Capítulo 24

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Hazal










El corazón lo tengo oprimido. Jamás creí que le diría te quiero, a un niño que no sea Angel. Y aquí estoy, en medio del pasillo, estática. Dejé a Daxen durmiendo.

Estoy nerviosa, tengo varios sentimientos encontrados, sensaciones. Es todo muy raro, pero....en el buen sentido.

Niego para salir de tanto pensar y bajo para ir con Serkan.

Es entonces cuando me encuentro a una loca furiosa, cerrando la puerta con todo, luego de maldecir. No obstante, me acerco hasta la oficina del moja bragas y lo veo con unos papeles abollados en sus manos y la vena de su cuello marcada por la ira.

¿Qué pasó?

<<Hay que averiguarlo>>

—¿Se puede?

—Se los va a llevar—levanta su quijada hasta encontrarse con mis ojos—. Tiene la orden de un juez. Ella podrá contactar con mis hijos las veces que se le venga en gana.

—Sí, bien. Pero una cosa es hablar con ellos y otra diferente es secuestrarlos y dejarnos a nosotros con el Jesús en la boca—me acerco a él.

—Díselo a ellos. Yo...—suspira hastiado.

—¿Y por qué salió tan enojada?

—Para armar un maldito escándalo—riñe indignado.

—¿Papi?

Ambos nos damos vuelta encontrándonos con Lexie.

—Hijita, ¿qué tienes?—se acerca a ella.

Hago lo mismo por inercia, viendo así, su carita de porcelana llena de lágrimas. Me preocupo. Una cosa es que no me gusten los niños y otra diferente es ser una insensible.

—N-no puedo dormir—murmura entre espasmos.

—De acuerdo, vamos—le extiende la mano.

Pero ella no se mueve, se queda fija en su lugar y no entiendo nada.

—Te quiero.

—Yo también, mi amor—sonríe él.

—Pero quiero a Hazal.

Muerdo mi lengua para no reír y él arquea una ceja como si estuviera indignado.

—¿Disculpa?—se cruza de brazos con fingido enojo.

Ella ríe nerviosa y yo extiendo mis manos. No le lleva mucho captar el mensaje, que se acerca a mí para que la cargue.

—Pero despídete de tu padre—le susurro solo para ella.

Camino a la entrada y le da un beso que él recibe gustoso.

Voy con ella en brazos hasta su habitación, y una vez que la arropo con sus mantas, ella pregunta.

—¿Eres o no la novia de mi papá?

—No lo soy.

<<Pero quieres>>

No importa lo que quiera, importa lo que es.

—Pues yo sí quiero que lo seas. Antes él se encerraba en el trabajo. Éramos nosotros y el trabajo.

—¿No es bueno que les lleve el apunte?

—No si él no sonríe del todo.

—Lexie. Tu padre los ama, son lo más importante para él.

—Nunca dije que no. Solo digo que...pues que no te ve como una empleada. Mi papi es....mmmm...¿Cómo decirlo? ¡Cobarde!

—Lexie.

Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now