Capítulo 38- Protección sobrenatural

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Cierro los ojos esperando que esto acabe, pero no acaba, estoy una eternidad tosiendo e intentando no ahogarme hasta que noto algo cálido alrededor de mi cuello, unas manos. Pronto dejo de notar presión y abro los ojos, veo a mi padre y me lanzo a abrazarle, pero solo le atravieso, sintiendo un escalofrió, me pongo de rodillas y él se pone delante de mí.

- ¿Estas bien?

-Sí, gracias papa.

- ¿Qué ha pasado?-se sienta en el suelo, aun flotando un par de milímetros, no sé si podre acostumbrarme a esto.

-Una mujer... un fantasma, ha intentado ahogarme, por venganza.

-Tranquila, no puede ahogarte, pero tampoco debería poder tocarte, ya ves que me atraviesas.

-Tiene un alambre, sí que puede.

-Pensé que no podría enterarse por ese lado...- ¿Ese lado?

- ¿Qué?-quiero saber de qué habla, y no le voy a permitir negármelo.

-Esto es complicado...-me pongo como los indios, ya me duelen las rodillas, y si es complicado, también será lago, creo- Cuando alguien muere, se queda en una especie de limbo, por decirlo de algún modo, si su alma es bondadosa, va al lado bueno, por decirlo así, a donde estamos tu madre y yo, si, por el contrario, su alma es rencorosa y busca venganza, va al lado malo, si alguien de alma rencorosa encuentra la paz, cambia de lado, si alguien de alma bondadosa se vuelve loco por el poder, pasa al otro lado, pero al cambiar de lado, olvidas lo aprendido para no poder usarlo mal, así que no sé cómo se ha enterado.

-Ah...-entonces tengo un problema, porque si un fantasma ha sido capaz de aprenderlo, el resto también.

-Puedo decirte como quitarle el alambre y también como protegerte, pero no te puedo prometer que sea el único fantasma que lo sepa.

-Dime como protegerme, quiero proteger también a mis amigos.

-Para quitarle el alambre... tiene que dártelo ella, no vale quitárselo, y una vez lo tengas, has de quemarlo o destruirlo, protegerte es más fácil, basta con llevar un amuleto, pero un amuleto no es algo que te venden en las tiendas, un amuleto es algo personal, algo que te haya dado alguien y tenga un gran valor para ti, pero no que te lo haya regalado en navidad o en tu cumpleaños, algo que se te dio en un día cualquiera.-me acuerdo del reloj que me dio Jay, pero acto seguido recuerdo que, como una idiota, se lo devolví y le dije que no lo quería.

-Pero... no tengo nada que me hayan dado... todo lo que tengo es regalado o comprado...

-Si lo han hecho, aunque no lo sepas.

- ¿Perdón?

-Cariño, ese tal Jayden te dio su reloj.

-Papa, se lo devolví.

-mira en tu taquilla, lo dejo allí.

- ¿Cómo? La deje cerrada.

-Son taquillas, no cajas fuertes.

-Pff... que idiota, le dije que no me lo devolviera.

-Pero a él le importas, y sabía de algún modo que lo necesitarías.

- ¿Cómo?

- ¿Qué sentiste cuando le diste el collar?

-Pues... estaba cómoda... y sentía todo el amor del mundo hacia el...-miro al suelo, sonrojada, más por mi fatalidad al explicarme que por lo que he dicho.

-El sintió lo mismo al darte su reloj.

- ¿A si?

-Sí, y me alegro de que sea eso y no otro par de cosas.

Yo soy la asesinaWhere stories live. Discover now