Yo soy la asesina

Capítulo 2- Cambio de look

Cuando termino de pensar en lo que "Él" me hará, voy a donde Christine y Lena, mis amigas.

Ellas no saben nada de mi vida, todo lo que creen saber es una farsa, creen que tengo familia y también que vivo feliz, no me gusta mentirles, pero no me queda otra.

–Hola chicas

–Hola Ali, ¿Dónde te habías metido?–Chris, tan curiosa como siempre. Ella tiene el pelo castaño muy claro, según le dé la luz parece rubio, normalmente lo lleva suelto, es de piel muy blanquecina y más o menos de mi altura, esta delgada, y lo increíble es que come muchas chucherías y comida rápida, pero los chicos pasan de ella porque saca buenas notas y no es de esas zorras que se van con cualquiera, a ella le importa más cómo es una persona por dentro que como se ha formado por fuera, y eso me encanta.

–Ah, solo estaba arreglando alguna que otra cosilla...–odio hacer esto, me encantaría contarles todo...

–Mientras tú no estabas, Chris y yo hemos hablado de algo. –ella es Lena, delgada y un poco más bajita que Chris y que yo. Es de piel pálida en contraste con su pelo oscuro, largo y liso, sus ojos son de un color muy parecido al de su pelo y tiene una sonrisa preciosa. Conozco a un chico que le iría perfecto, pero ella no quiere tener una relación, así que no toco mucho el tema.

–Sí, algo que yo creo es de mediana importancia.

–¿El qué?–tengo bastante curiosidad por saber a qué se refiere, no suelen hablar delante de mí así.

–Bueno... Es... Hacerte un cambio de imagen, a veces una persona bonita por dentro también tiene que estar bonita por fuera. No es que no nos guste como vistes pero... Tal vez un pequeño cambio te sentaría mejor, siempre con ropa que a ti te guste, claro está, no queremos convertirte en una puta, pero tampoco vendría mal que cambiases de vez en cuando esas botas, o llevases una ropa menos... nerd de película.

–¿Por qué? Mi imagen combina con como soy–mi tono de voz ha bajado, lo último lo he acabado murmurando, estoy nerviosa, tengo un mal presentimiento, si no consigo convencerlas de que mi estilo es el ideal para mi, me dirán de ir al centro comercial, y si no voy... no me hablarán en la vida.

–Sería divertido.–Lena ya está entusiasmada, como siempre.

–Si, además, no vienes nunca con nosotras.–me pone una cara de cachorrito, la verdad es que me apetece ir con ellas, pero... no se si me puedo arriesgar a ir...

–Vale... intentaré convencer a mi... padre–lo he dicho sin pensar, se lo preguntaré a Daemon, ahora vivo con él, porque "Él", su padre, está por ahí matando, secuestrando o a saber que haciendo con gente inocente.

–¿De verdad tienes que preguntar?

–Sí, me lo exigen.

–¿Tu padre te exige cosas?–se ve una expresión de sorpresa en su cara, y Chris no es de sorprenderse mucho, pero lo que más me sorprende es que al preguntar eso, parece estar algo asustada, como si eso fuese una señal de que en casa me maltratan.

–Si, bueno, es lo normal, he dicho exigir, pero lo que me tiene que dar es permiso, o decirme a qué hora tengo que volver, ya sabes.–tienen suerte, a ellas les ha tocado una muy buena vida, en cambio a mí... yo no sé lo que es tener padres, tampoco sé lo que es tener una vida normal, no sé lo que es tener una familia, ellas son mi única familia.

–Bueno, entonces, ¿Dónde quedamos si a ti te dejan, Ali?

–En el centro comercial a las cinco, y así, si mientes a tu padre, no se enterará.

–Vale, luego llamo a D... mi padre.

–¿Ibas a llamarle por su nombre?

–Da igual, Christine, es solo un reflejo.