Capítulo 34

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Hazal


Pasaron tres días desde el entierro. La casa seguía apagada, y nadie tenía ganas de nada.

Me levanto exaltada luego de escuchar unos ruidos. Y no es que sean fuertes, no. Yo siempre fui alguien que al mismísimo ruido, ya se despertaba.

Veo la hora, seis de la mañana.

Me coloco mi blusa y un shorts, y camino hasta el lugar proveniente de sollozos.

Entro a la habitación de Daxen. Sus crallones están rotos a la mitad, los dibujos que había hecho están abollados. Y él en su cama cubierto completamente con el edredón.

Me acerco hasta sentarme a su lado.

—¿Me haces un lugar?—susurro en su oído pese a la tela que nos separa.

Obedece y me acuesto junto a él.

—¿Puedes darte vuelta? Quiero ver tu cara.

—No.

—Pero la extraño.

—¡Es fea!

—A mí me parece hermosa. Y mi opinión y la de tu papá es la única que debería importarte. Anda ya.... déjame verte—lo muevo de manera juguetona hasta escuchar como se ríe. Hace mucho que no lo hacía, y no sabía cuánto lo necesitaba hasta ahora.

Se destapa y gira para verme.

—¡Ay Dios mío!—llevo mi mano a mi corazón de manera exagerada —, pero cuánta belleza cabe dentro de un niño.

Vuelvo a hacerlo reír y acto seguido comienzo a hacerle cosquillas. Dejo besos por sus mejillas hasta que protesta para que lo deje. Lo hago.

—¿Puedes dormir conmigo esta noche?

—Esta y todas las que quieras. Pero, a cambio, debes regalarme una sonrisa todos los días, y tienes que darme un beso en la mejilla cada que te levantes o vuelvas de la escuela, ¿Trato?—extiendo mi mano.

—Trato—hace lo mismo.

—Pues a dormir ya. Anda.

Me recuesto y él vuelve a ponerse de espaldas a mí.

—¿Viniste por qué me escuchaste llorar?—pregunta en susurros.

—Por supuesto.

—¿Sabes por qué lo hacía?

—¿Quieres contarme?

Voltéa a verme y nuestros ojos conectan al momento.

—Porque Lexie te llamó mamá.

Quedo completamente inmóvil, mi cuerpo se tensa ante aquellas palabras. Y me toma unos segundos antes de poder hablar.

—¿ A ti te molestó que lo dijera?

—No—y poco a poco las lágrimas desbordan sus ojos—. Solo que lo dije en voz alta recién, como sería llamarte así y....se sintió bonito. Pero.... no sé si me lo merezco —acaba cabizbajo—. En realidad, no sé si me merezco algo, sino soy bueno en nada.

—¿Perdona? ¿Según quién?—pero no contesta —Daxen—levanto su quijada—Según quién —digo con severidad.

—Mi mamá.

—De acuerdo, déjame entender. Te duele lo que esa mujer diga de ti. Vale, lo entiendo, es tu mamá y es horrible, pero ¿Qué crees? Me importa una mierda, y a ti debería importarte una mierda. Que haya menospreciado a tu hermana. Que te haya hecho sentir inferior a ti también. Que te haya dicho que el que no tengas cabello te hace horrible. Já. Déjame decirte que con o sin él, eres hermoso. Eres una excelente persona. Eres cariñoso y amoroso. Eres tantas cosas bonitas, Daxen.

»Grábatelo muy bien en esa cabezota—la señalo sacándole una sonrisa—. El físico no define la personalidad de las personas. Nunca te fijes por lo exterior, sino por como es de aquí—llevo mi dedo índice a su corazón—. Eso es lo que realmente cuenta.

—¿Qué pasa si ya no le quiero decir mamá a ella? No soy tonto. Sé que en parte tuvo que ver con lo sucedido. Y también lo sé porque papá está haciendo hasta lo imposible para que no me quede con ella ni medio tiempo. Lo escuché en su despacho.

—¿Sabes que lo que él hace es por tu bien?

—Sipi.

—Pues mañana le agradeces por ser un estupendo padre, ¿a qué sí?

—Sipi.

—Ya está. No sé diga más. Ahora, a dormir.

—Una última cosa.

Definitivamente es hermano de Lexie.

—¿Qué?

—¿Me quieres?

Y en eso no me demoro ni medio segundo en contestar.

—Como no tienes idea.

— Entonces....¿Vas a quedarte con nosotros?

—Sí, mi cielo. Ni aunque tu padre me despida me alejaré. Porque de todas formas buscaré la manera de verlos. Así que estaré aquí y por mucho.

—¿Lo prometes?

—La última vez le prometí a tu hermana que sería lo mejor que pudiera, y mira, no fui lo suficientemente buena para cumplirlo. Así que no, no puedo prometerlo por más que me duela. Porque si no fui capaz de ser una buena madre, al menos intentarlo... Así que.... haré todo lo posible para estár contigo y tu hermano, pero...hasta ahí.

—No entiendo porqué te desprecias tanto siendo que eres una excelente persona. Y sin duda una excelente madre. Tal vez no ahora, no si no estás lista, pero en un futuro.... quizá seré el primero en llamarte así. Luego de Lexie claro—unas lágrimas caen de sus hermosos ojo—. Por favor, déjame ser el que lo diga.

—Eso es algo que sí puedo prometerte. Pero no sé cuando.

—Cuando creas que es el momento perfecto, lo conseguirás, confío en ti—deja un beso en mi mejilla—. Te quiero mucho, Hazal—y cierra sus ojos.

—Yo también te quiero, mi amor—susurro dejando caer mis lágrimas en lo que acaricio su suave cabello.

Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now