13

45.2K 2.7K 156
                                    


Todo era una mierda

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Todo era una mierda. Había recordado el pasado de Alina o Anastasia, no soportaba ver cómo su padre le mentía en la cara y aunque yo quisiera contarle la verdad, era algo que tendrían que resolver padre e hija en su momento.

Recordar fue maravilloso y doloroso en ambas partes, todos los momentos que pase con Alina fueron perfectos, las risas, las peleas, tenía sentido porque desde que nos reencontramos existía esa necesidad de desafiarla, ella nunca se quedaba callada, siempre tenía una respuesta para todo. Pero el recuerdo más doloroso que tenía del pasado era cuando se fue de mi lado, éramos solo unos niños, pero entre nosotros existía más y desconocía la magnitud de este sentimiento. Recordaba con exactitud las palabras que le dije ese día.

Veintiún años atrás; la despedida.

Nos encontrábamos en la mansión Voronin, mi padre nos había dejado en mi habitación. Anastasia no paraba de sollozar por más que la mantenía abrazada contra mi pecho, algo se removía en mi interior al verla así.

—Tengo que ir por mamá, llegaremos tarde a mi fiesta de cumpleaños. —dijo de un momento a otro, apartándose de mi lado, había dejado de llorar como si nada. Se volteó a verme con el ceño fruncido—. ¿Quién eres?

—¿Cómo...? Soy rizos de oro, así me dices. —no había nada en sus ojos que indicara que me reconocía, ¿cómo era posible que me hubiera olvidado en cuestión de minutos?

—No te conozco, así que llévame con mi padre. —no había nada de la niña que conocía, esa mirada divertida y dulce se había vuelto fría, casi... vacía. Como si estuviera rota.

—Yo... te llevaré con él. — dije, poniéndome de pie, tal vez su padre entendería lo que sucedía, sentía como una espina en el pecho al saber que no me recordaba, que había olvidado nuestros días juntos.

Salimos al pasillo, todo estaba en silencio a excepción de los gritos que provenían del despacho de mi padre, no sabía si Lucios ya se encontraba aquí, pero necesitaba ayuda. Entro sin tocar a su despacho, estaba gritándole a alguien a través del teléfono.

—Papá —dije, llamando su atención, por la mirada que me da supe de inmediato que le había molestado que entrara a su despecho sin tocar—, es importante. —dijo algo en ruso entre dientes y colgó.

—¿Qué sucede Alexei? —tenía un tono cansado y lo entendía, las últimas horas habían sido un desastre.

—Anastasia... ella no recuerda nada de lo que paso. Ella no me recuerda, papá. —un nudo se formó en mi garganta, pero hice todo lo posible por controlarlo.

—¿Qué...? ¿Dónde está ahora?

—Afuera.

Se acercó a la puerta y la abrió, fuera de esta estaba Anastasia con aspecto ansioso. Padre se puso en cuclillas frente a ella y por ende, ella retrocedió un paso.

En manos de un mafioso © Libro 1 || [Disponible Físico y E-book en Amazon]Where stories live. Discover now