Capitulo LXX

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[Klazu: aviso altiro, aquí verán a los dioses japoneses más importantes...] 

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En la cuerda floja II



—Querido Fujin... ¿Puedes decirme por que nos encontramos reunidos aquí?



El ambiente alrededor de aquella mesa de madera era de un silencio que podría ser cortado con el pétalo de la mas delicada flor. Astra estaba en su forma de hombre sentado en la punta de aquella mesa, del otro extremo se encontraba Fujin que era considerado como una de las deidades que estuvo en el origen del mundo, como el responsable del viento y aire. Su hermano Rain, el dios de los truenos, tenia la cabeza agacha sin si quiera querer levantarla del hermoso esmaltado de la mesa.



—M-mi señor...nosotros no-


—Dije ¿Me puedes decir por que nos encontramos reunidos aquí?—Astra sonrió, la sonrisa no era más que una mueca en aquella mascara vacía de emociones.



Todas sus emociones "Humanas" se encontraban con Stella que estaba en el hospital, sin esa parte de si mismo la existencia del dios Primordial Astra era incompleta, pero no incompleta en algún modo de debilidad, era incompleta en modo de Caos y Desgracias. Ya ha habido varios reportes, en todo el mundo, de huracanes en el atlántico, corrimiento de tierra de Leyte del Sur, el nacimiento de un ciclón que comenzaba a tomar fuerza y sin contar con algunos accidentes aéreos y algunas pequeñas pandemias. Pero nada a mucho resaltar, solo algunas cuantas perdidas humanas sin mayor significancia para el gran ser divino.

El problema era otro.

Si Astra pierde su parte "Humana" el mundo o inclusive la galaxia en donde reside el planeta tierra podría perecer.



—¡Mi señor, lo sentimos tanto! —Izanagi e Izanami dejaron caer sus cabezas haciéndolas chocar con la madera de la larga mesa, todos los dioses japoneses siguieron el ejemplo los primeros dioses de la "Creación" — ¡No sabíamos que él tenia tales pensamientos insanos!— hablo Izanagi quien seria el dios de la creación, miro al hombre que estaba magullado sobre la mesa y completamente inmovilizado que apenas parecía respirar.


—¡Lo sentimos tanto mi señor!—la esposa de Izanagi, Izanami, diosa de la muerte, secundo a su marido— ¡Si hubiera sabido que este niño planeaba tal atrocidades lo hubiera detenido!

Reescribamos el FuturoWhere stories live. Discover now