50. Te presento a los Dazai

888 78 175
                                    

ADVERTENCIAS DE CONTENIDO: VIOLENCIA LEVE, REFERENCIAS A TRAUMAS PASADOS.



Si de bebés se trata, Shuji no es el peor en cuanto a las desveladas nocturnas. Honestamente, comparado con la mayoría de los infantes a su edad, él duerme bastante bien. Pero dado que ambos son padres primerizos, para ellos despertarse tres veces por noche es demasiado.

"En verdad es un niño tranquilo," tararea Kouyou, meciendo a su sobrino sobre su rodilla. "Cuando Sakura tenia está edad, sentía que nunca dejaba de llorar con todas sus fuerzas..."

Chuuya se talla los círculos negros debajo de los ojos, asintiendo aturdido. "¿Esto es... tranquilo?"

Su bebé de tres meses lo mira con ojos brillantes, ocasionalmente riendo y dándole una sonrisa desdentada cuando Kouyou lo mece. Ha estado un poco más tranquilo hoy— pero ha sido difícil, sobre todo desde que Chuuya volvió al trabajo.

Dazai se toma un poco de más tiempo, principalmente por su posición privilegiada, pero incluso él tiene que  volver en unas pocas semanas, y entonces, comenzarán a dejarlo en la guardería.

La madre de Chuuya los ha estado ayudando un montón, y con Mori reduciendo sus turnos en el hospital, ha estado cuidando al bebé cada vez más seguido, pero Chuuya aún siente que podría desmayarse de cansancio en cualquier momento.

Y sería más fácil si Dazai estuviera batallando tanto como él, pero— 

Sus habilidades como el 'Encantador de Bebés' no han desaparecido en lo absoluto. 

Lo que significa que la mayor parte del tiempo, puede hacer que Shuji tome una siesta en unos cuantos minutos, mientras que para Chuuya... puede ser una batalla algunas veces.

"Bueno, créeme—" sonríe Kouyou, inclinándose para dejar un beso sobre la coronilla con cabello castaño del bebé. "—es un caballerito."

Chuuya ama a su hijo muchísimo, pero de alguna manera, duda de eso.

E incluso cuando comienza a encontrar la forma de lidiar con los puñetazos de Shuji, el bebé comienza a morder y es como tener que reajustar la personalidad de su hijo nuevamente.

Pero, después de todo, no hay ni un segundo de todo el proceso en que se arrepienta.

A nadie nunca le explicar lo rápido que cambian los niños. Lo intentan, pero nunca le hacen demasiada justicia. Porque un mes de vida— realmente no es nada. Son cuatro citas nocturnas, un encuentro en un bar con algunos amigos, un caso en el trabajo. Para un bebé, es como una vida entera y cada segundo que no ve a Shuji, siente que se pierde de algo. 

Y de alguna manera, en un abrir y cerrar de ojos, un año entero ha pasado.

Lo cuál abre una completa nueva etapa de crianza, una para la cual Chuuya no estaba preparado, exactamente.

Fue un golpe duro cuando Shuji comenzó a llamar a Dazai 'Dada' primero, pero Chuuya decidió esperar, asumiendo que su momento llegaría.

Ambos estaban sentados en la mesa de la cocina un domingo por la mañana, con Dazai leyendo algunos emails del trabajo mientras Chuuya le daba a Shuji su desayuno— (huevos revueltos y rebanadas de plátano— un combo horrible si le preguntan a Chuuya pero, hey, al bebé le gusta.)

"Kunikida va a matarme..." gimotea Dazai, recargando su barbilla en su mano.

"Pero no creo que termine esto hoy."

What's your name?Onde histórias criam vida. Descubra agora