Capítulo 32- Dos fantasmas y un muerto

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Cuando me despierto por la mañana todavía noto la sangre que se quedo en la ropa que use ayer en los asesinatos... bueno, en el asesinato y las agresiones, ya que no mate a los dos primeros...
Me levanto y cojo algo de ropa para ir a ducharme, lo necesito, necesito quitarme esta sensación de que la sangre se pegó en mí y no en mi ropa, me siento fatal por lo que hice. Me desvisto y entro en la ducha, abro el grifo y dejo que el agua caiga sobre mi cabeza, sin moverme del sitio, la simple idea de que el profesor de matemáticas vaya a ser el señor Young me pone nerviosa... ese profesor siempre se entera de los homicidios que cometo... algún día alguien de clase se dará cuenta de que yo soy la asesina del alambre... en parte, porque eso lo hago para que se sepa que Marcus mando el trabajo, supongo que Daemon también lo hará, supongo que será la firma de Marcus, pero a la mínima oportunidad que tenga voy a preguntarlo para estar segura.
Miro la hora, ¿Llevo diez minutos aquí? Juraría que no han pasado ni dos. Me enjabono, me aclaro y me seco, no cojo el secador porque no me daría tiempo, así que me quito la humedad con la toalla y me visto, me da igual mojarme un poco la camiseta, hace calor, o al menos yo lo tengo. Bajo y veo que Daemon no está, me acerco a la mesa del comedor y veo un plato de huevos con beicon y un zumo de naranja, hay una nota sujetada por los cubiertos, "Lo siento, he tenido que irme, pero te dejo el desayuno, sé que no es lo mismo, pero no me puedo clonar. -Daemon", esa nota consigue sacarme una sonrisa, y no voy a desperdiciar su esfuerzo, así que me siento y desayuno.
Voy hacia el instituto, la verdad es que quiero ver a Chris y a Lena, llevo tanto tiempo sin verles que ya no sé si les voy a reconocer cuando les vea, bueno, estoy exagerando, en ocho meses no se cambia tanto, ¿O sí? ¿Y si las que no me reconocen son ellas? Entro al instituto y voy a mi taquilla, pero antes de poder abrirla noto tres pares de brazos a mi alrededor, pero al girarme solo veo dos personas, Chris y Lena, y a no ser que una de las dos tenga otro par de brazos que aparece y desaparece, cosa imposible, no me explico cómo ha podido pasar.
-Hola chicas.
-Hola, te hemos echado mucho de menos.
-No sé si merece la pena hacerte esta pregunta pero... ¿Qué tal?-dios Chris... lo he pasado mal, pero como pensaba que iba a morir y he salido viva no ha estado tan mal... pero no le voy a decir eso, se preocuparía demasiado.
-Sin más.
-Vaya, esperábamos que estuvieses tan mal que no quisieses ni pensar en ello.-tal vez lo esté Lena... tal vez lo esté.
-Bueno... ¿Vamos a clase?-es un mal intento de evitar el tema, pero el timbre suena y no nos queda otra que irnos.
Me despido de Chris y Lena y entro a clase, otra vez estamos en clases distintas, realmente no creo que hayan cambiado a la gente de clase, solamente habrán cambiado a algunos profesores.
Veo entrar a Kyle y a Jay hablando, me fijo en Kyle, lleva algo que me llama la atención, la camiseta, es de un grupo de rock, The Police, el mismo grupo que forraba las paredes del que ahora es un cadáver que los forenses investigaran, las imágenes de su cara me vienen a la cabeza, de todo el, atado a la silla, intentando gritar aun teniendo la cinta adhesiva en la boca, rogándome con los ojos que no le mate... y luego, con un simple movimiento de mi dedo, todo eso para, se acaba, la sangre mancha mi ropa y su ordenador, revivo la escena del homicidio... eso me hace sentir fatal, no quiero hablar con nadie... no ahora...
-Hola-miro hacia el lado del que proviene la voz y me encuentro a Jay sentado a mi lado, no me apetece hablar, así que solo le respondo con un simple asentimiento de cabeza-. ¿Qué te pasa?-niego con la cabeza, intentando que comprenda que no me apetece hablar- ¿Qué paso ayer? ¿Por qué estas así?-dios, que pesado, voy a responderle, igual así me libro de él.
-No paso nada, estoy así porque quiero.
-Oye, no te he hecho nada como para que me hables así...
-Déjame, no me hables, no quiero hablar con nadie-apoyo la cabeza en la mesa, los recuerdos de lo que pasó anoche están dando vueltas en mi cabeza como locos, es tan real, noto la sangre pegada en mi ropa y al mirarme la camiseta la veo ahí, me miro las manos y también las veo manchadas de sangre, me las meto en el bolsillo e interrumpo la clase-. Disculpe... ¿Puedo ir al servicio?
-No tarde.
Salgo y voy corriendo al baño, necesito limpiarme la sangre ya, ¿Cómo es posible que esta manchada de sangre y nadie lo haya notado? Y lo que es peor, antes de entrar a clase no estaba manchado de sangre, así que algo malo está pasando. Abro el grifo y cuando meto las manos bajo el chorro noto que está caliente, pero yo he girado la palanca hacia el lado frio, miro y veo que es sangre, intento cerrar el grifo con lagrimas en los ojos pero solo consigo manchar el grifo de sangre y que el chorro de liquido rojo aumente, grito y me giro, intentando irme, pero noto una presencia extraña en uno de los cubículos, no sé porque me acerco y abro la puerta, pego otro grito, no puede ser, es el cadáver del chico al que mate, está ahí, intento salir del baño pero la puerta se cierra, me giro y veo el cadáver otra vez, hay unos tres pasos grandes entre la puerta y yo, y solamente dos entre el cadáver y yo. Empieza a acercarse a mí y yo retrocedo hasta notar la puerta, intento abrirla pero es imposible, a estas alturas todo está manchado de sangre, van a saber que soy una asesina, y todo por esto, algo que no sé porque pasa, los muertos no reviven, serian zombis, y los zombis no existen. Tengo el cadáver tan cerca de mí que si respirase notaria su aliento en mi cara, pero parece que esta distancia no es suficientemente pequeña para él, porque sigue acercándose a mí, de repente el cadáver me atraviesa y toda la sangre se convierte en agua, me acerco al grifo y lo cierro, me miro al espejo, ¿Me estaré volviendo loca?
Vuelvo a abrir el grifo y me miro al espejo, pero lo que veo no es algo que me reconforte mucho, sí que es mi imagen, pero no está viva, es un cadáver, en mi cadáver, empiezo a llorar, ya no puedo más, ¿Qué está pasando? solo quiero salir corriendo pero la puerta no se abre y mi reflejo en el espejo es un maldito cadáver. Me apoyo en la pared y me empiezo a escurrir hasta llegar al suelo y llorar ahí, sin buscar nada más que la tranquilidad.
A los cinco minutos o así alguien o algo parece apiadarse de mí, la puerta se abre y oigo una música relajante, algo así como una ocarina. Me levanto, ese sonido es hechizante, mi cuerpo se mueve solo hacia el lugar del que proviene ese sonido, salgo y recorro todo el pasillo hasta las escaleras, las subo y voy hasta el aula de música, está vacía y con las luces apagadas, pero me da igual, entro y las luces se encienden, aparece una mujer con un vestido blanco, es preciosa, pero en toda esa imagen hay algo perverso, un agujero de bala en el pecho, manchando el vestido de sangre, me fijo en la cara de la mujer, yo la mate, cuando se probaba el vestido, lo recuerdo perfectamente, detrás suyo aparece Javier, me sonríen de forma macabra y yo salgo corriendo hacia clase, nada más entrar todos me miran.
-Intente tardar menos la próxima vez señorita Anderson.
-S-si...
- ¿Se encuentra bien?
-Si...
-Está muy pálida, debería ir a la enfermería.
-No, no importa, estoy bien. -me siento en mi sitio y el profesor vuelve a explicar lo que estuviese explicando.
¿Que ha sido eso? Están muertos... los mate... ¿Qué me pasa? Me estoy volviendo loca... vuelvo a verlos, esta vez agarrados de la mano, palidezco más de lo que ya estoy si es que eso es posible, oigo la voz de Jay, pero solo es un susurro que no soy capaz de entender, empiezan a acercarse a mí y mi corazón late mas rápido, cuanto mas cerca están de mi menos tiempo hay entre los latidos de mi corazón, se acercan a mí, está a tres centímetros de mi cara, pero algo le hace desvanecerse, es la mano de Jay, menos mal, todo ha acabado... espero.
-Estas pálida-su voz es un susurro, no quiere que nos oiga el profesor-, como si hubieses visto un fantasma. -esa palabra hace que me congele otra vez.
-N-no vuelvas a decir esa palabra.
- ¿Cual?
-F-fantasma.
- ¿Porque?
-Déjame Bennett. -se lo digo de un modo seco y cortante, y eso parece enfadarle, mira al frente para prestarle atención al profesor y yo hago lo mismo, la verdad es que no se qué pensar, lo que ha pasado me ha dejado cansadísima, ¿porque veo muertos?
Antes de que pueda darme cuenta las clases acaban y yo me voy a casa, entro con pies pesados, agotada, solo he visto un par de muertos, ¿Porque estoy cansada?
-Hola Ali.
-Hola...-se levanta del sofá y se acerca a mí.
- ¿Qué te pasa?
-Nada.
- ¿Y porque estas pálida?
-Porque si.
- ¿Y porque estas borde?
-No estoy borde. -creo, tal vez si que este siendo borde.
-Sí que lo estas, y lo entiendo después de lo de ayer, pero no dejes que te puedan los sentimientos o acabaras peor que yo, ¿Te pasa algo mas?-niego y se va alejando hacia la cocina- ¿Que quieres comer?
-Cualquier cosa. -hace la comida y me siento en la mesa, como sin ganas, Daemon me mira cuando acabo de comer.
- ¿Tienes planes para esta tarde?-niego y parece aliviarse- Pues cuando vuelvas de trabajar vienes directa, mi padre va a venir y no quiero que te haga nada.
-Vale... me voy. -me voy a trabajar, solo quiero estar tranquila, y no puedo estar tranquila en ningún lado, porque cuando salga Marcus va a estar en casa para destrozarme la poca paz que encuentro.
Al rato de empezar a trabajar veo a Jay entrar, la verdad es que me parece ridículo que venga, creía que estaba enfadado conmigo.
- ¿A qué has venido?
-A hablar contigo, solo quiero saber porque estas borde, algo pasó anoche o algo te ha pasado esta mañana porque tú no eres así.
-Déjame Bennett.
-No te he hecho nada, no lo pagues conmigo, si tienes miedo de enfrentarte a quien de verdad tienes que enfrentarte no es culpa mía, así que no tengo porque pagarlo yo. -se va, la verdad es que tiene razón, suspiro y Tori se acerca a mí.
- ¿Que ha pasado?
-Nada.
- ¿Enserio? ¿Te pones borde con el chico del cual te has enamorado y dices que no es nada? Puedes contarme lo que sea, soy tu amiga.
-No me pasa nada, tranquila.
-Vale...-volvemos a trabajar, cuando acabo me despido de Tori y me voy a casa.
Nada más entrar veo a Marcus, le miro a la cara, pero no a los ojos, quiero vivir, así que saludo, como he de hacer siempre.
-Hola.
-Ven, tienes trabajo que hacer.
-Vale...-le sigo a la cocina y pone un cuchillo en la encimera, miro el cuchillo y luego miro a Marcus, esperando que hable y diga algo.
-Úsalo para tu trabajo de esta noche-saca una foto del bolsillo y me la tiende-, el niño ya está muerto, la mujer estará muerta en pocos minutos, tú te encargas del hombre, no de forma rápida, ¿Queda claro? Quiero que se desagrie lentamente.
- ¿Porque?
-Sin preguntas.
-Dímelo, por favor...
-Entonces tu prima morirá.
-... ¿Donde hago el corte?
-Desgárrale el hígado-asiento, esto no me gusta nada, ¿Que puede haber hecho?-. Cuando muera-me tira un alambre-, se lo atas en la muñeca, y esta vez, quiero ver el cadáver. -asiento y me da un golpe demasiado fuerte, me va a dejar un moratón, sale de casa y me voy a la ducha.
Cuando me ducho me enrollo en una toalla y voy a mi cuarto, veo la ropa de anoche limpia y doblada sobre mi cama y me la pongo, bajo y veo a Daemon.
- ¿Estás segura de querer hacer esto?
-No quiero que mi prima muera, así que voy ya.
-Vale...
Miro la dirección en la foto y la quemo, me dirijo hacia la casa, no quiero saber el nombre de la víctima, no después de lo de hoy.
Entro en la casa y lo veo yendo en dirección al sofá con una cerveza en la mano, me acerco con cuidado y le rodeo, se sorprende al verme, así que aprovecho y le clavo el cuchillo, le desgarro el hígado y cae al suelo, llevando sus manos al corte que le he hecho, me mira con miedo en los ojos y empieza ha hablar, la muerte va a ser lenta y dolorosa, así que al menos voy a responder a sus últimas preguntas.
- ¿Porque haces... esto...?
-No lo sé, ¿Hay algo ilegal que hayas hecho?
-Yo... atropellé a un tipo... no se... quien era... avise a emergencias... pero se murió...
-Lo siento... pero también han matado a tu mujer... y a tu hijo...
-No...-ahora el dolor de su voz es más emocional que físico, sé que eso duele más que la muerte.
-Creo que... estarás mejor al otro lado que lamentándote por sus muertes a este lado...
- ¿S-sufrieron...?-creo que estos son sus últimos momentos de vida, y creo que la verdad es lo mejor que puedo decirle en estos momentos.
-No, no sufrieron. -las comisuras de sus labios se curaban ligeramente hacia arriba y cae muerto, coloco el alambre con cuidado, después de lo de hoy les voy a tener un respeto aun mayor a los muertos, subo al piso de arriba y salgo por la ventana para ir saltando de tejado en tejado y poder despejarme, quiero volver a sentirme tranquila, pero no lo voy a conseguir, nunca más, estoy segura.
Bajo del tejado y abro la puerta de casa, el calor y la sensación de comodidad y seguridad que me proporcionaba cuando me arregle con Daemon se fueron a la mierda anoche, paso y cierro la puerta.

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¡Hola chic@s!

Ya llegamos a los 3K de leídos, no sabéis que ilusión me hace, ¡Sois increíbles!

-Besos, Alex ;3

Yo soy la asesinaWhere stories live. Discover now