Capítulo 28

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Hazal




Pasaron dos días desde aquel desagradable encuentro.

¿Verla me dejó en buen estado? ¡Claro que no! Pedí tomar el aire al llegar. Serkan se negó pero le dije que iría con Chandler. Agradezco que no sea celoso. O no a lo enfermizo.

Fui hacia un puente y me bajé desesperada. Necesitaba tomar oxígeno, moría de miedo. En cualquier lado y haga lo que haga, Santiago podía estar viéndome.

Me dieron ganas de llorar y juro que no he llorado tanto en mi vida. No por mí, por ellos. Por los niños, por Serkan, Chandler y todos los que me rodean.

Y lo hice, el buen hombre se quedó conmigo sin medir palabra.

Una vez calmada me dijo algo que todos dicen, me prometen que no dejarán que me toque, pero....nadie conoce a ese hombre como yo, es capaz de todo. No le importa en lo más mínimo matar a todos los que me rodean con tal de tenerme.

No ha dado señales de vida, tampoco mis padres, ni un mensaje, ni llamada de amenaza. Absolutamente nada.

Estuve dando vueltas toda la noche. Caminando de aquí para allá. Viendo dormir pacíficamente a los niños, lavando una y otra vez cosas que ni siquiera estaban sucias.

Y cuando el reloj marca las siete de la mañana, siendo sábado, las puertas de la cocina se abren dejando pasar a una Elvira bastante activa. Con una sonrisa en la cara que se congela al verme.

-Niña, esas ojeras.

Bostezo ante las palabras y viene hacia mí quitándome los utensilios.

-Mírame-me agarra las mejillas haciendo que gire. Sus ojos se enchinan estudiándome y los míos se cierran de a poco-. Deja eso-me aleja.

-Debo terminar.

-Debes dormir. Vete ya. Anda. Largo-me empuja hasta el pasillo y lo hago sin protestar, es más fuerte el sueño que me agarró hace veinte minutos.

Subo las escaleras muy a mi pesar y agarrándome bien de la baranda.

Llego somnolienta hasta la habitación de Serkan y lo veo dormido plácidamente. Tiene uno de sus brazos cubriendo sus ojos. Su torso descubierto e incluso así, me daban ganas de besarlo.

Me recuesto a su lado apoyando mi cabeza en su hombro. Cierro mis ojos abrazándolo cómo puedo.

Unos movimientos en mi brazo acaban por despertarme. Froto mi cara y doy media vuelta. Me encuentro con un Daxen alegre. Me pide silencio con su dedo índice en la boca y otro gesto para que lo acompañe afuera.

Salgo de la cama con precauciones y el muy hijo de su madre sigue inmóvil en su tercer sueño.

-Es el cumpleaños de mi papá-dice del otro lado.

-¿Qué hora es?

Apenas si llegué a cerrar los ojos.

-Las nueve y media.

¡¿Qué?!

-Ven..... vamos-toma mi mano llevándome a la habitación de Lexie.

Cuando entramos, la veo en su cama escribiendo algo en una hoja. Me mira con una amplia sonrisa viniendo hacia mí.

-Mira lo que le hice a mi papi-me muestra su dibujo-. Él, Daxen, Aiden, tú, y yo.

Mierda, no.

<<ALERTA ROJA. AFECTACIÓN>>

No creo que exista esa palabra. Pero sí, esto se está yendo de las manos.

-Gracias, es hermoso.

Porque realmente lo era, por lo que debería tomar clases de esto(siempre que quiera). Y porque me pareció un gesto súper lindo.

Hazal ✅ (# 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora