Capítulo 73- Jackson

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-Jack... ¿Puedo pasar?-al no obtener respuesta vuelvo a tocar la puerta- Por favor, estoy preocupada.
-... Pasa...-abro la puerta y le veo tumbado sobre la cama con la almohada sobre la cara y las manos.
- ¿Estás bien?
-No...-me acerco y me siento sobre la cama, le acaricio el pelo intentando animarle o consolarle, cualquiera de las dos.
-Tranquilo... él te quiere. -se sienta de golpe, poniéndose la almohada con fuerza sobre las piernas.
- ¡No! ¡Me odia!
-No te odia.
- ¡Claro que sí! Y hoy lo ha dejado bien claro...
-No, Jack...
- ¡Me odia! Por mucho que digáis que no, sé que me odia... lo demuestra a diario y hoy ha terminado por admitirlo...-vuelve a tumbarse, al hacerlo pone una mueca, pero lo dejo pasar por el momento.
-No Jack, él te trata así porque quiere que seas como él.
-No voy a ser como el, nunca... no me gustan los deportes... ni estar con una chica y cuando pase una más guapa cambiarla hasta asentar la cabeza a los veinte... tampoco me gusta meterme con la gente... no me gusta nada d lo que hace él...
-Lo se...
- ¿Por qué no me acepta?
-Porque como eres su único hijo quiere que seas igual que él, lo intentó cuando eras pequeño y sigue intentándolo.
- ¿Pero no ve que no soy como él? No voy a cambiar...
-Jack, el no ve eso, y tampoco ve que te hace daño.
- ¿Por qué? Soy su único hijo, ¿Y qué? Debería dejarme ser como soy...-una lagrima recorre su mejilla, hasta que yo he llegado estaba llorando, pero no quiere que le vea llorando, le seco la lagrima con cuidado, aun así él pone una mueca.
-Lo se...
-Te ha dicho mi madre que vengas... ¿Verdad?
-Sí, pero pensaba hacerlo igualmente.
-Gracias...-le sonrío y se incorpora, el arañazo que le he visto en la comida queda disimulado por un suave morado que se está formando en su mejilla.
- ¿¡Quién te ha hecho eso!?
-Nadie...-baja la cabeza rápidamente para mirar hacia abajo y que no se le note el moratón.
-Ahora tengo clase, pero después me lo vas a contar.
-...-le doy un beso en la frente y le acaricio el pelo, no sé si por la falta de familia o algo así tiendo a encariñarme rápido con la gente, pero creo que Jack podría ser un hermano pequeño para mí, aunque con Ash y Claire no me pasa, así que no estoy segura.
Bajo para ir a clase de canto, ballet, dibujo y piano en eso orden, todas las clases son normales, excepto la de piano, cuando faltan quince minutos para acabar el profesor me mira.
-Oye, ¿Estas bien?
-Sí, ¿Por qué?
-Te noto distraída, ¿Es por lo que ha pasado con tu tío?
-Algo así...
- ¿Por Jack?
-Sí.
- ¿Qué te preocupa?
-Le hacen bullying...
-Lo he notado más de una vez... como no se lleva bien con su padre tiene miedo de que se entere, así que no se lo cuenta a nadie, los pocos que lo sabemos le hemos jurado no contárselo a nadie.
-Lo sé...
-Si vas a intentar hablar con el sobre el tema... te deseo suerte, de eso no habla mucho.
-Lo he notado.
-Venga, esta es tu última clase, nadie va a notar que sales antes. -me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa, sin saber cómo agradecérselo de otro modo.
-Gracias.
-De nada, te veo mañana.
-Adiós, y gracias otra vez-subo y llamo otra vez a la puerta del cuarto de Jack-. ¿Sigues ahí?
-Si...-paso y le veo haciendo los deberes, me siento en la cama y hago que la silla gire para que Jack me mire, pero él vuelve a girar la silla.
- ¿Quién te ha hecho eso?
-Nadie...
-Dime.
-Nadie, de verdad.
-Jack, te están acosando, eso es ilegal, y duele.
-Pero si se lo digo a alguien me harán más daño...
-Eso es bullying, les pueden expulsar del colegio por eso, lo sabes, ¿Verdad?
-Le sé de sobra, una vez se lo conté a un profesor... les expulsaron una semana, pero... siempre al salir me pegaban...
-Pues pon una orden de alejamiento.
-Entonces en vez de hacerme daño a mí se lo harán a Claire o a mis amigos.
-Por lo menos dime sus nombres.
- ¿Para qué?
-Para saber quiénes son. -y así pegarles una paliza de escándalo, nadie se mete con mi familia.
-Te conozco, no es buena idea.
-Por favor Jack.
-No... me pegaran más si lo hago.
-No te pegarán sabiendo que tu prima es una asesina.
-No eres una asesina y sí que me pegarán.
-Soy una asesina Jack, y si me dices como se llaman no se meterán más contigo.
-No eres una asesina, matabas para protegernos... y sí que me pegaran, porque aunque me peguen por diversión también me pegan para que les haga los deberes, les lleve las mochilas, los libros... básicamente soy su recadero...
- ¡Que auténticos gilipollas! Dime sus nombres.
- ¿Para qué? ¿Para qué les pegues tú a ellos?
-No, eso sería rebajarme a su nivel, y no haré algo así.
- ¿Entonces para qué? ¿Para escribirles una carta diciéndoles que paren?-coge una ficha exactamente igual a la que acaba de terminar y empieza a hacerla otra vez.
-Quiero advertirles de lo que puede pasar si no paran.
-Eso no les hará parar, incluso les parecerá más divertido.
-Alguien tiene que pararles.
-Ya madurarán y pararan ellos solos...
-No te lo crees ni tú, a mí me pasaba lo mismo.
-A ti te pasaba con un asesino, ellos no son asesinos.
-Me refiero en el instituto, no me pegaban, pero si me insultaban, y mucho, la gran mayoría en vez de llamarme por mi nombre me llamaban la nerd, si no me crees pregúntaselo a Jayden.
-No sé si será tu novio, pero es obvio que le gustas, así que dirá que los cerdos vuelan si con eso te hace feliz.
-Él era uno de los que me insultaba.
- ¿Y? Además, s solo me insultasen no estaría así y lo sabes.
-Me pegaban en casa, pero es lo mismo.
-A ti te pegaban un asesino y su hijo, a mí me pegan mis compañeros de clase, y muchos profesores solo miran hacia otro lado.
-Te voy a enseñar defensa personal.
- ¿Para qué?
-Para que sepas defenderte, ¿No es obvio?
-Sí, pero son mucho más fuertes que yo.
-Sabes que siendo fuerte no se gana, me lo dijiste más de una vez en navidades.
-Pero si son más que yo no puedo ganarles.
- ¿Cuántos son?
-Tres... a veces cuatro...
-Puedes con ellos, yo he podido contra cinco. -tenia catorce años, cinco chicos intentaron... realmente no sé lo que intentaban, hablaban los cinco a la vez y muy rápido, pero uno llevaba un cuchillo, así que solo les tiré al suelo y salí corriendo.
- ¿Y qué? Tienes más fuerza por cómo has vivido.
-No tiene nada que ver, yo te enseño, aprovecha antes de que me vaya a la universidad. -le giño un ojo y veo una sonrisita en sus labios, saca la misma hoja otra vez, suspiro, está haciendo los deberes de esos matones.
-No vas a poder enseñarme en tan poco tiempo.
-Seguro que aprendes rápido.
-Déjame acabar esto...
-Te espero en la sala de baile, si no vienes en veinte minutos me voy, ¿Vale?
-Bajo en quince...
-Muy bien-bajo y me encuentro la sala vacía y a oscuras, la profesora de ballet ya se ha ido, lo que me da ventaja, enciendo la luz y cierro las puertas, muevo las cosas un poco para que Jack no se haga daño y a los quince minutos exactos se abre la puerta, pasa y la cierra detrás de si-. ¿Cómo te pegan?
-Dos me sujetan y el otro o los otros me pegan...
- ¿Por dónde te sujetan?
-Por los brazos... a veces con la espalda contra la pared... y de rodillas para que no pueda patalear...
- ¿No puedes levantarte estando de rodillas? Es muy fácil.
-No... hacen fuerza para que no pueda levantarme... y hay veces que me pisan las piernas porque se cansan de solo mirar...
-Jack...-siento ganas de abrazarle y no soltarle nunca, pobrecillo, entiendo porque es así, ¿Por qué nos atacan cuando somos niños? ¿Quieren que no seamos felices en la etapa en la que más se necesita eso?
-No puedo defenderme de eso...
-Si puedes, primero tienes que librarte de los agarres.
- ¿Cómo?
-Así-le cojo tal y como le suelen coger los matones, la suelta un grito de dolor, por muy suave que intente hacerlo esto le tiene que doler al menos un poco por las marcas que deben dejarle tras cada paliza-. Líbrate de mí.
-Me haces daño...
-No pienses en el dolor, solo piensa en librarte de mí. -intenta por todos los medios que se le ocurre librarse de mi agarre, pero le es imposible, no puede ni retorcerse al completo.
-Me haces daño...-una lagrima recorre su mejilla y le suelto, se sienta en el suelo y se frota las partes de sus brazos y piernas que he agarrado o pisado, intentando de algún modo disminuir el dolor.
-Jack... no puedes estar siempre así... quejándote... si lloras o haces cosas así verán que eres débil y seguirán haciéndote más y más daño, ¿Acaso no lo ves?-me mira a los ojos, los suyos están húmedos por las lágrimas que quieren salir.
-Ali, no puedo defenderme...
-Sí que puedes, todos pueden, lo que pasa es que tienes miedo, mucho miedo, y hay que quitártelo.
-No Ali, no puedo... mi padre tiene razón... soy inútil...
-No tiene razón, mañana te voy a traer unos guantes y ya verás que bien te vas a sentir, vas a descargar tu ira... te vendrá bien.
-No...
-Venga Jack, sé que puedes, solo tienes que tener fe.
-Esto no es Peter Pan... con confianza, fe y polvo de hada no se vuela en la vida real, por lo cual con fe no se sale del bullying, soy un inútil.
-No, no lo eres, mañana ven a la misma hora, ¿Vale? Te darás cuenta de lo fuerte que puedes ser si te enfadas.
-Mañana estaré peor que hoy...
-Pues finge que estás enfermo.
-No... si no voy a clase mañana el viernes me pegaran el doble...
-Pues escóndete.
-No, le harían daño a mis amigos...-se levanta y se dirige hacia la puerta, antes de salir me mira- gracias por haberme ayudado... bueno, por haberlo intentado...
-Mañana a la misma hora, dame esa oportunidad para hacerte ver de lo que eres capaz.
-... Vale...-sube a su cuarto y yo hago lo mismo, tengo que buscar los guantes reforzados para que pegue tan fuerte como pueda sin hacerse ningún tipo de daño.

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¡Hola chicas/os!

Hoy he estado un poco ocupada... Nah, mentira, me he pasado el día en la calle porque hoy es el día de mi ciudad, se celebra la tamborrada (si no sabéis lo que es mirad en google) y nos dan fiesta en clase.

En fin, ¿Qué os parecen los problemas de Jack? ¿Exagera o es una reacción normal? ¿Cómo le ayudariais?

Votad y comentad que ayuda mucho.

-Besos, Alex ;3

Yo soy la asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora