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Mi cuerpo me pedía que descansara, pero si no obtenía respuestas ahora, entonces me vendría abajo

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Mi cuerpo me pedía que descansara, pero si no obtenía respuestas ahora, entonces me vendría abajo. Esto era algo que necesitaba para no pensar en los últimos días.

¿Y bien? —se habían sentado y me miraban fijamente.

Mi padre suspira y comienza hablar.

—Mucho antes de que yo conociera a tu madre, tu abuela Anoushka o Ana, trabajaba para mi padre, tu abuelo, Antonio Smirnov, ella era la encargada de su seguridad, ella era alguien muy querida por todos y una guerrera. Un día conoció a Jasha Syoma, tu abuelo, era uno de sus guardias, pero también el diseñador de armas más buscado del mundo, se enamoraron y tuvieron a una niña, Alina Syoma, tu madre.

«Siguió los pasos de su madre y comenzó a trabajar para mi padre, un día enviaron a tu abuela a una misión, acabar con los italianos, pero ella terminó secuestrada por ocho meses, durante ese tiempo tus abuelos la buscaron, pero nunca la encontraron, después de los ocho meses enviaron su cabeza en una caja a Jasha. Eso los destruyó y fracturó su relación de padre e hija.

«Paso un tiempo hasta que Antonio puso a tu madre en mi anillo de seguridad, en el momento que la vi, quedé enamorado. —sonríe con nostalgia y un nudo se forma en mi pecho—. Era una terca, al igual que tú, tenía un carácter indomable y una personalidad maravillosa, no me lo puso fácil, me rechazo una infinidad de veces hasta que de tanto insistir me aceptó, sabía que disfrutaba haciéndome sufrir.

«La relación en un principio, fue clandestina, pero después Antonio nos descubrió, él quería que nos separáramos, nunca lo hice, luche por ella con todas mis fuerzas y al final nos dio su bendición, él quería probar si de verdad la amaba y que no era un capricho más. El día de nuestra boda no fue como deseábamos, se convirtió en un baño de sangre que sorprendentemente quién lo detuvo fue Lucas, en ese momento estuve agradecido con él, pero ahora viéndolo desde otro ángulo fue su primera jugada.

—Por eso firmaron la tregua. —susurro, tenía sentido.

—En parte sí, pero otra de las razones fue por tu abuela, Ana, ella murió por causa de nuestros conflictos y nunca me perdonaría por eso, Alina perdió a una madre y tú a una abuela. Semanas después de la boda, tu madre me dijo que estaba embarazada y fui el hombre más feliz del mundo, aunque también estaba asustado, ya que todos querrían llegar a ustedes para debilitarme.

«Nunca sucedió gracias al cielo, naciste siendo una niña fuerte y hermosa, mi heredera, mi niña, mi princesa. Me volví aún más sobre protector con ambas, no quería que les sucediera nada, por eso te tenía en una torre y procuraba que no salieras y cuando lo hacías era con un escuadrón que te cuidaba. Cuando lo conociste a él —señala a Alexei—, hablé con Dimitri y le prohibí verte, porque siendo solo un niño tendía a meterse en muchos problemas y no quería que te vieras envuelta con nada referente a él y por lo visto, mis esfuerzos fueron en vano.

«Supe de todas las ocasiones en las que te colaste en mi casa para ver a mi hija y sé que tu padre siempre te ayudo. —suspira—. Días antes de tu cumpleaños número cinco, viaje a Italia con Marizza, la esposa de Lucas, tenía seis meses de embarazo, fuimos emboscados camino a casa de Luciano por un grupo de narcos que tenían cuentas pendientes con Lucas, mataron a todos mis hombres y tomaron a Marizza, la orden directa era matarla, pero salí a defenderla, un francotirador me disparó al tiempo que yo jalaba el gatillo y mataba al verdugo de Marizza, pero aun así le dio tiempo de matarla.

En manos de un mafioso © Libro 1 || [Disponible Físico y E-book en Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora