Yo soy la asesina

Capítulo 47- Asesinato a un menor

-Bueno, que mi padre sea agente de la CIA no me da la infancia más normal del mundo-sonrio, agente de la CIA, tal vez pueda ayudarme, o tal vez me aparte de Jay para siempre... espero que sea la primera-. ¿Y esa sonrisa?

-No es nada.

-Vale, pero yo no te he dicho nada, ni siquiera yo debería saberlo.

-Seré una tumba, pero, si no deberías saberlo, ¿Cómo lo sabes?

-Bueno... cuando buscaba la información para ti vi un par de papeles en los que ponía CIA, los leí, era algo así como su contrato.

-Vaya... no deberías mirar tanto las cosas de tu padre...

-Solo es por curiosidad, aunque no me hubieses pedido ayuda habría mirado.

-Tanta curiosidad te llevara a un mal sitio.

- ¿Cómo a cuál? ¿A ti?-le empujo, algo ofendida por su comentario, vale que su curiosidad es lo que nos ha acabado juntando del todo, pero me ha ofendido que me llame "algo malo".

-Te odio. -veo como la sonrisa de su cara se borra, le ha dolido que diga eso, pero estoy enfadada.

-Sé que no es verdad.

-Es la verdad.

-No, no mientas.

-No miento, es la verdad.

-Vega, sé que no.

-Te o-dio. -separo cada silaba como si con eso fuese a convencerle, y parece que lo hago, porque baja la mirada con cara de pena.

-Si me odias tanto mejor me voy, ¿No?

-No me retes, me ha dolido lo que has dicho.

-No te estoy retando Ali... lo siento si te ha dolido no era mi intención... quiero quedarme contigo.

- ¿Por qué?

-Porque me gusta estar contigo, es lo que más me gusta. -miro a otro lado, no puedo enfadarme con él, tal vez sí que lo haya dicho sin querer.

-Vale... te dejo acompañarme hasta mi casa. -sonríe y vuelve a acercarse a mí, me pasa el brazo por la cintura y yo le doy un beso en la mejilla, agarro la chaqueta para que no se me caiga y nos dirigimos a mi casa.

La calle esta desierta, es un barrio seguro, y precisamente por eso Marcus eligió este barrio, nunca nadie sospecharía que unos asesinos han vivido, viven o vivirán en él, así que exceptuando algún que otra hombre yendo o viniendo del trabajo o algún adolescente al que no le ha gustado el baile y prefiere terminar la fiesta en su casa, no nos cruzamos con nadie.

Llegamos a mi casa y beso a Jay a modo de despedida, le devuelvo la chaqueta y entra a casa, aun sonriendo como tonta por el beso que nos hemos dado.

-Hola Daemon. -entro en la sala, está sentado en el sofá de la misma, leyendo un libro.

-Hola-se gira a mirarme y abre los ojos, me saca una foto con el teléfono, haciéndome sonrojar-. Estas preciosa Ali.

- ¿Ha venido Marcus?

-No, sube a cambiarte por si viene.-subo corriendo y me cambio a la ropa negra de asesina de siempre, me deshago el peinado que me ha hecho Lena con tanto cuidado para hacerme la coleta de siempre y me lavo la cara para deshacerme de maquillaje, no tengo desmaquillador para estos casos, lo que suelo usar de maquillaje no me lo suelo quitar nunca, por muy malo que sea para la piel, no puedo gastar dinero en cosas como esas, el poco que tengo lo quiero ahorrar para cosas importantes.