Capítulo 13- Explicando

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-Venga-su voz me saca de mis pensamientos-, baja a comer algo. -asiento y bajamos, se mete en la cocina y yo le sigo, me rugen las tripas.

- ¿Te ayudo? Así... vamos más rápido.

-No sabes cocinar.
- ¿Me enseñas? Aprendo rápido. -sonríe un poco y me acerco.
-Venga, es fácil-hacemos la comida, muy sencilla, pero bueno, creo que si como mas que esto vomito, así que así bien, poco a poco me acostumbrare a comer diariamente dos o tres comidas-. Aprendes rápido, aunque tienes que mejorar un poco.
-Si... pero me enseñaras tú, ¿Verdad?
-Claro, pero a la hora de cenar-asiento y me mira-. Mientras tanto, ¿Quieres que te lleve a algún sitio?-me encojo de hombros- Venga, no has salido de aquí en dieciséis años.
-Precisamente... no sé qué cosas hay por aquí...
-Y... ¿Qué tal el parque de atracciones? ¿Te apetecería ir?
-Claro. -se me iluminan los ojos y sonrío, siempre he querido ir, y ahora voy a poder.
-Entonces vamos mañana.
-Mañana trabajo.
-No vayas, puedes dejarlo si quieres.
-No, y... tengo que irme ya, trabajo.
-Vale-se levanta y empieza a recoger-, adiós.
-E... Adiós.-salgo y voy a trabajar, no quiero llegar tarde después de toda una semana sin ir, nada más entrar Tori me mira.
-Hola Ali, ¿Ya estas recuperada?
-Si, la gripe ya ha pasado... aunque mañana voy al médico para asegurarlo, por si acaso, mis padres son muy sobreprotectores con mi salud.
Trabajamos, más o menos, porque la tarde es muy tranquila y estamos mucho tiempo hablando, vuelvo a casa y llamo al timbre, Daemon me abre, y por una vez, está sonriendo al abrir la puerta.
-Hola, ¿Que tal el trabajo?
-Bien, supongo, no ha venido apenas nadie.
-Bueno, así estás más relajada, ¿Quieres hacer la cena?-asiento y me meto en la cocina antes de que él se levante del sofá, la cena tampoco es algo complicado pero no me importa, solo quiero aprender. Mientras cenamos se pone serio y me mira.
-Ali... una advertencia.
-Dime. -me mira a los ojos y yo me pongo un poco nerviosa.
-Cuidado conmigo. -eso me desconcierta, ¿Que tenga cuidado con él? Ya he visto que es alguien bueno.
- ¿Porque?
-Ya te he dicho que soy emocionalmente inestable y cuando tu estas en clase, voy a ver a mi hermana... Eso quiere decir que cuando vuelvo estoy bastante enfadado...
-Tranquilo Daemon, encontraré cómo calmarte, de algún modo u otro.
-Solo quiero que... sobre todo... no dejes que te haga daño... y para que no me alteres más... no grites, por el miedo o por la ira, da igual, sea por cual sea perderé más el control... No tomes en cuenta lo que diga cuando este así...-asiento y terminamos de cenar, empieza a recoger- Oye... no sé si te habrás dado cuenta pero falta una rosa en tu cuarto.
-Lo se...
-Mi padre me dijo que la quemara -suspiro, ahora sí que no la puedo recuperar...-, ¿Era muy importante?
-Si... demasiado importante...
-Entonces me alegro-le miro, tal vez sea una broma, pero solo me sonríe, pensé que era alguien bueno-. No me mires así, no pude quemarla, sé que no guardarías la rosa si no fuese importante, así que la guardé, ahora está en tu nueva habitación.
- ¿Nueva habitación?-voy a tener mi propio cuarto, y uno que no parece una cárcel, siempre he querido esto.
- ¿Que te creías? ¿Qué te iba a dejar durmiendo en eso que hasta ahora era tu habitación?-asiento y me mira mal- ¿Por qué clase de monstruo me tomas?-sonríe al acabar la frase y yo me rio.
-Por ninguno, pero no pensé que me dejarías dormir en el cuarto de invitados... si tu padre aparece...
-Si viene le mentiré, igual que le he mentido durante cuatro navidades. -recuerdo esas mentiras, oía a Marcus decirle que me diese una paliza como regalo de navidad, pero nunca lo ha hecho, y Marcus parece no haberse enterado nunca.
