizá, pero prefiero eso a dejar que me toque alguien como tú —respondió quitando la mano del sujeto.

La tensión la interrumpió una enfermera que pidió a la señorita seguir su turno. Se alejó temblando después de su acto de valentía y se acomodó en el asiento donde la atenderían.

PROYECTO APOCALIPSIS ©Where stories live. Discover now