Capitulo LXXVI

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[Klazu: Cumple de los Gemelos Oni y de esa imagen oficial del baño.... Perfect]

 Perfect]

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Un perdón, visitas y unos golpes



Izana estaba de frente a Stella, la chica había pedido que los demás se retiraran y mando a llamar a Izana, aunque muy a regañadientes Kazutora y Takemichi se fueron, los demás entendieron, luego de hablar tanto y que Enma escribiera tanto como pudo, pudieron aliviarse de esa pesada carga que llevaban cuando Stella aun no despertaba. Ahora era el turno del peliblanco que estaba acompañado de Kakucho que estaba a un lado de su Rey blanco



—Stella—Comenzó Kakucho que, dado un paso al frente, se inclino en perfectos 90°— De verdad, te lo agradezco mucho, salvaste a Izana... pero...tú


—Estaré bien— Stella le resto importancia, miro por la ventana, aunque la cortina estaba corrida por petición de Izana, se podían ver las siluetas de algunos pasear de ahí para acá— Se evito una tragedia


—Pero estuviste a punto de morir— Izana fue el que hablo esta vez, tenia la mirada baja y no quería alzar la vista para ver el rostro de Stella. Aun tenia el recuerdo de la chica tosiendo sangre y siendo intubada para que pudiera respirar— Te arrebate un pulmón


—Si, es cierto, casi muero—asintió Stella—Kakucho levántate... no me agrada ver a la gente así—el de cicatriz obedeció pero también mantenía la vista baja— Se que es...algo que no podremos olvidar...



Un escalofrió le recorrió, el recuerdo de como poco a poco el respirar se le hacia difícil, la sangre recorriendo su pecho, el dolor de las heridas de balas, todo eso se mantendría en esta vida con ella, pero no es como si hubiera recibido en sus anteriores vidas alguna herida que casi le cuesta la vida. Lo que más le dolería, además de las balas, sería el día en que fue marcado como esclavo, el dolor en su pectoral izquierdo jamás se borro en lo que duro esa vida, pero el consuelo que tuvo fue que no fue un esclavo para siempre ya que un tal Simón había liberado al pueblo y con eso a ellos. Algún día se lo agradecería si es que se encuentra con esa alma reencarnada.


Los ojos celestes se fijaron en Izana, Stella respiro profundo.



—Quizás te preguntes por que no te culpo...pero si te culpo—Izana se tenso y a su lado Kakucho igual— Pero no me arrepiento el haberte salvado...—Stella tomo un respiro profundo—Lo haría de nuevo, eres alguien que a sufrido mucho...solo espero que sepas aprovechar—la pelinegra frunció el ceño, de verdad que ya le cansaba tener que respirar tantas veces seguidas— Esta segunda oportunidad que te di.. no me decepciones, Izana—Stella apretó sus puños, solo quería golpearse el pecho para ver si su pulmón podría ayudarle un poquito más porque quería verse seria en lo que decía y respirando como tartamudo con ataque de risa no le ayudaba mucho— Ya tienes una familia... y alguien que te aprecia mucho...no desperdicies esta nueva oportunidad

Reescribamos el FuturoWhere stories live. Discover now