-Yo... me voy a dormir, sé que es pronto, pero estoy cansada.
-Vale, buenas noches.
-Buenas noches.-subo al cuarto de invitados, Daemon ha metido mis cosas en una caja y las ha dejado junto a la cama, abro el armario y veo toda mi ropa, ordenada igual que en el otro armario, aunque este está bastante vacío, coloco las cosas y me siento en la cama, huelo la rosa y sonrío, recordando a Jay, la pongo en un jarrón vacío que tengo en mi mesilla y me cambio al pijama, me meto en la cama y duermo, esta cama es mil veces más cómoda que la que tenía antes, duermo muy a gusto, me parece que nunca llegará la luz del día, aunque no quiero que llegue, porque así podré dormir tranquila y muy a gusto.
-Alice... despierta-oigo la voz de Daemon y abro los ojos, sonrío al ver su aspecto, aún está con la ropa que usa para dormir, no se le puede llamar pijama, es una camiseta y un pantalón viejo, tiene el pelo revuelto dándole un aire un poco infantil.-. A clase.
-Vale...-me incorporo y me levanto.
-Te espero abajo para que desayunes-baja a la cocina y me preparo, noto el olor del desayuno, tortitas, bajo enseguida y Daemon ya tiene mi plato de tortitas listo-. Buenos días-me siento a comer y le veo sonreír-. Hoy te llevo yo a clase, ¿Vale?-asiento aun comiendo las tortitas y Daemon sube a cambiarse, cuando baja me lanza algo, lo cojo al vuelo, son unas llaves- Para que entres y salgas cuando quieras. -sonrío y subimos al coche.
En el camino vamos bastante callados, pero a mí me pica la curiosidad, y como aquí no nos va a oír nadie decido preguntarle cosas sobre él y lo que le ha pasado, aunque no quiero molestarle... solo un par de preguntas.
-Oye... no respondas si no quieres pero... ¿Cómo se llama tu hermana?
-Nathalie... Nathalie Parker...
-Y... ¿Cómo fue lo de tu madre?-la mirada de Daemon se vuelve melancólica, este es un tema complicado, lo sé tan bien como él, justo cuando pienso que no va a responderme empieza a hablar.
-Fue... en mi cuarto cumpleaños... Mi madre intentaba huir con Nathalie y conmigo... mi padre le dio una paliza increíble... cuando pensaba que ya no podía hacerle nada mas la violo... entonces yo no sabía lo que era pero veía que mi madre sufría... no hace falta entender lo que pasa para saber eso... Nathalie y yo estábamos ahí delante... yo tenía a Nathalie en brazos, para que no viese lo que pasaba... ella no entendía nada de lo que pasaba... pero aun recuerdo como lloraba... en el momento en que mi padre se fue a por la cinta que destruiría completamente nuestras vidas... mi madre me hizo prometerle que sería bueno... que no sería como mi padre... pero sobre todo me hizo jurar por mi vida que protegería a mi hermana... luego llegó mi padre y le ató las manos con la cinta, impidiendo que se salvara por su propia fuerza como había hecho otras veces... la ahogó con sus propias manos... cuando dejó de moverse se llevó a Nathalie a su cuarto y cerró la puerta... ahí empezó a ser prisionera...-le miro y veo sus ojos cristalizarse, paramos en un semáforo y los cierra, instintivamente llevó una de mis manos a su hombro.
-Lo siento... no debí preguntar...
-Da igual... tienes curiosidad por saber las cosas, por saber la historia al completo, además, por mucho que te culpara ayer, no es culpa tuya-llegamos enseguida, y la verdad, me alegro, quiero ver a mis amigas, y a Jay-. Pásatelo bien.
-Es el instituto, sabes que no lo haré. -sonríe un poco y yo le correspondo con mi mejor sonrisa, me alegro de que esté más animado.
-Lo mejor posible.
-Eso está mejor. -sonrío y me bajo del coche, voy a mi taquilla y pronto llega Jay, es la persona que más he extrañado.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-me giro para mirarle, cuando veo su preocupación me siento un poco mal.
-Estoy bien, solo ha sido la gripe, ya sabes.
