49.Shuji

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Advertencias del capítulo: Muerte, menciones de suicidio y discusiones de trastornos mentales.


La secretaria apenas y puede ver sobre la pila de papeles que carga, chocando contra otras personas en el pasillo, hasta que finalmente llega a la oficina de la esquina, y toca la puerta. "Disculpe, ¿señor Dazai?"

Chuuya levanta la mirada de donde se encuentra recargado en su escritorio, acomodándose un mechón de pelo detrás de la oreja. "¿Son los archivos del caso Dawson?"

Ella asiente, exhausta. "Tengo más pilas en el lobby, las acaban de enviar."

"Puedes dejarlas, me las llevaré a casa el fin de semana."

"¿Esta seguro?" parpadea sorprendida. "Creí haber escuchado que dijo que era el cumpleaños de su esposo este fin de semana."

"Lo es," dice Chuuya, cerrando su folder mientras se levanta de su escritorio. "pero esta siendo bastante firme sobre no celebrarlo este año."

Su secretaria parpadea. "¿Quiere decir que no esta emocionado?"

"Uh..." Chuuya se rasca un costado del cuello. "Podría decirse que es eso."


Dazai se encuentra tirado en el suelo de la cocina, mirando el techo de mal humor. Ni siquiera trata de escapar cuando Dazoo se le sube encima, oliendo y lamiendo su frente.

Esta llegando.

Su destino inminente.

Treinta años.

Chuuya abre la puerta principal, poniendo su maletín en la entrada mientras se quita la chaqueta. "¿Vas a enfurruñarte hasta mañana?"

Dazai gruñe, cerrando los ojos. "Simplemente esperaré por el día en que me dejes por un hombre más joven."

"Osamu— soy un año y diez meses menor que tú." le recuerda Chuuya, quitándose la corbata para ponerla en la encimera y después se recoge el cabello, dejando ver el choker alrededor de su cuello.

Es más grueso que el original, con un broche de oro blanco— Dazai se lo dio en su primer aniversario de bodas.

"Supongo que conocía los riesgos cuando me casé contigo." murmura patéticamente el castaño.

Chuuya sube una ceja bien arriba. "¿Los riesgos?"

Dazai asiente, poniendo un brazo sobre su cara. "Obviamente estas envejeciendo mejor que yo." gimotea.

Chuuya cruza sus brazos sobre su pecho. "Osamu, no has envejecido."

Bueno. Técnicamente eso no es verdad.

Ya no es el adolescente descuidado que Chuuya conoció hace doce años. Esta más grande. Sus hombros se han ensanchado. Hay una sombra de barba alrededor de su quijada en la parte que olvidó afeitarse esa mañana.

Okay, sí, si alguien le pusiera una pistola en la cabeza, diría que hay unas pequeñas, pero pequeñísimas arrugas debajo de sus ojos pero no estarían ahí si usara una crema de ojos como él lo hace.

"¿Recuerdas la gala a la que fuimos la semana pasada?" murmura Dazai, haciendo un mohín.

"Sí... ¿Qué pasa con eso?"

"Uno de los inversionistas se sorprendió cuando le dije que eres abogado." murmura Dazai hundiéndose aún más, luciendo como si estuviera en una angustia genuina.

Y ahora Chuuya se siente un poco molesto también. "¿Qué? ¿Acaso pensó que era un esposo trofeo o algo así?"

Dazai gruñe ruidosamente. "Pensó que eras modelo. Y cuando le dije que no lo eras, asumió que aún estabas en la escuela."

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