Capítulo 59- Operación: atrapar a Marcus

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Cierro los ojos para retener las lagrimas que amenazan con salir por el simple hecho de pensar que podría fallarles a ellos también, los abro al notar algo cálido en mi mejilla, me encuentro a mi madre, acariciándome la mejilla, solo noto una pequeña brisa, pero es agradable.
–Necesito que me hagáis un favor...
–Ali... no podemos. –miro hacia el lado contrario de la cama y veo a mi padre, por lo visto adora seguir las normas, o eso o el castigo por incumplirlas es tremendo.
–Es para que puedan detener a Marcus, solo tendrías que dejarle sin respiración un tiempo, solo eso... no quiero que mate a Daemon o a Nath...
–...–mira a mi madre, que con una simple mirada le convence y me mira otra vez– Vale, pero no dejaras de estar en peligro, es Marcus, y tenemos prohibido intervenir a no ser que te este atacando a ti.
–Intentad cortarle la respiración todo lo posible, cuando entre la policía le dejáis para que le esposen y ya.
–A seis metros de él.
–Gracias, sois los mejores–noto una brisa relajada y cálida a mi alrededor, a esa sensación se le une otra similar, pero más preocupada, ese segundo es mi padre, sonrío y hago amago de abrazarlos yo también, pero solo consigo atravesarles, sintiéndome mal, tal vez para ellos sea algo así como un insulto–. Os quiero muchísimo.
–Nosotros a ti también cariño. –noto los labios de mi madre en mi frente y les miro, ahora asustada.
–Tengo miedo, ¿Y si no me gusta vivir con los tíos?
–Hey... mi hermano es... complicado de entender, pero estarás a gusto.
–Pero no me dejarán hablar con Daemon, y seguro que me cambian el estilo de la ropa.
–Tranquila cariño, no pueden controlarte siempre, por mucho que quiera no eres hija suya, eres mía y de tu padre, pronto iras a la universidad y ya no tendrá ninguna clase de poder sobre ti.
–Sí...
– ¿Qué pasa? ¿No te hace ilusión?–miro a mi padre, que es el que ha formulado la pregunta, si me hace ilusión ir, pero si me aceptan donde yo quiero...
–Sí pero... es en Londres, y mis amigos están aquí.
–Ellos también se irán a alguna universidad, pero los volverás a ver.
– ¿Por qué crees eso?
–Porque te lo mereces.
–No me merezco nada.
–No digas tonterías.
–No son tonterías papa, es la verdad, ¿Sabes cuanta gente he matado?
–Sí, lo sé yo y lo sabe tu madre, lo saben tus amigos y se han quedado contigo, porque lo has hecho para protegerte a ti y a tu familia.
–Gracias por animarme...
–Que te aproveche la cena. –sonrío y me dan cada uno un beso en la frente para luego desaparecer, sacándome de la burbuja de paz en la que me encontraba.
El olor de la comida sube y yo bajo corriendo, me ha entrado hambre de repente. Comemos los tres juntos en la mesa, riéndonos de los intentos de Nath de intentar usar el cuchillo, al principio Daemon y yo nos mirábamos en silencio, no queríamos herir sus sentimientos, pero luego ella ha empezado a reírse de nuestras caras de póker y hemos acabado contándole lo que pasaba, con una simple sonrisa a mirado el cuchillo y ha vuelto a intentar usarlo, pero al no conseguirlo a empezado a reírse, contagiándonos la risa también.
Subo a mi antiguo cuarto para dormir después de prepararme, pero cuando me tumbo Daemon repite lo mismo que hizo anoche, aunque esta vez le abrazo cuando me da el beso de buenas noches.
–Buenas noches Daemon... gracias por ser el mejor hermano que pueda tener.
–Ali... yo no soy tu hermano...–noto sus brazo rodeándome para devolverme el abrazo y yo solo soy capaz de sonreír.
–Legalmente tal vez no, pero para mí eres mi hermano mayor–me da un beso en la mejilla y me deja en la cama, se aleja por la puerta y yo le miro, quiero que se quede un poco mas–. La ultima vez me gusto lo del cuento, y a Nath le tranquilizan antes de dormir... y yo estoy algo nerviosa...
–Sí, te cuento un cuento. –sonríe y se sienta en el borde de la cama, le cojo la mano, él al notarlo mueve su pulgar para acariciarme la mano y empieza con el cuento.
Según Daemon esto no es un cuento en sí, si no una película. Va de un chico que va a patinar a un lago congelado con su hermana, pero el hielo no es muy grueso y empieza a resquebrajarse bajo los pies de la niña, y su hermano en un intento por salvarla la empuja y cae él al agua helada. La luna lo saca de ahí y le da el poder de congelar cosas y de vivir para siempre en la imaginación de quienes crean en él, pero solo tiene dieciséis años y siempre ha sido muy rebelde, así que pasa doscientos años poniendo las estaciones como le da la gana, haciendo que nieve en pascua y cosas así. Un día Sombra decide acabar con los que son como él, pero para eso no tiene que acabar con todos, basta que acabe con los más famosos, los guardianes, Santa Claus, el Hada de los Dientes, el Conejo de Pascua y Sandy, que al ver que les atacan, piden ayuda a la Luna, esta les recomienda que acojan como nuevo guardián a Jack Escarcha, el chico de dieciséis años.
Tras unos cuantos altibajos como grupo acaban por conseguir lo obvio, derrotar a Sombra, pero el caso es que Sombra no muere, porque es nuestros miedos manifestados en una sombra que se cuela en nuestros sueños, pero para que no nos haga daño, solo tenemos que creer en los guardianes y dejar de creer que nuestros miedos pueden limitarnos.
Tras el cuento Daemon me arropa y me da un beso en la sien, yo simplemente me duermo con una sonrisa en la cara, me da igual ser muy mayor para cuentos, no los he tenido de pequeña y ahora me hacen sentir bien.
Por la mañana despierto con un beso de Daemon en la frente seguido de una caricia en la mejilla y el "Despierta" de todos los días, me siento en la cama y al ver el botiquín me quito la camiseta. Los puntos se me saltaron ayer cuando pelee con Jayden, y Daemon no quiere cosérmelo el, pero la herida ya se está cerrando así que no hará falta coserla otra vez. Termina de sanarla y me pone una gasa sujetada con esparadrapo y me lo venda, sé que no es necesaria una venda, pero así si la gasa no aguanta la sangre antes de mancharme la ropa la venda chupará gran parte de la sangre.
–Hoy no quiero desayunar, ¿cuando me vista nos vamos?
–Vale. –baja y me visto.
Cuando bajo veo a Daemon terminarse el café y coger la chaqueta, se la pone y me mira, esperando a que baje las pocas escaleras que me separan del suelo.
–Venga Ali, hoy no quiero dejar a Nath mucho tiempo sola. –bajo y nos vamos al coche, Daemon conduce al límite de velocidad, cuando llegamos me sobra algo más de tiempo de lo habitual, le doy un beso en la mejilla y me bajo del coche en dirección a mi taquilla, cuando llego veo a Jayden esperándome, respiro hondo para centrarme en no hablarle de forma amable, aunque después de la pelea de ayer no va a ser complicado.
–Vete.
–Quiero pedirte perdón.
–Y yo que no me hables, pero no lo consigo.
–Mira, ayer me enfade, y lo siento mucho, pero cuando fui hacia clase vi que tenía sangre en la mano, no era mía y yo no te había hecha nada como para que sangraras, así que dime, ¿Qué te ha pasado?
–Nada.
– ¿Y por qué estas así?
–Porque quiero.
