Hazel
El niño llora, yo me planteo en dejarlo abandonado o tirarlo a la calle. No entiendo que mierda le pasa, ojalá hablaran a la primera, me harían todo más fácil.
¡No tengo instinto maternal!
Estoy harta.
Lo pongo en su cochecito, lo acomodo como es debido y salgo. Cierro con llave y emprendo rumbo al parque que hay en la esquina. En el transcurso el muy canijo se calla.
Diosito, perdón, pero creo que, por primera vez en mis veinte años de vida, diré en voz alta lo que siempre dije en mi cabeza.
—Pinche pendejo cabrón.
<<¿Cómo te sientes?>>
Acabo de quitarme un peso de encima.
Llegamos y me siento en una de esas banquetas grandes en las cuales entran como tres personas.
Suspiro viendo al tarado dormirse.
—Pensar que solo cuando duermes me caes bien. Pero no le digas a tu madre. ¡Ah, no!, aguarda—ironizo—, no hablas—riño.
—¿Hazal?
Elevo mi vista hacia delante encontrándome con Val, la prima de Aislin, ella....bueno, murió hace años, tres, para ser exactos, era quien me cuidaba cuando tenía como siete años, lo hizo hasta que cumplí trece.
—¿Y esta hermosura de quién es?—acerca su cabeza hasta ver al llorón.
—¿Quieres pasearlo? Me duelen las manos de tanto cargarlo.
Me mira extrañada.
—Pero está en su carriola.
<<Já>>
Cállate.
—Hasta recién estuvo en mis brazos....porfis, porfis, porfis—hago ojitos.
—Bien, ya volvemos.
Suspiro ante su hermosa generosidad, y cierro mis ojos luego de ver como comienza a darle la vuelta al inmenso parque.
Dejo que el frio aire de este día, entre por mis fosas nasales. No soy irresponsable tampoco, no es como que hacen quince grados y saqué a Ángel desabrigado. Soy antipática con ellos, no inhumana. Pero sí está nublado.
Suspiro pesadamente y un aroma varonil me hace abrir los ojos.
Giro por inercia encontrándome con un hombre mirando detenidamente al bebé dentro del cochecito que mueve apenas con delicadeza.
Creo que todo va de maravilla, bueno, hasta que escucho como sorbe su nariz, y sé que no es del niño allí dentro, así que voy por el adulto.
—¿Puedo ayudarte en algo?—pregunto con mi mano en su hombro.
Él voltea a verme.
<<Madre mía.>>
Está...
<<Demacrado>>
