28

35.3K 2.1K 346
                                    

Me sentía en las nubes, la noche había sido más que perfecta, simplemente no quería que el día terminara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me sentía en las nubes, la noche había sido más que perfecta, simplemente no quería que el día terminara. Alexei había ido a ducharse, yo, en cambio, me había quedado en su estudio, podía ver su personalidad en cada una de las pinturas desde la más sanguinaria hasta la más inocente, era ridículo lo sé, ¿cómo un mafioso podía conservar una parte de su alma inocente?

Por más que no conocía mucho de la mafia sabia que muchos niños eran lanzados a este mundo desde temprana edad, eran obligados a matar, aprender a usar armas y cuchillos en vez de jugar con legos y muñecos, lo veía como un acto cruel, pero era de cierta forma era necesario si querían que fueran alguien fuerte y no un cervatillo a quien devorarían los lobos fácilmente. Aunque si yo tuviera un hijo le daría la opción de decidir, mi destino ya estaba escrito, yo sería quien dirigiría la mafia después de matar a Lucas y lo aceptaba, pero un niño, que era un ser inocente, tenía que crecer, disfrutar de su infancia y cuando creciera, podría escoger.

En el estudio de Alexei encontraba un ambiente reconfortante, no podía dejar de observar la pintura donde tan solo era una niña y por más que luchaba contra los muros de mi mente no encontraba nada, era como si eso nunca hubiera pasado, pero sabía que si había pasado, solo tenía que esforzarme un poco más.

La pintura donde dormía me tenía embelesada, parecía una diosa en todo el sentido de la palabra, ¿Así me veía él?

—Sí, así te veo. —me volteo encontrándolo recostado en la pared usando solo un pantalón de dormir, nunca lo había visto sin camisa y me quedo un par de minutos observando su pecho tatuado. Alexei era un pecado.

—¿Qué?

—Pensaste en voz alta. —murmuro algo incomprensible y sigo observándolo—. Límpiate la boca.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Estás babeando. —tenía una sonrisa arrogante en el rostro y yo solo quería contradecirlo, pero no tenía con que, me había atrapado en el apto.

—Es que tu masa corporal está muy bien distribuida. —digo intentando sonar lo más profesional y serena posible.

—Si ya creía yo que era eso. —pongo los ojos en blanco y me acerco a donde está, enarca una ceja al ver que no es lo suficiente como él hubiera querido.

—¿Qué quieres exactamente de mi Alexei? —era una pregunta que me venía rondando hace días la cabeza, no nos odiábamos, pero apenas nos soportábamos y si lo pensaba bien esta había sido la única ocasión en la que habíamos pasado tanto tiempo juntos sin provocarnos mutuamente, lo quería, pero en ocasiones no lo soportaba.

—¿Qué quieres tu Alina? —pregunta, en cambio.

¿Qué quería yo?

Yo quería mi vida, quería ser solo una chica emocionada por su graduación, quería trabajar en el hospital y salvar vidas, no quitarlas, quería muchas cosas que ya no podría tener.

En manos de un mafioso © Libro 1 || [Disponible Físico y E-book en Amazon]Where stories live. Discover now