– ¿Por qué? Quitando lo de ayer no te he hecho nada, solo quiero saber por qué estas así conmigo, nada más.
–Pues yo no te lo quiero decir.
–Joder Ali, solo quiero saber lo que te dijo mi padre.
–No me dijo nada.
–Algo te tuvo que decir, estas así conmigo desde que hablaste con él, si estuvieses borde con todos igual seria otra cosa, pero solo estas borde conmigo así que es algo que te dijo el. –cojo mis cosas y me voy hacia clase, pero me sigue, viene a mi misma clase.
–Déjame en paz.
– ¿Por qué no me lo dices?
–Porque no quiero decírtelo.
–Solo quiero saber por qué es, ¿Por qué le hice caso a mi padre o por algo que te dijo él?
–Por tu padre. –me siento en mi sitio y Jayden hace lo mismo, suena el timbre y la clase empieza a llenarse, obligando a Jayden a dejarme en paz.
Después de clase salgo rápido para que Nath no se quede mucho tiempo sola, me subo al coche en el que Daemon me espera y vamos a casa, rápido, aparcamos y entramos, pero nada más abrir la puerta se oye unos cuantos gritos mezclados con sollozos.
–No... yo no quería... me trajo Daemon... lo juro padre...
–¡¡Cállate!!–oímos unos ruidos como de alguien calendo escaleras abajo y luego una puerta cerrarse, vamos hacia la puerta del sótano corriendo, Marcus nos mira con una sonrisa siniestra– Creo que me las voy a llevar a las dos, ella estará muy débil después de esos golpes, morirá pronto dadas las circunstancias de mi sótano, no quiero que la diversión acabe pronto, así que me la llevo a ella para divertirme hasta su cumpleaños y después serás tu.
–Como les toques un solo pelo te juro que...–no puede acabar la frase, Marcus le interrumpe.
– ¿Qué? Venga, ¿Qué harás?
–Esto. –se lanza contra su padre pero él en un movimiento rápido consigue volver su fuerza a su favor y le pone una pistola bajo la barbilla.
– ¡No le hagas nada!–grito como una histérica, no quiero que le haga daño, si le hace daño a él mis padres no podrán hacerle nada, tiene que atacarme a mí.
– ¿Prefieres que te mate a ti?
–Sí.
–Ni se te ocurra hacerle daño.
–Cállate–Marcus le da un golpe en la sien con la pistola a Daemon y le tira al suelo, se acerca a mí y pone la mano en mi hombro izquierdo, le miro desafiante y el se ríe–. ¿Qué vas a hacer? Sí no eres capaz de usar el brazo izquierdo.
–Soy diestra...
– ¿Y qué?–hace fuerza en mi hombro yo cierro los ojos y grito por lo que duele.
Enseguida dejo de notar la presión y empiezo a oír como Marcus tose, abro los ojos y veo a mi padre estirando con fuerza del alambre que tiene Marcus alrededor del cuello.
– ¿Qué estas... haciendo?–se apoya en la pared y Daemon se levanta y sale corriendo para avisar a la policía, creo que al caer el móvil se le ha apagado, yo miro a Marcus, por una vez él es el indefenso y los demás los que decidiremos lo que hacer con él.
–Magia. –vuelve a agarrarme por el hombro y usa su peso para hacerme daño, haciéndome gritar.
–Haz... que pare...–se deja caer para hacerme más daño y oigo la puerta, un grito por parte de Daemon y luego un golpe de un cuerpo cayendo al suelo al ser empujado por alguien.
Un agente de policía se acerca a Marcus y lo esposa y le lee los derechos, cuando acaba mi padre le quita el alambre a Marcus y me sonríe para acto después desaparecer.
– ¡Suéltame! No hacía nada malo, no tienes una razón de peso para detenerme. –al poder respirar bien de nuevo se mueve bastante, también se retuerce e intenta atacar al agente de policía.
– ¿Ha entendido los derechos o no?
–Sí, pero antes de que tú vuelvas a arrestar a alguien estaré en la calle. –se lo lleva y entra el que parece ser un detective y nos mira.
– ¿Estáis todos bien?
–Sí...
–No. –miro a Daemon, sin comprender, el solo abre la puerta del sótano y baja corriendo, mierda, me he olvidado de Nath, bajo yo también y el detective nos sigue, lo primero que es encender la luz para poder ver bien, pero Daemon no ha necesitado la luz para encontrar a Nath, la tiene sentada encima suyo mientras la abraza, ella solo es capaz de llorar.
Miro al detective, parece enternecerle la escena, pero bueno, ¿a quién no?
– ¿Quién es ella?
–Es su hermana... Marcus la tenia retenida en su sótano, la sacamos de ahí anteayer, está muy débil y le tiene un miedo increíble a su padre, pero bueno, todos le tenemos miedo, el caso es que ella no ha salido a la calle en dieciocho años, y tiene dieciocho años. –me acerco a Nath y esta al verme me abraza, más calmada, le acaricio la espalda y me empieza a hablar.
–Dime que no está... que se ha ido...
–Mejor que eso, le han detenido. –deja de llorar y me mira a los ojos, le seco las lagrimas y mira a Daemon dos segundos antes de volver a mirarme.
– ¿Y Daemon...?
–No lo sabemos...–miro al detective, esta justo a mi lado, abrazo un poco mas fuerte a Nath– ¿Cuándo será el juicio?
–En dos días, pero tengo que separar a los hermanos.
–Sí mis tíos me dejan Nath se puede venir conmigo.
–Tenéis dos horas, en las que, claro está, os acompañaré, después detendré a ese–señala a Daemon e intento no enfadarle porque le llame ese, no se sabe su nombre así que es algo normal– y me lo llevare a comisaria.
– ¿Podemos despedirnos al menos?
–Tenéis dos horas.
–A solas, será solo un minuto.
–Tenéis diez. –sube y Daemon se acerca a nosotras y nos abraza, le miro, intentando no llorar, sabría que este día llegaría, pero no sé porque siempre me parecía lejano e improbable.
– ¿Por qué te has llevado toda la culpa?
–Porque quiero que llevéis una vida normal.
–Te echaré de menos... intentaré hablar contigo...
–Yo también os voy a echar de menos a las dos... prometedme que os cuidareis entre vosotras...
–Hasta que acojan a Nath va a vivir conmigo, así que no tendrá problemas...
–Padre me dijo que eso es malo, que una familia de acogida es mala.
–Es mentira, son gente que cuida de ti como si fuesen tu familia.
–Pero... Daemon y tú sois mi familia.
–Lo sé... pero yo soy más pequeña que tu, y mientras Daemon este en la cárcel ellos cuidarán muy bien de ti.
–Vale...–empiezo a llorar y me abrazan algo más fuerte.
–No quiero dejar de verte Daemon... a Nath la podré ver pero a ti no... no puedo pasar de vivir contigo a no hablarnos en un día...
–Tranquila, tal vez no me metan en la cárcel, y si me meten en la cárcel estarás en mi lista de visitas.
–Pero mi familia no me dejará verte...
–Pues nos mandaremos cartas, y si no voy a la cárcel te recogeré a la salida del colegio.–le abrazo más fuerte y oímos la puerta de arriba, pero nos da igual, seguimos abrazados los tres, seguiremos siendo una familia pase lo que pase.

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¡Hola chicas/os!

Han derrotado a Marcus, el que escribió un comentario de la longitud de la biblia tengo que decirte algo, el padre de Jay lleva el caso de Ali, pero al ser de la CIA no pasa el día patrullando las calles.

Ahora, la pregunta, ¿Creeis que Ali cambiará? ¿Nath sera bienvenida en la familia de Ali? ¿Alguno ha reconocido la película/el cuento que Daemon le cuenta a Ali?

Votad y comentad que ayuda mucho.

-Besos, Alex ;3




Yo soy la asesinaWhere stories live. Discover now