Capítulo 10

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seis días después


Hazal

Habían pasado seis días desde aquella tarde en la que Serkan acabó consolándome.

La niña está nuevamente en el hospital. Aiden y Daxen conmigo. Con mi pie muevo el cochecito en dónde él duerme. Su hermano mayor a mi derecha, haciendo su tarea.

Menos mal que no me pide ayuda. Acabé mis estudios porque solo quería aprobar, nunca he sido inteligente. Nada, aparte de la escritura y la actuación, se me da bien.

Paso todo lo que había anotado en mi cuaderno, a la laptop. Edito otro poco y suspiro luego de publicar.

Wattpad.

Una aplicación donde cada vez conozco más autoras, libros, más historias buenas, y otras no tanto.

Pero no, no es mi caso, tengo cero lecturas. Soy como la nada misma, y lamentablemente, ya estoy acostumbrada.

Aunque, hay que verle el lado positivo, si nadie me lee, podré evitar las malas vibras.

Pero...tampoco puedo huir de ellas.

-¿Hazal?

Miro al niño junto a mí.

-Dime.

-¿Tienes hermanos?

-Sí, dos, más chicos.

-¿Te llevas bien con ellos?

<<Estando a mil millas de distancia, sí, perfecto>>

-¿A qué se debe la pregunta?

Solo sé encoge de hombros y vuelve a lo suyo.

-Ya regreso-informo y me levanto para ir al servicio.

Cuando entro, pongo el pestillo y apoyo mis manos en el mueble del lavabo. Me miro al espejo.

¿Qué ves, Hazal?

-Deja de verte tanto, romperás el espejo. Choclo.

Me dice choclo por tener acné. Me trago el nudo en mi garganta y salgo. Mamá me llevaría a la escuela.

-Alto-dice mirándome antes de arrancar-. Acércate.

Obedezco, estoy sentada junto a ella en la parte delantera del coche. Me toma de mi cara y comienza a quitarme granitos.

-Auch, me duele.

-Deja de quejarte, es por tu bien.

-Los dermatólogos dicen que no es bueno, para eso hay tratamientos.

-Cállate, ¿no ves que eres horrible?, así nadie se fijará en ti. Nadie se fija en chicas con acné.

Dejo que siga haciendo aquello, no por mí, sino porque no quiero que se enoje, quiero llevarme bien con ella.

Abro mis ojos, dejando que las lágrimas salgan con sencillez.

-Me quedarán marcas-insisto.

Me empuja haciendo que vuelva a reacomodarme en mi asiento. Miro hacia la ventana y cierro mis puños clavando mis uñas en la palma de mis manos.

-No se te puede decir nada. Pendeja caprichosa.

Me acerco al retrete y me pongo de cuclillas, meto dos dedos a mi boca, hasta el fondo, hasta que me dé una arcada, pero.....no puedo llegar más allá. Soy tan cobarde, que no me atrevo.

-¿Estás bien?-pregunta el niño del otro lado.

Pero, ¿qué estoy haciendo?

Quito mis lágrimas, aplano mi cabello, y salgo. Me veo obligada a sonreír cuando Daxen me mira confundido.

Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now