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Alina tenía una hora de retraso, hoy era su día libre y dijo que llegaría a las cinco

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Alina tenía una hora de retraso, hoy era su día libre y dijo que llegaría a las cinco. Eran las seis.

Odiaba que me hicieran esperar, nadie me hacía esperar ¿Quién se creía que era ella para creer que podía hacerme esperar?

Esta mujer era insoportable.

—Cálmate, Alexei, no puedes someterte a mucho estrés, recuerda.

—Sí, lo sé, ¿pero por qué tarda tanto en llegar? —nunca me había sentido tan ansioso.

—A lo mejor se le presentó alguna situación, no entiendo por qué te preocupa tanto que no llegue.

Y yo tampoco lo entendía, este tipo de emociones nunca me dominaban, pero ahora estaba cayendo bajo el poder de la ansiedad. Desde que llame al hospital preguntando si hoy era su día libre y me confirmaron que sí, me encontraba en este estado. Una hora después me escribió diciéndome que venía.

No tenía idea de como había conseguido mi número, quizás se lo había dado Dimitri.

Unos golpes en la puerta me sacan del trance, debía ser ella. Camino hasta la puerta y la abro sin darle tiempo de volver a llamar.

—Llega tarde, Klara.

—Tuve un contratiempo y no me digas Klara.

—Solo pasa. —en cuando pone un pie adentro, mira a su alrededor detenidamente.

—Sí que te crees hijo de un Rey.

—Lo soy, Klara. —Frunce el ceño al escuchar su apellido nuevamente, pero lo deja pasar.

—¿En serio? Porque el apellido Voronin no sale en ninguna parte de la monarquía. —sonrío, alguien había estado investigando sobre mi familia.

—No es ese tipo de realeza.

— ¿Entonces según tú cuál es? —se cruza de brazos, lo que me hace bajar la mirada a su pecho por unos segundos.

¡Esta mujer era exasperante!

—¿No te cansas de ser así?

—¿Así cómo?

—Estar todo el tiempo a la defensiva.

—No estoy a la defensiva.

—Claro y tus ojos no son hipnotizantes.

—No lo son.

—Bien, Klara, tú ganas, no lo son. Vamos a mi oficina para que me revises.

Me sigue en silencio observando todo a su alrededor, por fin esa boquita tan linda que tenía se quedaba en silencio.

Entramos a mi oficina, era donde mayormente realizaba mis negocios, por desgracia también había asesinado a muchos aquí —mi alfombra resentía ese hecho—, pero no era la gran cosa.

En manos de un mafioso © Libro 1 || [Disponible Físico y E-book en Amazon]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن