Borro esas dudas de mi cabeza cuando Jayden se va a hacer la comida, subo al cuarto de Anne. Me la encuentro igual que ayer, con la excepción de que está mirando un termómetro, me acerco y me siento en la silla del escritorio.
- ¿Qué tal pequeña?
-Ali... -su voz está más débil que ayer, miro el termómetro, treinta y ocho con nueve, definitivamente es demasiado para ella- Jay me había dicho que igual no podías venir...-tose, cada vez me da más pena, aunque bueno, Jayden cuida de ella.
-Lo sé, pero he encontrado un hueco, aunque a las tres y media me tengo que ir, ¿vale?- asiente.
- ¿Jay te ha dado la flor?-asiento- Jay la hizo conmigo cuando te fuiste, es muy bueno haciendo estas cosas... aunque él diga que no. -sonrío.
-Pues gracias por hacerme un tulipán, eran las flores favoritas de mi madre. -lo sé porque recuerdo que ella decía que yo era su pequeño tulipán.
- ¿Eran?
-Si ella... murió cuando yo era muy pequeña.
-Lo siento...
-No importa peque.
-Vale... ¿Por dónde habéis entrado? No he oído la puerta...
-Un sitio secreto.
- ¿Cuándo me cure me lo enseñaras?
-Te lo enseñara tu hermano.
-Entonces te ha llevado Jay... es porque le gustas...- aun enferma sigue en sus trece, me gusta que sea así de peleona, pero ¿no podría ser con otro tema?
-No es verdad, que me enseñe sus secretos no es que le guste, es que confía en mí.
-Pero te ha dado la rosa, la rosa mágica, con la que hacia magia... ya no hace magia...
- ¿Y?
-Pues que me recuerda que te dio la rosa...
-Si quieres se la devuelvo. -espero que no diga que sí, Marcus la habrá quemado, así que no puedo devolverla.
-Te la ha dado, quédatela...
-Ammm... ¿Toc toc?- me giro y veo a Jayden con una bandeja en las manos y sin poder abrir la puerta de la habitación, no es que esté cerrada, pero no está lo suficientemente abierta como para que pase bien, me río y le abro- La comida- deja la bandeja a los pies de la cama de Anne, como es una niña no ocupa toda la cama, así que la comida ahí no corre peligro alguno-. Serviros vosotras mismas. -cogemos lo nuestro y empiezo a comer, el carbón de él cocina bien, muy bien, Anne no tiene reparos en decírselo.
-Ezta mu dico. -tiene la boca llena, que manía tiene esta niña con eso.
-Me alegro enana.
-Si... Anne tiene razón, está muy bueno. -sonrío y el me corresponde.
-Gracias por el cumplido.
Seguimos comiendo mientras Anne nos habla de sus amigos de clase, cuando terminamos Jayden recoge todo, sin dejarme siquiera recoger una servilleta, baja a lavar los platos, supongo, ya que no dice nada.
-Ali...
- ¿Qué?
- ¿Me haces un favor?-asiento, ¿cómo me voy a negar? Aun estando enferma podría derretirme el corazón con una carita de perrito, me hace un gesto para que me acerque a ella y me susurra con su voz débil y acatarrada- Si mi hermano hace alguna tontería... perdónale, le gustas y se pone nervioso.
- ¿Cuándo vas a entender que no le gusto?-le respondo en un susurro, voy a seguirle el juego de que todo esto es un secreto.
-Cuando traiga más chicas a casa...-no entiendo lo que dice, y creo que se me nota en la cara, ya que sigue hablando. -. Ahora solo vienes tu... antes traía muchas más chicas a casa... así que cuando traiga chicas otra vez... me lo creeré...-se tapa todo lo posible con la manta y se acurruca, le acaricio la frente.
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Yo soy la asesina
Mystery / ThrillerLos dos mundos de Alice Anderson son completamente distintos. Por una parte, es una estudiante de instituto brillante. Por otra parte, la desesperación que tiene que vivir cada día la está consumiendo lentamente. Vive encerrada en un mundo de muert...