Extra: Muerte al italiano

28.7K 1.6K 92
                                    


Klara tenía turno en la noche, el doctorcito había movido sus contactos para que comenzara antes de que finalizara la semana, lo que no me había gustado en lo más mínimo es que siguiera siendo su mentor, ¿Acaso no había más cirujanos en ese hospital?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Klara tenía turno en la noche, el doctorcito había movido sus contactos para que comenzara antes de que finalizara la semana, lo que no me había gustado en lo más mínimo es que siguiera siendo su mentor, ¿Acaso no había más cirujanos en ese hospital?

Me tragué casi todos mis comentarios al respecto, Klara estaba muy entusiasmada y no quería molestarla, Joshua la estaba esperando cuando llegamos y es muy posible que la besara hasta dejarla sin aliento para dejarle muy en claro que era mía.

En cuanto me fui regrese a casa, tenía dos asuntos que requerían de toda mi atención, la primera, mi propuesta de matrimonio y la segunda, la muerte de Lucas, habían transcurrido tres días ya desde que inició su tortura, lastimosamente él era el único que seguía vivo.

La cabaña se encontraba en absoluto silencio cuando entre en ella, los otros tres cuerpos ya habían sido incinerados, así que solo faltaba deshacerse de Lucas, él tuvo tres castigos, fue electrocutado, azotado y violado, ya no quedaba nada de él, se encontraba hecho un ovillo en una esquina de la habitación cuando entre, lo mataría de la misma manera en la que él tenía planeado matar a Klara, con una bala en la cabeza tras haberla hecho sufrir.

—¿Cómo te encuentras? —Me acuclillo, frete a él y levanto su asqueroso rostro, se veía más sangre que piel, lo habían golpeado hasta que su rostro quedo irreconocible, sus ojos no eran del todo visibles a causa de la hinchazón en los parpados—. Te pregunté como te encuentras. —aprieto el agarre alrededor de su rostro hasta que comienza a gritar.

—¡Bien! Estoy bien.

—Eso quería escuchar. —me pongo de pie y saco mi arma—. Nos veremos en el infierno, Lucas Moretti, tu castigo no ha terminado.

Disparo ensuciando el lugar con sus sesos, ya no tenía que preocuparme porque la lastimara de nuevo, ahora solo tenía que protegerla de los que intentarían hacerle daño, aunque muy pocos lo intentarían, ella era la reina y tenía al Diablo de su lado.

Salgo de la cabaña y respiro el aire frezo, todo estaba cubierto de nieve, me encantaba este lugar y lo extrañaría un poco cuando nos mudáramos, porque sé que al final lo haríamos.

—Que quemen el cuerpo y limpien todo el lugar. —ordeno a uno de los guardias.

Tomo el sendero que me lleva a la casa, miro por unos minutos el claro y sonrío, todo había comenzado cuando éramos solo unos niños y ahora tenía planeado casarme con ella.

Tuvimos la suerte de que la vida nos uniera de nuevo, yo fui afortunado por tener tres oportunidades y aprovecharía esta última con toda la seguridad del mundo, porque la vida no era tan generosa y en algún punto se cobraría estas tres oportunidades. O ya lo había hecho.

Llego a la casa y me encierro en mi despacho, no quería que lo que hablara a continuación llegara a oídos de Klara. Marco el número y espero a que respondan.

—Sr. Voronin, ¿llama para saber de los progresos? —contesta una voz masculina, Nick era un diseñador de interiores, uno de los mejores y él siempre se había encargado de decorar todas mis propiedades.

—Sí, ¿Cómo va todo? ¿Para cuándo crees que esté listo?

—En una semana, Sr. Voronin, todo está siendo decorado tal como pidió y me tomé la molestia de agregarle unos detalles que de seguro le gustarán a su mujer. —confiaba en su habilidad, yo le decía como quería todo y él me sorprendía—. Los libros estarán llegando en un par de días, pero no pude conseguir todos lo que pidió.

—¿Cómo qué no?

—Verá, Sr. Voronin, los ejemplares son muy difíciles de conseguir y aún más si se trata de Jane Austen o Emily Bronte.

—No, les harás entender a esas personas que quiero el ejemplar de Orgullo y Prejuicio y Cumbres Borrascosas. Mi mujer tiene los libros, pero yo quiero darle los ejemplares.

—Haré lo posible, Sr. Voronin.

—Nick, llevas conmigo trabajando los suficientes años como para saber que siempre obtengo lo que quiero y si tengo que destruir a esas personas para que me den esos ejemplares lo haré, así que por el bien de ellos sé muy persuasivo y deja mi amenaza en claro.

—Sí, Sr. Voronin, ¿algo más?

—No, solo consígueme esos libros. —digo y termino la llamada.

Si era necesario recorrería todo el mundo para conseguir esos libros, había leído las notas que había hecho en las esquinas de los libros, le habían encantado y yo quería darle todo.

Le había mandado hacer una biblioteca, algo pequeño para que se sintiera cómoda, cuando fui a su viejo apartamento revise todos los libros que tenía y revise libros similares a ellos, más otros que creí que le podrían gustar, inicie esto en cuanto me dijo que le gustaba leer.

Pero la idea de pedirle matrimonio ahí surgió cuando dijo que esperaba una propuesta digna, ¿y a que lectora no le gustaría una preposición de matrimonio en una biblioteca que había sido diseñada solo y únicamente para ella?

Sabía que ese lugar le encantaría y también sabía que me costaría sacarla de ahí cuando no estuviera en el trabajo, normalmente en la noche no trabajaba, pero con Klara fuera no podía descansar, no tenerla a mi lado me provocaba una sensación de angustia en el pecho y supe que tenía que acostumbrarme porque ahora es que vendrían turnos en la noche.

Trabajaría todo el rato que estuviera afuera y dormiría solo cuando ella lo hiciera, así de sencillo.

Saco la cajita negra de terciopelo y la abro, la argolla era de oro y el diamante era azul, eran muy codiciados y difíciles de conseguir, pero Klara solo tendría lo mejor, la razón por la que había escogido un diamante azul era porque sabía que era su color favorito y tenía un significado.

"Pureza y Perfección"

Eso era lo que significaba y eso es lo que es ella, un ángel de corazón puro y perfecto. Mi Ángel, mi Reina, mi princesa y mi todo.

El día que me convirtiera en su esposo sería el hombre más feliz del mundo, porque había sido suyo desde que la vi en ese claro.

Era suyo en cuerpo y alma.

Estrellitas primer extra, algunos serán cortos como este y otros no tanto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estrellitas primer extra, algunos serán cortos como este y otros no tanto.
Espero que lo disfruten
Con amor
Rosi 💙

En manos de un mafioso © Libro 1 || [Disponible Físico y E-book en Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora