Capítulo 14

1.9K 118 4
                                    

Seré sincera como siempre, este capítulo significó mucho para mí, y lo lloré, porque está basado en hechos reales, al menos la parte de Hazal.






Hazal



Subo las escaleras de manera pausada y con una sonrisa en los labios. 

Estoy nerviosa por lo que haré.

Tambien feliz por lo que me acaban de infromar.

Entro sin golpear, confiada de que iba a estár bañándose. Y lo había hecho, pero ya no.

—Mierda—salto en mi lugar al verlo completamente desnudo.

<<No te hagas, que bien ya lo habías visto. Nos gustó, ¿recuerdas?>>

Agradezco haber cerrado la puerta.

Se pone su ropa interior con tranquilidad, como, si haberlo visto así fuera normal.

—¿Todo bien?—clama curioso.

Yo me acerco a él, en un rapido movimiento tomo sus mejillas y junto nuestros labios. Se aferra a mi cintura pegandome a su cuerpo. Separa con su lengua mis labios, profundizando aún más nuestro beso. Comienza a mover su boca en sintonía con la mía. Acaricio sus pectorales. Sus brazos. Me gira hasta que mi espalda toca la pared. Deja sus manos a cada lado de mi cuerpo, y sin separarse de mí, pregunta:

—¿Y esto por qué? No me quejo, de hecho me encantaría repetirlo, pero...

—Tengo que mostrarte algo—paso por debajo de su brazo. Quito una de sus manos de la pared y nos acerco hasta el espejo que vi junto a su mesada.

—¿Qué quieres que vea?

Me quedo en silencio. Seria. Mis ojos solamente en el reflejo que tengo frente a mí. Trago profundo, y desvío mi mirada a la suya, que sigue confundido. 

<<Hazlo. Tú puedes>>

—Necesito que me escuches. Que no me interrumpas, ni me juzgues. ¿Podrás con eso?

—Sabes que sí

Respiro profundamene  y ambos nos quedamos mirandonos frente al espejo.

—Mis brazos. Son delgados, suabes como mis manos, y bonitos, a mi me gustan. Mis manos no se quedan atrás, mis dedos son una de las mejores cosas que poseo, ya que gracias a eso, puedo escribir. Mis labios son finos y me gustan verlos. Si subimos más, el color de mis ojos, me gusta, no tengo que quejarme, son extraños, marrones, pero extraños. Supongo que es una mezcla de verde oscuro con marrón, pero eso sucede solamente si te quedas mirando fijamente.

»Adoro mi cabello, de verdad que lo amo. Mis orejas son...chiquitas, tiernas—me encogo de hombros y largo una pequeña risa que lo contagia a él tambien—. Mi abdomen. Él...está bien, es plano, aunque flácido, creo que para endurecerlo debería hacer gimnacia, pero ni modo, no  todo se puede«

Ríe abiertamente y continúo. Pero ya no hbalo. Muestro.

Quito mi playera quedando con mi brasier y mi cicatriz a la vista.

Su sonrisa se esfuma. Frunce el ceño y yo trago grueso. 

—No voy a hablarte de esto, no todavía, no me siento preparada aún. Pero esto—la palpo—, un poco más y moría. Sabes que si te cortan el cuello, mueres. Pues..pudo acabar mal, pero...no fue así. 

Giro hacia el costado, Serkan hace lo mismo y quedamos ambos cara a cara. Debo levantar mi quijada, me lleva dos cabezas.

—Te digo esto porque he tardado un buen tiempo en aceptarme, en quererme. Nadie me escuchó, solo me han juzgado. Me sentí perdida, sola, incluso maldita. Sentí que no era suficiente, y...todo lo que salía de la gente que decía quererme y...al final puede que lo hicieran pero... lastimaban sus palabras. No sabía a quien acudir, como me quedara callada acabaría conmigo, y sí, a eso. Pero...por alguna ilógica razón—se me forma un nudo en la gargata.

»Un día entré a youtube, me apareció un vídeo de una familia, más especificamente dos personas, ella tenía un test de embarazo en la mano. No me preguntes porqué, simplemente entré y...me encontré con personas super espontaneas y...me transmitieron una vibra. Una buena onda, que dije: me suscribo. Y fue la mejor desicion de mi vida«

—Conocí a la familia Coquete, y me volví coquete. Conocí a quien hoy es mi escritor favorito, Javier Castillo. Conocí a su esposa,  la mujer que me cambió la vida, que me hizo verla desde otros ojos, disfrutarla, quererme como soy. Estár feliz con las pequeñas cosas. Esa familia me cambió sin ellos saberlo. Me dieron ilusión, esperanza.

»Luego llegó Irvin, un actor mexicano. Le hablé ante mi desesperación. Él, por loco que parezca, no me juzgó. No sé que buscaba en él, simplemente quería que me escuchasen, y lo hizo. Ale, una youtuber colombiana, también, y con ellos aprendí a aceptarme, quererme, y...eso hice. Cambié.«

—Sé que todavia tengo mucho que  aprender, mejorar, pero, si hoy puedo mirarme al espejo sin tenerme asco, si hoy estoy aca con otra perspectiva, es gracias a todos ellos.

—Y a ti por escucharlos y hacerlo. Ellos te motivaron, tú decidiste escucharlos, y me alegra que así sea, porque vales un montón. 

—Todavía trabajo en quererme, no puedo dejar que vean mis piernas...es decir, mis muslos, mis caderas, no estoy lista para mostrarme al descubierto, para dejar que alguien mas me vea siendo yo incapaz de bajar la mirada más allá de mi abdomen. 

—¿Por qué dices esto?

—Porque si quieres estár conmigo, si quieres intentarlo, debes saber que no voy a mostrar esa parte de mi cuerpo, no aún. Lo aceptas, o lo dejas.

—¿Es una amenaza? ¿Me está amenzanado, señorita Hazal?

—Tú utilizaste a tus hijos—me encogo de hombros.

Rodea mi cintura con un brazo empuajndome  a él. Une nuestros labios en un beso profundo. Largo, sin frenar, hasta que me separo para mirarlos unos segundos, quiero hablar, pero es él quien se adelanta.

—Me divorcié, ella aceptó. ¿Sabes lo que significa?

—¿Qué podré besarte sin remordimiento?

<<No seas mentirosa, no lo sentías.>>

Muy dentro mío sí, no hagas lo que no te gusta que te hagan, ¿recuerdas?

—Significa que podrás besarme sin culpa, y yo demostrarte que no me arruinas la vida, de hecho, cada día sé que me la facilitas más.

—No te acostumbres, ni yo misma sé que esperar de mí.

—Pues lo descubrieremos juntos—concluye volviendo a mi boca. 



Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now