Capítulo 27

1.3K 79 8
                                    

Dos semanas después



Hazal

-No le digas a mi papá -me pide Lexie.

-¿Si sabes que la compra la estamos haciendo con su tarjeta?

-Buen punto -susurra frunciendo el entrecejo.

Aunque veo de reojo como coloca aquel chocolate en el carrito.

Sonrío en lo que ella se queda hipnotizada con una de las vidrieras.

Inspecciono un poco más y soy consciente de lo que estoy haciendo. Vine al mercado con Serkan y sus dos hijos. Estoy haciendo las compras como si....

<<¿Fueran una familia?>>

Exacto.

<<¿Qué tiene de malo?>>

Nada, creo, es decir....me gusta ser parte de sus vidas. Y eso es bien jodido porque soy consciente del riesgo que toman a mi lado. Pero soy tan egoísta, que no quiero apartarme.

Pasamos por la sección de frigoríficos cuando una voz asquerosamente familiar, detiene mi paso.

-¿Hazal?

Muevo mis ojos del paquete de patitas de pollo que había tomado, hacia ella.

-De todos los lugares, jamás creí encontrarte justo aquí.

Voltéo a ver dónde está Lexie y ella sigue en la misma posición, ajena a nuestro encuentro.

<Corrección: desagradable encuentro>>

-Supongo que hacer las compras es algo natural-digo con desinterés dejando la bolsa en el carrito.

-Eso contiene calorías, ¿de verdad vas a comprarlo?

-Pues me hace feliz, así que....

-¿Engordar te hace feliz?

-¿Qué quieres, mamá?-voy al grano.

-¡Hazal, mira!-exclama Lexie llegando hasta mí.

Mi madre lleva sus ojos de la niña a mí varias veces. Por alguna razón pongo mi brazo delante de la menor, como si así pudiera protegerla.

-¿No tienes un papá, cariño?-le pregunta mi progenitora con falsedad.

-¿No tienes cremas que te hagan más joven, cariño?

No contengo la risa. Mi madre me mira cruzándose de brazos. Sus ojos me recorren centímetro por centímetro hasta sonreír ampliamente.

-¿Que diría Santiago si te viera así?

-Lo que él me diga me importa un bledo, no es nadie.

Me toma del brazo acercándome sin ternura alguna hacia ella y masculla:

-Está aquí. La vida te manda indirectas. Están destinados a estar juntos.

-Suéltame-riño intentando zafarme.

Ella me aprieta más y juro que siento me sacará la piel.

Siseo y ella mira detrás de mí hombro para acto seguido soltarme con fuerza. Trastabillo hacia atrás, y si no fuera por el cuerpo de alguien que me detuvo, probablemente hubiera caído al suelo.

Por unos microsegundos pensé que era Santiago, pero no me toma mucho darme cuenta de quién realmente está detrás de mí, tomándome de la cintura, es Serkan. Y aún con su presencia. El sudor en mi piel y el miedo a dónde sea que esté mi ex, reaparece.

-Amor, ¿todo bien?

Me aferro a su playera todavía de espaldas a él. Me da vuelta y me besa en los labios.

Mi madre repara la escena frente a ella, y como no, tuvo que dejar salir su veneno.

-Ya me iba. Solo.... quería comprobar que tan bajo ha caído.

Me doy vuelta para mirarla. Mis pies tiemblan, o tal vez no, pero lo siento así.

-Espero volver a verte-se fija en mí.

-Espero que no-responde en murmuros Lexie.

Sonrío ante sus palabras, pero la mujer también la escuchó.

-Deberías educar mejor a tus hijos-le dice a Serkan.

-Con ellos no te metas-la señalo.

Lo peor no es su sonrisa triunfante. Ni sus facciones tan típicas de ella. Lo peor, es la persona que aparece como si esto no hubiera sido ya lo suficientemente malo.

-No puedo creerlo ¡Pero que grata sorpresa!-se acerca a mí y me abraza como si fuera lo más normal del mundo. Antes lo era, ahora ya no.

<<¿Quién es el hombre aquí presente?>>

Mi progenitor.

-¿Cómo has estado?

-¿Aquí?-lo ignoro centrándome en mi madre.

-En el supermercado. Por ahí debe andar.

Borroso. Veo borroso. Todo se mueve. Nada es claro para mí.

Se limita a sonreírme una última vez, despedirse de los niños y de Serkan. Y junto con mi madre, se pegan la vuelta para desaparecer. Solo cuando no están en mi campo de visión, cuando estoy segura de que realmente no van a volver, giro hacia atrás abrazando a Serkan.

-No me sueltes. No me sueltes. No me sueltes -repito sin alejarme de su cuello.

-No voy a hacerlo -asegura rodeándome con sus brazos. Sé que está un tanto perdido ante todo esto-. Mírame - aleja mi rostro para que lo haga y acuna mis mejillas-. Todo está bien. Estás conmigo ahora.

-Lo sé-asiento repetitivamente con mi cabeza.

-Estás bien ahora. Ella se ha ido.

-Lo sé -cae mi primera lágrima.

Junta nuestros labios en un beso corto y suave, y eso no hace más que calmarme.

-Estás con nosotros ahora -Daxen jala del borde de mi playera.

-Ey-vuelvo mi atención al de ojos claros y deja su frente pegada a la mía -. Si quieres llorar, adelante, no lo guardes.

Escondo nuevamente mi cara en su clavícula y lloro en silencio. Me aferro a él en la medida que me fuese posible sintiendo mi cuerpo haciendo espasmos.

-Vámonos.

«Él puede vernos »

-Salgamos de aquí rápidamente, lo que falta lo compraremos por internet.




















•••••••

¡¿Están listos para lo que viene?!

¡No los escuchooooo!

Bien, espero que me sigan el juego con Bob esponja, y sí, puedo ser muy inmadura a veces.

¡EN FIN! SE ACERCAN GRANDES COSITAS, TENGAN PAÑUELO PENDIENTE PARA SUS LAGRIMITAS U...OTRAS COSAS 🤫😏






Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now