Capítulo 30- Amenazas

1.3K 128 2
                                    

Cuando despierto no es que sea muy tarde, o eso me parece, miro la hora en mi despertador, las seis y media, bajo para asegurarme, por si mi despertador está mal, pero en el del piso de abajo también puedo calcular la hora de las seis y media. Veo a Daemon muy tenso, noto que está lleno de ira, pero creo que no quiere descargarla contra mí.

- ¿Qué te pasa?

-Déjame...

-Dime que te pasa, estoy preocupada.

-No hagas como que te importo, yo no te importo, ni a ti ni a nadie.

- ¡Me importas!-no sé porque le he gritado, pero parece que le afecta demasiado porque me empuja contra la pared, haciéndome daño en la espalda.

-No me mientas, no te importo.

-S-si me importas...

-No te importo, no le importo a nadie en este puto mundo.

- ¡Que si me importas! ¿¡Que tengo que hacer para que me creas!?-me coge por las muñecas contra la pared, me hace daño, mas por las heridas que tengo que por la fuerza que él está haciendo.

-No me grites.

-... Yo te grito si me da la gana. -empiezo a forcejear, quiero que me suelte, pero él no tiene intenciones de hacer eso.

-No puedes hablarme así-hace más fuerza, la ira le puede-, y si no te importo, ¡Tu a mi tampoco!

- ¡Que si me importas!

- ¡Deja de jugar con mis sentimientos!

-No juego con tus sentimientos.

-Entonces, ¿por qué me dices cosas que no son verdad?

- ¿A qué te refieres?

-Me dijiste que me querías-clava sus dedos en mis muñecas, haciéndome soltar un gritito tan agudo que casi ni los perros lo oyen-, pero no es verdad, me odias.

-No te odio.

-Me da igual lo que me digas, ¿Sabes por qué? Porque sé que es mentira, ¿Qué tengo que hacer para que me digas una puta palabra de verdad? ¡¿Entregarte a mi padre?!

-No hagas eso... yo te estoy diciendo la verdad...-se me escapa una lagrima y Daemon me tira al suelo con fuerza.

-Que me digas la verdad.

-Te estoy diciendo la verdad...-seco la lágrima que continúa resbalando por mi mejilla-Si no me crees ¿porque me hablas?

- ¡Porque quiero escuchar la verdad!

-Ya la has escuchado...-me da una patada, apenas duele, es como si no quisiese hacerme daño, pero algo le obligara.

- ¡Dime la estúpida verdad!

-Si es estúpida, ¿Por qué quieres saberla?

- ¡A mí no me hablas así!-me da una patada mas, esta sí que duele, por lo cual grito-Ahora dime la verdad.

-Ya te la he dicho. -me aprisiona contra el suelo, impidiendo cualquier intento de escapar por mi parte.

-Se cual es la verdad, que no te importo, y eso es lo que quiero oír salir de tu boca.-parpadeo y en vez de ver a Daemon veo a Marcus, parpadeo unas cuantas veces por la incredulidad que me produce y vuelvo a ver a Daemon, pero me recuerda a su padre.

- ¿Me dejaras en paz si digo lo que quieres?

-Quiero la verdad.

-No es lo que quieres, tu quieres que te diga que no me importas, y si así consigo que pares de hacerme daño, lo diré, no me importas.-se pone recto y me da una patada que me hace gritar.

Yo soy la asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora