CAPÍTULO XXXIV

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EL FALSO PROFETA

Desde la zona de juegos también se sintió el movimiento de la bestia cruzando el bosque, un mal presagió que los llevó a apresurarse en la búsqueda de algún superviviente. Caminaron en medio de una zona aparentemente abandonada hasta que escucharon el rechinar de un columpio, sobre el cual se mecía un niño. Él sollozaba en una digna escena de terror, pero Brayhan lo identificó rápidamente como Gray y no tuvo miedo de acercarse.

   —Los hombres malos nos atacaron —giró con los ojos aguados—. Todos murieron y me dejaron solo...

Actuó aprovechando ser un infante y que no conocían su verdadera identidad.

   —Todo está bien, Gray. Te llevaré con tu hermano —dijo Brayhan.

De pronto, apareció Hans, convertido en zombi; como otra víctima de la cruel cacería que ordenó Cosmos durante la madrugada. Para protegerlo, el hombre se apresuró hacia el hermano de su mejor amigo, pero sintió un obstáculo entre sus piernas y extrañado se detuvo. Bajo su mirada para percatarse de un fino hilo, casi invisible, que seguía un recorrido hasta las manos de Gray. No quiso pensar en lo peor, pero en cuanto lo vio soltarlo, una lanza apareció atravesando su pecho a gran potencia.

Valery se alertó sin sospechar del niño y aunque Brayhan quiso advertirles, la sangre en su garganta se lo impidió. Segundos después, se tambaleó y cayó de rodillas dándole pase a la actuación del jinete.

   —¡Ayuda, sálvenlo! —pidió con su tierna voz que camuflaba su maldad.

   —Deja de fingir, carajito del diablo —acusó Jesús colocándose delante de su esposa—. ¿A quién engañas?

Una vez descubierto olvidó su protagonismo y se acercó al moribundo hombre con una satisfactoria sonrisa; después le arrancó el corazón con sus pequeñas manos mientras se burlaba como un desquiciado. Oscureció sus ojos poco a poco y aplicó su maldición a sus oponentes, que cayeron ante un insoportable dolor de estómago producto de "la consecuencia de la hambruna".

   —¿Tienen hambre? —extendió su mano sosteniendo el corazón—. Hagamos un trato. Dejaré con vida al que se atreva a comérselo.

Una situación desalentadora observada por una malherida Stephanie, que apenas logró escapar de la cacería junto a Valentina. Por suerte lograron encenderse en un vagón del pequeño tren turístico y esperaban pacientemente una oportunidad para huir del enemigo.

   —Estoy segura de que tu tío llegó con ellos. Así que, en cuanto te lo pida, corre y no pares hasta encontrarlo.

Valentina fue testigo de la muerte de su madre y no tuvo el suficiente tiempo para asimilarlo, por el contrario, tenía la responsabilidad de escapar sin ser vista por el peligroso jinete. De repente y ante la sorpresa de todos, Hans era un zombi especial impulsado por el odio y sed de vengarse hacia Gray. Por ello, se posicionó detrás y lo mordió por el cuello, sacudiéndose de lado a lado hasta arrancarle una porción de su carne, que lo detuvo temporalmente, entregando la oportunidad para que la niña salga en dirección al bosque.

Black regeneró el daño recibido y terminó fácilmente con el zombi, al que terminó pisando múltiples veces producto de su ira. En ese momento se percató del huir de la niña e intentó maldecirla, no obstante, una esfera de acero con algunas púas y una cadena, destrozó su cabeza desde un punto ciego y lo detuvo. Ese fue el último ataque de Stephanie antes de colapsar y mientras el pequeño jinete se recuperaba, la pareja de esposos confió en su intuición después de ver como Valery era la que más sufrió desde el inicio de la maldición.

   —Hey, nena. ¿Fuiste feliz a mi lado? —preguntó Jesús.

   —Incluso en este maldito apocalipsis, fuiste el mejor compañero —respondió Seudimar.

PROYECTO APOCALIPSIS ©Where stories live. Discover now