-Ali, la verdad. -respiro hondo intentando ganar tiempo, pero el timbre no me salvará esta vez.
-Me ha tenido toda la semana esposada a la tubería en el sótano.
-Te prometo que te saco de ahí.
-No hace falta-sonrío al ver su cara, es todo un poema-. Me he arreglado con Daemon. -suena el timbre y antes de que me vaya Jay habla.
- ¿Me lo cuentas ahora o en el recreo?
-Ya he faltado suficiente a clase... mejor en el recreo.
-Vale, pero me lo explicas.-vamos a clase y me dan un montón de cosas para hacer, por suerte soy rápida y las hago en clase, salimos de clase y Jay ya está detrás de mí.
- ¿Me lo explicas?
-Solo es eso, que me he arreglado con él.
- ¿Entonces porque te ha encerrado en el sótano?
-Me arregle con el ayer.
- ¿Y cómo le perdonas después de eso?-me encojo de hombros, no quiero contarle nada de la vida de Daemon- Mira, no sé ni la mitad de las cosas que ha hecho, pero si se que son horribles.
-Todo el mundo merece una segunda oportunidad.
-Te ha encerrado en un sótano.
-Tu no me dices lo que hacer o no.
-Solo quiero saber porque le has perdonado.
-Porque quise.
-Sí, vale, pero tú no perdonas porque si, siempre hay alguna razón.-no sé cómo sabe eso pero es la verdad, le llevo a un sitio tranquilo, un sitio desierto, no quiero que nadie más oiga esto.
-Le he perdonado por cómo es su vida, es muy parecida a la mía-ante su cara de desconcierto decido contarle todo-. Marcus le amenaza con matar a su hermana, vio como su padre violaba y estrangulaba a su madre.-su cara de sorpresa no es comparable con la que puso al saber cómo era mi vida, bueno, si, realmente son muy similares.
-Entonces... ¿Es una buena persona?-asiento y él parece tranquilizarse por el hecho de que ahora voy a estar más segura, menos mal que no le he dicho que es emocionalmente inestable- ¿Tienes planes para esta tarde?-me sorprende la pregunta, pero aunque quiero salir con él, esta tarde la tengo ocupada.
-Si, voy al parque de atracciones con Daemon.
- ¿A si? Vaya, ¿Por qué lo hace? ¿Para qué le perdones del todo?- ¿Eso que noto en su voz son celos? No puede ser.
-No.
- ¿Por qué entonces? No se invita a alguien a algo porque si. -si él me fastidia, yo a él también le voy a fastidiar.
-Tranquilo Bennett, no va a pasar nada del otro mundo.
-No me llames así, sabes que no me gusta.
-Pues que pena. -me empuja con suavidad y yo le saco la lengua, rueda los ojos y yo le imito con una sonrisa.
- ¿Que tienes? ¿Cinco años?-no, bueno, en realidad... Voy a molestarle un poco más.
-Sí, y también ocho y doce y dieciséis, siempre tendrás todas las edades hasta la que legalmente tienes.
- ¿Y tu cerebro?
-Soy más lista que tú, así que calladito. -rueda los ojos y yo sonrío satisfecha ante lo que he conseguido, pero suena el timbre y tenemos que volver a clase. Jay me coge de la mano en las explicaciones y yo busco la suya mientras copio lo que ellos ya tienen copiado.
Pronto acaban las clases, recojo rápido por una sola razón, quiero ir al parque de atracciones cuanto antes, creo que estoy reaccionando como una niña pequeña, pero me da igual, por una vez voy a salir con permiso, y no para matar a alguien.
- ¿Te acompaño a casa?-niego, quiero ir rápido, además, no es conveniente que Daemon vea a Jay, todavía no -Vale... Hasta mañana...-creo que le he desilusionado, pero de verdad estoy ansiosa por ir.
Mientras vuelvo a casa mi mente recuerda lo que dijo ayer Daemon, estará enfadado... ¿Me pegara? ¿O estará tranquilo? ¿Podrá controlarse o tendré que tranquilizarlo yo? Empiezo a pensar modos para poder tranquilizarlo pero realmente no sé si seré capaz de actuar cuando llegue la hora de la verdad... Seguramente me asustare y dejaré que me pegue, como me pasa siempre.

Yo soy la asesinaWhere stories live. Discover now