Yo soy la asesina

Capítulo 17- Nuevo plan: destruir la cita

- ¿Estas bien?-pues claro que no esta bien, ¿Cómo le pregunto tal tontería?

-S-si...-se sienta apoyándose en la pared, respira muy mal, de verdad me preocupa, creo que Marcus le ha roto como mínimo una costilla.

-Claro que no... ¿Te llevo al hospital?

-N-no... no puedo... ir al hospital... y tú tampoco...

- ¿Qué hago entonces?

-Nada... estoy bien...

-Dime al menos a quien llamar, no quiero que te quedes así...

-Que estoy... bien...-Daemon intenta levantarse, pero como le falta el aire es incapaz de hacer esfuerzos y cae al suelo otra vez.

-Daemon... déjame hacer algo, es que no te puedes ni levantar...

-Eso es... porque me... he resbalado... nada más...-intenta levantarse, con el mismo resultado de antes.

- ¿Te ayudo?-Daemon asiente y yo le ayudo, con cuidado para no hacerle daño, se apoya en la pared para no caer y le miro, preocupada.

-Gracias... tráeme el... móvil... por favor...-voy al cuarto de Daemon y le doy el móvil, llama a alguien, creo que es médico, y si no lo es le voy a obligar a llamar a uno.

- ¿A quién has llamado?

-A... un amigo... es médico... abre cuando llame... ¿Vale?-asiento y empieza a ir hacia la sala, le sigo, siempre cerca, no quiero que pierda el equilibrio o algo, y menos en las escaleras, que es donde más daño se haría, se sienta en el sofá de una forma un tanto extraña, pero no le voy a decir nada, si realmente tiene alguna costilla rota, se pondrá como mejor respire- ¿Qué te... pasa? ¿Estas... bien?

-No me pasa nada, y al contrario de ti, yo si estoy bien. -suena el timbre y voy a abrir, al otro lado de la puerta veo al único amigo de Daemon que conozco, ese que hablo con Daemon de usarme para un par de horas, aunque cuando lo miro a los ojos veo lo mismo que en Daemon, nada de maldad, me sonríe.

-Hola, soy Maurice.

-Yo Alice.

-Lo sé, ¿dónde está Daemon?-señalo la sala y el pasa directamente, llega a donde Daemon y se sienta en frente suyo, le mira de arriba abajo y me mira- ¿Qué le ha hecho?

-No lo sé, no lo he visto. -quiero que sea Daemon el que se lo cuente, él es el que lo ha sufrido todo, así que tiene que contarlo el, Maurice vuelve a mirar a Daemon.

-No ha... hecho nada... haz lo... que tengas que... hacer... y ya...-oigo como Maurice suspira, creo que no es la primera vez que Daemon le hace esto, abre el maletín que traía y veo que es como un portátil, creo que tiene tecnología de rayos-x o algo así, aunque ese maletín seguramente es ilegal.

-Quítate la camiseta o no servirá de nada-Daemon le hace caso y noto mis mejillas arder, Maurice me mira y suelta una carcajada, miro al suelo y vuelvo a oír la voz de Maurice-. Puedes irte si quieres. -subo rápido y me tumbo en la cama mirando al techo.

¿Qué ha sido eso? ¿Deseo? ¿O es que me gusta? No lo sé, estoy hecha un lio... tal vez solo sea que me daba vergüenza...cierro los ojos y oigo pasos, me siento y miro hacia la puerta, veo a Maurice sonriendo apoyado en la puerta.

- ¿Más tranquila?

-Calla. -se acerca y me da unas pastillas.

-Son para Daemon, que las tome tres veces al día, odia los medicamentos así que tendrás que insistir un poco, pero es por su bien, le ha roto dos costillas-asiento y se vuelve a alejar, pero no se va, cierra la puerta del cuarto y se sienta a mi lado en la cama-. ¿Hace cuánto os habláis?