Capítulo 29- De vuelta a la normalidad

1.5K 130 13
                                    

Paso los ocho meses en el sótano de Marcus, con Nathalie, viendo a Daemon de vez en cuando, pero muy pocas veces. Apenas hemos comido nada, si antes le daba un trozo de pan a Nathalie para comer, nos ha dado un trozo y medio para ambas, he adelgazado muchísimo, tanto que mi pantalón más pegado me quedara dos veces lo que soy ahora.

Hoy es el último día, Marcus ha bajado a por mí, me ha llevado hasta el baño y ha atascado el grifo del agua caliente, tanto en el lavamanos como en la ducha, para que no disfrute de agua caliente, esa es para beber, y que así nos queme la garganta. Me deja sola y me quito lo que queda de la ropa que lleve aquel día de hace ocho meses, la dejo en el suelo y la baldosa blanca del baño se mancha de rojo por culpa de mi sangre, me meto en la ducha y abro el grifo, el agua esta fría, congelada, la verdad sea dicha, pero eso hace que las heridas abiertas que tengo se limpien con el menor escozor posible. Cuando salgo de la ducha me pongo la ropa que Daemon le habrá traído a Marcus, es mi camiseta favorita y mi pantalón más pegado, con un cinturón regulable para poder ponerlo en mi cintura, que en estos momentos se podría decir que casi no existe. Me visto y salgo, Marcus no está, así que empiezo a andar hacia donde creo que esta la puerta con la ropa ensangrentada en la mano, llego a la sala y veo a Marcus cargando un revolver, cuando me ve se levanta y me da una nota, parece una lista de la compra, me empuja fuera de la casa y me tira una cartera, "Ya sabes lo que hacer", es la única frase que ha dicho en todo el día, pero me traerá pesadillas en un futuro.

Voy hacia el supermercado y compro todo lo de la lista, es para Daemon y para mí, se nota en un par de cosas, por ejemplo la leche, creo que Marcus es intolerante a la lactosa, o al menos odia la leche, nunca le he visto bebiendo algo con leche, y los paquetes de leche no aparecieron hasta que Marcus se fue.

Salgo del supermercado mirando la lista, por si me he dejado algo, pero no es así, lo tengo todo, saco la cartera, con suerte puede quedar dinero para una porción de pizza o de algo para calmar el hambre, pero dudo que con tres pelusas y un clip me llegue, Marcus ha metido dinero justo. Suspiro y choco contra alguien, caigo al suelo, por suerte no llevo nada frágil, mi móvil podría romper el suelo.

-L-lo siento, no estaba mirando por donde iba.

-Yo también lo siento, estaba distraída.

- ¿Ali?-le miro, es Jay, sonrío al verle y me pongo de pie.

- ¿Bennett?

- ¿De verdad eres tú?

-Claro que sí, ¿Qué clase de pregunta es esa?

-De las que hago yo, has cambiado un montón, estas demasiado delgada, ¿Acaso no has comido en estos ocho meses?

-Veo que sigues igual de idiota que siempre.

-Yo también te he echado de menos-me rio, haciendo sonreír a Jay-. Oye... refiriéndome a lo que pusiste en esa nota... No sé si sigues sintiendo lo mismo pero...-bufé... la nota... que humillante...

- ¿Pero... que?

-Yo... también me he enamorado de ti...-sonrío, pensaba que no sentía lo mismo que yo- Yo... no sé cómo decirte todo lo que siento...

-No hagas lo que yo... yo lo hice por una nota... pero tu dímelo a la cara... lo mío fue muy cobarde...

-Yo... pensaba que te odiaba, y que tú me odiabas, la manera de la que me di cuenta de que me gustaba fue ridícula... fue por Anne... no sabía cómo pasar tiempo contigo así que usaba a Anne de excusa... cuando rompiste conmigo yo... creo que... se notaba por todos lados que estaba mal... lo noto mi padre que estuvo aquí una hora... yo... no puedo explicarte con palabras lo que siento... pero... lo que sí puedo decirte es... que estoy enamorado de ti... desde hace bastante...-sonrío, suficiente para mí, sé que no se le da muy bien hablar de sus sentimientos, seamos sinceros, yo tampoco soy muy buena, me devuelve la sonrisa y extiende las manos-¿Te ayudo con las bolsas?

Yo soy la asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora