44. Pistas

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Dos meses después, Chuuya lleva cargando tres de sus libros bajo el brazo, mientras navega por los mensajes en su celular.

"¡Es tan molesto!" gruñe Lucy, caminando a su lado. "Tengo anotado en mi biografía que soy estudiante de derecho por una razón, ¡¿por qué hizo match conmigo si eso era un problema?!"

El pelirrojo se encoge de hombros, tratando de encontrar el email de su clase de impuestos donde le dicen si tienen clases el lunes o no. "¿Hombres?"

"¡Hombres!" concuerda empáticamente la chica, jalándose el pelo. "No todos podemos encontrar uno perfecto."

"Lo sé, lo sé..." resopla el chico.

"Hablando de..." dice Lucy, mirándolo con curiosidad mientras detiene su berrinche, "¿Conseguiste un anillo?"

"Creo que esperaré hasta después de la graduación."

"¿Por qué?"

"Sigo diciéndome a mí mismo que no me lo ha pedido porque estoy ocupado con la escuela, así que—" el ojiazul se encoge de hombros, "me hace más sentido esperar hasta entonces." 

Lo cual son siete meses más, pero han estado juntos por siete años, así que—

Puede sobrevivir.

"Eso es justo." responde Lucy sacando sus llaves y abriendo su auto. "¿Quieres un aventón?"

"Estoy bien, me estacioné en el siguiente lote."

"Okay— ¿nos vemos en la fiesta de Halloween de mañana?"

Lovecraft ha organizado fiestas totalmente locas por la festividad todos los años desde que Chuuya se mudó a la ciudad. "No me la perdería por nada."

La chica se sube a su auto y se va, dejando a Chuuya con sus pensamientos.

Siete años. En Marzo serán ocho.

De verdad, después de estar juntos durante tanto tiempo, ahora incluso que tiene veinticuatro, parece que les ha tomando demasiado.

Se muerde el labio. Obviamente, Dazai le dirá que sí.

Obviamente.

¿Verdad?



Cuando suena su teléfono brinca, casi soltando sus libros. "¿Ane-san? ¿Qué pasa?"

"Chuuya," el chico se detiene al escuchar la voz de su hermana, soltando por poco todas las cosas que lleva.

"¿Está todo bien? Suenas como si estuvieras a punto de llorar."

"N-no, estoy bien" la chica no suena bien, suena como si estuviera llorando. "Yo— ¿Estas ocupado? Si no puedes hablar ahora, puedo llamarte más tarde—"

El pelirrojo se para en seco, negando con la cabeza. "¿Qué ocurre?" Su corazón late como loco. y su estómago empieza a revolverse. "¿Estás bien? ¿Le sucedió algo a Odasaku?"

"No— no, ambos estamos bien—"

"Oh Dios," gruñe el chico y se pone pálido. "¿le pasó algo a mamá?"

"No," la voz de Kouyou se rompe, y Chuuya está petrificado mientras espera, porque su hermana no llora, nunca. "Dios, no— ella esta bien—"

"¡¿Entonces qué es?!"

"Yo—" la mayor toma un respiro "acabo de ir al doctor."

What's your name?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora