Capítulo 33

1.3K 75 2
                                    

¡Subo este capítulo porque YA SOMOS 2 K 😭🫶!

Para mí es demasiado, y más porque esta historia lleva poquito siendo escrita. Y eso me emociona, así que gracias ❤️

Sin más que decir.....aquí lo tienen.





Hazal

Llegamos en completo silencio luego de dejar a Elvira en su casa.

Dejo a Aiden dormido y Serkan lleva al mayor a su correspondiente cuarto.

Entorno la puerta y voy a la habitación. Me quito los zapatos y me siento en el borde de la cama. Miro detenidamente el suelo, cuando la puerta vuelve a abrirse. Veo a Serkan entrar desganado. Cierra la puerta y se queda allí parado. Me acerco a él y tomo sus mejillas. Agarra mi cintura pegando nuestras bocas. Y lo qué primero fue un pequeño beso, luego se convierte en algo más. Separa mis labios con su lengua adentrándola, y para juntarse con la mía.

—Así no—digo sin abrir mis ojos.

—Por favor...

Mi corazón se acelera ante su pedido. Porque, lo admito, yo también lo quiero. Sé lo que estamos haciendo, y la verdad, no voy a poner resistencia.

Baja la cremallera de mi vestido haciendo que caiga con sencillez. Me deshago de su bragueta y siento su dura erección en mi bajovientre.

Quita mis bragas y no hay brasier de por medio, dado que no era un vestido que lo requería.

Saco su playera y en menos de nada, pasamos directo a la cama.

Se apoya en sus brazos a la vez que se hunde en mi interior haciéndome gemir. Esconde su cara al costado de mi cuello sin dejar de penetrarme.

Clavo mis uñas en su hombro para sostenerme de alguna manera y mierda, no. Definitivamente no quiero que se detenga, no ahora.

Su boca desciende a mis pechos. A mi abdomen. Para acabar en la parte baja de este último.

Mi respiración se corta por una fracción de segundos cuando logro unir todas las fichas.

Sale de mi interior dándole lugar a su lengua. Y por más que quise callarlo, me fue inevitable gritar arqueando mi espalda.

Enredo mis manos en su cabello a la vez que su lengua se mueve de una manera indescriptible, pero realmente fabulosa.

—Basta, detente, voy a....

Pero antes de decir nada, ya lo había hecho.

Mi cuerpo había reaccionado.

Con mi respiración irregular, bajo la mirada hasta encontrarme con aquellos ojos presos del deseo. Sus pupilas dilatadas y la clara señal de que no habíamos acabado.

Vuelve hasta quedar arriba de mí y agarro sus mejillas sin poder creer lo que acababa de hacer.

—¿Te lo has....?

Pero ya estaba besándome dejando a medias mi pregunta.

Sí, lo había hecho.

Toma mi cintura y me da vuelta hasta ser yo quien esté arriba de él. Jamás había estado arriba, jamás, así que dejo que me guíe.

Recorro con mi lengua su mentón, su cuello, sus pectorales, hasta que lo remplazo por pequeños besos.

—Mierda, Hazal—gruñe sin dejar de embestirme.

Sus labios van de mi boca a mis pechos. Muerde uno de mis pezones, y agradezco que tengamos la puerta cerrada, y que la habitación de los niños este un poco alejada.

Muerde, lame, y succiona mis pechos, y cuando creo que tuvo suficiente, besa de manera tierna y precavida, la cicatriz que Santiago me hizo.

Volvemos a la posición inicial. No nos detenemos. No aún.

La habitación se torna sofocante, nuestros cuerpos sudan y sus estocadas son cada vez más fuertes y profundas.

—Te amo —susurra contra mis labios dejándome por unos segundos, estupefacta.

Pero antes de que pudiera decir algo más, lo beso descontroladamente.

No pasa demasiado hasta que nuestros cuerpos se tensan en conjunto llegando al punto máximo de la exitacion.

Creo que nunca en la vida he tenido tantos orgasmos y.... así.

Jamás me sentí tan llena y satisfecha como ahora.

Se acuesta a mi lado. Y un silencio nos invade en lo que vamos recuperando el aire.

No sé si sus palabras fueron de verdad, o producto de lo sucedido.

Cubre sus ojos con uno de sus brazos y, una vez que quiero decirle que yo también lo amo, me percato de que se quedó profundamente dormido.

¿Lo dijo de verdad? ¿De verdad él podría amarme?

Pero.....¿Y por qué después de que acabamos hizo como si nada?

Con un nudo en la garganta, cierro mis ojos y doy media vuelta para dormir, cuando en eso, un brazo me rodea. Al momento siento su cuerpo pegado al mío, y sus labios que besan mi nuca, mi hombro, hasta acabar en el costado de mi cuello. Y ahí se queda.

—Buenas noches —musita erizándome la piel.

—Buenas noches —sonrío sin poder evitarlo.












•••••••

¿Qué les pareció?

No me conocen si luego de esto creen que se las haré fácil jiji.

Hazal ✅ (# 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora